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Muere un joven en las redadas policiales de Marruecos para alejar a los migrantes de la frontera española

Imagen difundida por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos para denunciar la muerte de Ansou Keita

Sonia Moreno

Tánger (Marruecos) —

Una persona ha muerto este sábado durante las redadas de las fuerzas de seguridad marroquíes en los campamentos en el bosque de Bolingo, en Nador, en el noreste del país. Se trata de Ansou Keita, un joven de la región de Boké en Guinea Conakry que sobrevivía en los campamentos cercanos a Melilla esperando la oportunidad para llegar a Europa. El fallecido fue identificado por la asociación Adesguim, que trabaja en la repatriación de cuerpos.

La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Nador sostiene desde el primer momento que Keita “murió como resultado de una paliza”. Este martes, ha condenado en un comunicado el fallecimiento, que atribuye “a la intervención violenta de las fuerzas públicas”. Lo mismo defiende el activista guineano Sampou Ibrahima Kabassan. “Estos agentes comenzaron a golpearlos hasta que uno de los migrantes se escapó. Los otros dos fueron golpeados violentamente, un segundo también logró huir, pero Keita no pudo escapar porque había sufrido lesiones en el abdomen y en la zona genital”, ha relatado al portal de noticias Guinee Realité.

“Cuando cayó, sus atacantes lo abandonaron para escapar. Mientras tanto, un árabe [sic] lo subió a bordo de su vehículo para llevarlo a un lugar donde pudiera encontrar un grupo de migrantes. Cuando el vehículo llegó, Ansou no podía ponerse de pie; sus amigos migrantes acudieron al rescate, y de repente se cayó y pidió beber. Ahí es donde falleció”, agrega.

La AMDH ha exigido que “se abra una investigación y el castigo para los autores del asesinato”. Además, denuncia que “las autoridades de Nador detuvieron a todos los migrantes hombres y mujeres que manifestaron su ira después de la muerte de su colega guineano”. En su página de Facebook, la asociación denuncia que decenas de migrantes “fueron detenidos y conducidos al centro en Arekmane, y una parte de estos migrantes fueron llevados bajo arresto a los campamentos militares”.

Hace algo más de un año, en agosto de 2018 otros dos jóvenes malienses, uno de ellos menor, fallecieron en las redadas policiales de Marruecos. Los operativos se intensificaron tras la promesa de la UE de destinar alrededor de 35 millones de euros con el objetivo de reducir las llegadas de pateras a España.

El hermano de la víctima sigue desaparecido

La familia de Keita continúa buscando a su otro hijo, que presenció la muerte de su hermano y está desaparecido. “El domingo mucha gente permanecía detenida y otras personas dispersas e ilocalizables, ahora mismo no sabemos donde está”, ha explicado este lunes a eldiario.es Helena Maleno, portavoz de la ONG Caminando Fronteras, que cifra el número de personas arrestadas en cerca de 300.

“Lo que es imprescindible es que se abra una investigación con limpieza y claridad, que se proteja a los testigos y no se les criminalice. Además, es importante que la familia tenga acceso a la verdad de lo que ocurrió”, comenta Maleno.

El cónsul de Guinea en Marruecos ha anunciado que se tomarán una serie de medidas para dilucidar las circunstancias de la muerte del joven Ansou Keita, según ha publicado el portal Africa Guinee. Por su parte, los abogados han solicitado la autopsia para conocer las causas con exactitud.

Desde la región de Nador, una fuente cercana a las autoridades locales ha explicado a este medio que “hubo una redada en el bosque de Seluán -ubicado entre Nador y Melilla– por orden de las autoridades con los militares y las fuerzas auxiliares, sin la Gendarmería Real, armados con uniformes antidisturbios”. Según indica, pueden responder a “órdenes estrictas tras dos secuestros de grupos de migrantes subsaharianos por parte de mafias para pedir rescates en Rabat y en Oujda”.

Nueve personas, entre ellas dos mujeres y una niña, fueron detenidas en Rabat el sábado por su presunta participación en un secuestro. Según el comunicado de la DGNS, la policía recibió un aviso de un ciudadano de origen subsahariano que había sido secuestrado antes de que se exigiera el rescate a su familia, que reside en su país de origen, a cambio de su liberación. Ocurrió en los suburbios de Salé, ciudad aledaña a Rabat. “Los sospechosos fueron arrestados en posesión de identificaciones sospechosas, además de teléfonos móviles y sumas de dinero”, informa la misma fuente oficial.

Redadas más frecuentes

Las redadas en los bosques de Nador se han intensificado desde el mes de agosto, como ha documentado la AMDH en la región. Hace dos semanas se produjo otro operativo con detenciones. El pasado 24 de agosto, “las autoridades de Tzaghine en coordinación con las fuerzas auxiliares arrestaron a un grupo de 81 migrantes subsaharianos, incluidas 12 mujeres, que se escondían en una cueva”, según publicó el digital regional Nador City. Fueron transferidos a la comisaría de Dar al-Hibdani “para profundizar su investigación, a la espera de la deportación a sus países de origen”.

La muerte de Keita tuvo lugar tres días después de la séptima reunión del ministro de Interior español, Fernando Grande–Marlaska, con su homólogo marroquí en menos de 14 meses para frenar conjuntamente las llegadas de migrantes y desmantelar redes de tráfico de personas. El pasado 4 de septiembre, el ministro español agradeció la “lealtad” de Marruecos, “indispensable para que se hayan reducido este año hasta en un 45% las llegadas a las costas españolas”.

Desde la AMDH critican las “políticas migratorias marroquíes y europeas cada vez más represivas” y consideran que “Marruecos quiere mostrar a estos socios europeos hasta dónde puede ir para recibir más financiación europea y sobre todo más posiciones europeas favorables”. Por su parte, Maleno asevera que “desde 2018 con la entrada del PSOE en el poder ha empeorado la situación de las personas migrantes en Marruecos”.

Hace un año, las autoridades marroquíes comenzaron de nuevo a detener a los migrantes subsaharianos que residen en las localidades del norte aledañas a Ceuta y Melilla. Las redadas, detenciones y expulsiones de migrantes subsaharianos desde las ciudades del norte al sur se retomaron poco después de que la Unión Europea aceptase pagar al país magrebí decenas de millones de euros en concepto de “cooperación y desarrollo”.

Desde entonces ONG locales han documentado cientos de casos de personas introducidas en autobuses y “abandonadas” en zonas remotas cerca de la frontera con Argelia o en el sur del país. Los operativos han recibido las críticas de organizaciones como Amnistía Internacional (AI), que ha acusado a las autoridades marroquíes de perpetrar una “ofensiva a gran escala cruel e ilegítima”.

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