¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.
22 muertes evitables
Recibimos una llamada de socorro en la que se nos pedía que nos dirigiéramos hacia el este de nuestra posición tan rápido como fuera posible. El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Roma nos informaba de la localización de dos balsas de goma a unas tres horas de navegación. Cuando llegamos, un buque de la Armada italiana ya se encontraba en la posición.
La primera información que recibí era que había 15 cadáveres en uno de los botes. Sabía que las probabilidades de encontrar cadáveres a bordo de una de estas inseguras embarcaciones eran muy alta, pero cuando en un primer momento escuché la cantidad de fallecidos a bordo pensé que no podía ser cierto. Posteriormente vimos que la cifra de cadáveres que subiríamos a bordo del Aquarius era incluso mayor: 22 personas fallecidas; 22 muertes innecesarias.
Pensé inmediatamente en las personas que seguían a bordo del bote de goma; esas personas que, mientras esperaban ser rescatadas, veían a sus seres queridos o a personas con las que habían compartido travesía, yacer muertas a sus pies. Expulsé esa imagen fuera de mi mente, me sacudí y me puse en acción.
Teníamos que llegar al bote de goma tan rápido como fuera posible, no solo porque la embarcación en la que viajaban apenas podía mantenerse a flote y estaba llena de agua, sino por el horrible escenario que se vivía en ella.
En primer lugar, los 104 supervivientes de la balsa fueron llevados a bordo del Aquarius; posteriormente, fueron rescatados las 105 personas que viajaban en el segundo bote de goma. La parte final de la operación, la tarea más dura, fue recuperar los cuerpos de los fallecidos.
Los rescatados subían a bordo y miraban fijamente hacia al vació, a un punto lejano por encima de mi hombro. La mayoría ni siquiera respondía a la primera pregunta que le hacíamos tras darles la bienvenida en cuestión bordo: “¿Qué idioma habla?”.
Para aquellos primeros momentos en el Aquarius, les entregábamos una pequeña bolsa con una manta, galletas energéticas, agua, calcetines y una toalla. Un hombre se me acercó y me explicó en francés: “Mi esposa está muerta y todavía está en el bote, no sé qué hacer”
Cuando ya estaban todos los supervivientes a bordo, dimos comienzo la última parte de la operación: la recuperación de los cadáveres. Tres miembros del equipo bajaron al bote de goma y lo abarloamos a un costado del Aquarius. Estaba lleno de cuerpos que flotaban en una piscina de combustible y agua salada. Con una grúa y una camilla los subimos uno a uno a bordo. Era una imagen terrible. No importaba cuántos cadáveres sacábamos de la balsa; ésta no parecía vaciarse nunca.
Nos planteamos que lo más importante en todo el proceso era recuperar los cuerpos con el máximo de respeto.
Las preguntas e ideas me asaltaban en ese momento. ¿Qué les pasó a estas personas? ¿Hubo un estallido de pánico a bordo? ¿Cómo acabaron aplastados y ahogados en una piscina de combustible y agua? Sentía una mezcla de enfado por la situación y una tristeza abrumadora por estas desafortunadas personas, en su mayoría mujeres, que tanto habían sufrido.
No habían cometido crimen alguno; solo trataban de buscar una vida mejor en Europa, pero tuvieron una muerte prematura en medio del Mediterráneo en un precario bote de goma lleno de fuel y agua salada.
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¿Ricos más ricos y pobres más pobres? Nuestra sociedad está llena de brechas que incrementan las diferencias entre unos y otros. (Des)igualdad es un canal de información sobre la desigualdad. Un espacio colectivo de reflexión, análisis y testimonio directo sobre sus causas, soluciones y cómo se manifiesta en la vida de las personas. Escriben Teresa Cavero y Jaime Atienza, entre otros.