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El nuevo giro de Sánchez en inmigración: de “impulsar” un mecanismo de desembarco a negarse a activarlo para el Open Arms

Los inmigrantes del Aquarius a su llegada a Valencia

Gabriela Sánchez

14 de agosto de 2018. 141 migrantes acumulan tres días a bordo del buque Aquarius. Es el primer rescate del emblemático barco humanitario, después de la operación de salvamento de 630 personas que finalizó con un despliegue humanitario en el puerto de Valencia. En esta ocasión, su desenlace sería distinto: un acuerdo entre varios países europeos para repartir la acogida de los recién llegados empuja a Malta a permitir su desembarco. Pedro Sánchez no tarda en atribuírselo como un éxito propio. Asegura que esperaba convertir este sistema en “una solución sistemática”.

“España ha coordinado un acuerdo pionero con seis países para distribuir la acogida de las personas del #Aquarius. Ha sido posible gracias al camino que emprendimos en junio, impulsando una salida común y solidaria a los flujos migratorios. España acogerá a 60 personas”, anunciaba el presidente del Ejecutivo a través de Twitter. Posteriormente, Sánchez defendió que el acuerdo no se quedase en una solución temporal. “Espero que sea sistemática”, incidió entonces.

07 de agosto de 2019. 121 migrantes cumplen su séptima noche en el Open Arms. Ningún Estado miembro ha activado las negociaciones que permitan un pacto europeo para acelerar el desembarco. Para que la Comisión Europea pueda coordinarla, explican fuentes comunitarias, un gobierno comunitario debe solicitárselo por los canales oficiales. El Gobierno español se niega a hacerlo.

Aquella iniciativa que Sánchez vendía como un logro hace un año nunca ha llegado a sistematizarse, y España añade pegas a la propuesta franco-alemana que pretendía afianzar un mecanismo europeo de desembarco predecible. Tras cada rescate de migrantes en el Mediterráneo Central, continúa reinando la improvisación.

“No hemos recibido ninguna petición de coordinación sobre el desembarco de las personas que están a bordo del Open Arms”, ha repetido este miércoles un portavoz de la Comisión Europea. “No tenemos por qué hacerlo”, ha respondido la vicepresidenta del Gorbieno español, Carmen Calvo.

Una vez más, se desata la polémica tras un rescate en el mar. De nuevo, decenas de personas cumplen una semana atrapadas en un buque sin un puerto seguro donde desembarcar. “Esta situación prueba otra vez nuestra posición: es muy necesaria la creación de una solución predecible y sostenible para los desembarcos”, añadían desde la Comisión Europea, en referencia a la propuesta de un mecanismo temporal de distribución de los migrantes rescatados en el Mediterráneo central.

El proyecto, impulsado por Francia y Alemania, continúa en proceso de negociación por parte de los Estados miembros. A finales de junio, el presidente francés Emmanuel Macron anunció la participación de al menos ocho países comunitarios. Entre los participantes confirmados no se encuentra España, indicó un portavoz de Exteriores a Europa Press.

Marlaska quiere que englobe los rescates de España

El Gobierno español rechaza que la inciativa franco-alemana esté diseñada para aplicarse únicamente sobre las personas rescatadas en la ruta del Mediterráneo Central (Libia-Italia). Para España, el dispositivo de desembarco debe extenderse a los migrantes localizados en su intento de llegar a suelo español y griego. Del mismo modo, el Ejecutivo de Pedro Sánchez apuesta por no limitar el sistema a las operaciones de rescate llevadas a cabo por ONG, sino que englobe también las realizadas por organismos públicos, como Salvamento Marítimo.

“Todos los migrantes rescatados en el Mediterráneo, independientemente de por quién hayan sido rescatados, deben entrar en la valoración de la relocalización en Europa”, se posicionó el ministro del Interior el pasado febrero, tras una de las reuniones informales convocadas en el seno de la Unión Europa.

El Ejecutivo también ha mostrado su oposición a que España tenga que asumir la acogida de migrantes rescatados por ONG en otras partes del Mediterráneo, cuando también cuenta con fronteras exteriores y ejerce operaciones de rescate a través de su servicio público de Salvamento Marítimo: “España es un país que cumple con sus compromisos internacionales y no puede ser que el país más solidario resulte perjudicado”, justificó Grande-Marlaska.

No obstante, la Comisión Europea ha solicitado en varias ocasiones a todos los Estados miembros unirse a los acuerdos temporales para responder a las situaciones de emergencia generadas cada vez que un barco humanitario rescata a personas migrantes en el Mediterráneo Central desde el cierre de los puertos italianos y malteses.

Este mecanismo evitaría las discusiones despertadas entre los Estados miembros tras cada rescate, como la desatada estos días después de las operaciones del Open Arms que salvaron la vida a 121 personas hace una semana. Este martes, el capitán reunió a los pasajeros en la cubierta para rogar su paciencia. “No sabemos hasta cuándo vamos a estar aquí. Hasta mañana, pasado, o vamos a tener que permanecer dos días más. Necesitamos ser fuertes para ganar esta guerra. Llegaremos a un puerto europeo”, puede verse en un vídeo al que ha accedido eldiario.es.

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