“Si tocar la valla es entrar en España, es como el juego de niños que tocan la pared y han ganado”
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha respaldado este miércoles al jefe de la Guardia Civil de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, imputado por las devoluciones 'en caliente' de inmigrantes en la valla que separa España con Marruecos. A raíz de las diligencias abiertas por un juzgado al coronel de la ciudad autónoma, Imbroda se ha mostrado en contra de la medida legal y de “cualquier imputación de los miembros de la Guardia Civil” ya que, según dice, es una “ridiculez” afirmar que cualquiera que toque la valla ya está dentro de España.
Tanto el dirigente popular esta tarde como Martín Villaseñor delante del juez el pasado tres de octubre se han acogido a los argumentos del ministerio del Interior para excusar las devoluciones ilegales. El coronel declaró en el juzgado que su comportamiento se debe a las diferentes interpretaciones de la frontera melillense. Se amparó asimismo en que la Guardia Civil ha actuado en todo momento siguiendo el “protocolo operativo de fronteras” del 26 de febrero que, según expresó, llega desde Madrid.
Tras la imputación del inspector jefe y a la luz de la polémica, Imbroda ha respondido ahora a los periodistas. El presidente de Melilla ha cargado sus palabras de ironía a la hora de defender a la Guardia Civil: si se considera como entrada el simple hecho de tocar la valla, ha dicho, entonces los miembros del cuerpo “deberían sustituirse por azafatas o azafatos o poner cortinas”.
Es “un disparate” que se considere como entrada a territorio nacional tocar el perímetro fronterizo sin haberlo traspasado completamente, ya que precisamente para impedirlo “se ponen más vallas” para que no puedan entrar, porque, de lo contrario, “sobraría todo lo que hay puesto”.
Momentos de “enfermedades y terrorismo”
El dirigente ha apelado a la supuesta inseguridad que acarrean los inmigrantes en estos momentos de “enfermedades y terrorismo”. Ahora, ha dicho, es mucho más importante que la inmigración sea “regular, legal y que esté ordenada”, de ahí que se haya mostrado a favor de la Guardia Civil y en contra de “cualquier imputación de cualquiera de sus miembros”, como ha ocurrido con su coronel jefe, Ambrosio Martín Villaseñor.
“No podemos llegar al extremismo o ridiculez de decir que se toca la valla y se entra en España, porque entonces sobran las vallas y esto va a parecer como los juegos de los niños que tocaban la pared y ya habían ganado”, ha afirmado el presidente melillense en apoyo a la actuación de la Guardia Civil en el territorio de la valla, la cual ha calificado de “impagable”.
En este sentido, ha querido dejar claro que los agentes desplegados en la valla “están trabajando en la defensa de España y los melillenses” haciendo “uso de sus facultades y derechos”, a pesar de lo cual “sufren penalidades, problemas, riesgos y no es que estén muy bien pagados”.
“El trabajo que hacen es digno de elogio, encomiable, y para nada estoy de acuerdo con nada que vaya en contra de la labor que hace la Guardia Civil en la frontera”, ha insistido Imbroda antes de apuntar que está con este Cuerpo “a tope” y que la inmigración irregular “no debe ser permitida”.
La instrucción de las devoluciones en caliente
El Juzgado de Instrucción número dos de Melilla imputó a mediados de septiembre al coronel jefe de la Guardia Civil de la ciudad autónoma debido a un posible delito de prevaricación por permitir las expulsiones inmediatas de inmigrantes en la valla melillense, ilegales según la Ley de Extranjería y el convenio bilateral hispano-marroquí.
El auto arremetía contra el “protocolo operativo de vigilancia de fronteras”, una orden interna firmada por el acusado que avala las devoluciones sin identificación previa de aquellas personas que no han superado la última alambrada, la más cercana a la ciudad autónoma. Tras recordar que la soberanía española recae sobre todo el entramado fronterizo, el juez considera que este argumento, también defendido por el Ministerio del Interior, no se sostiene bajo la legislación nacional ni los tratados internacionales.
“Nos encontramos ante dos conceptos de frontera diferentes, uno de naturaleza jurídica y otro de naturaleza operativo o funcional. El primero se acomoda a los Tratados Internacionales suscritos entre los reinos de España y Marruecos, mientras que el segundo parece responder a un criterio de gobierno, político, o de simple operatividad policial”, rezaba el auto que responde a dos querellas presentadas por las ONG Prodein, Andalucía Acoge y SOS Racismo sobre los hechos ocurridos los días 18 de junio y 13 de agosto.
Pero va más allá. El juzgado, basándose en las imágenes aportadas por las ONG personadas, considera que, al menos durante el intento de entrada del pasado 13 de agosto, la Guardia Civil incumplió su propio “protocolo operativo de vigilancia fronteriza”. Aquel día, aproximadamente 75 personas, después de permanecer horas encaramadas en la valla interior –la más cercana a Melilla–, descendieron de ella, pisaron suelo español y fueron expulsados de forma inmediata.