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Calviño contradice a la Autoridad fiscal: “Los indicadores económicos no apuntan a una recesión técnica”

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, este martes, en el Senado.

Daniel Yebra

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Frenazo sí. Pero recesión técnica no. La vicepresidente primera y Ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha negado este miércoles la previsión de la AIReF (Autoridad independiente de responsabilidad fiscal) de una contracción de la actividad económica en España en el último trimestre de este año y en el primero de 2023.

Dos trimestres consecutivos de caída del PIB (Producto interior bruto) que suponen la recesión técnica, el último concepto económico sobre el frenazo que afronta toda la eurozona al que ha tenido que reaccionar el Gobierno. Y aunque el Ejecutivo admite el frenazo, Calviño contradice a la Autoridad fiscal respecto al tecnicismo.

“Los indicadores económicos no apuntan a una recesión técnica”, ha asegurado la vicepresidenta en una entrevista en una televisión privada. “Había analistas que decían que íbamos a entrar en recesión en el segundo trimestre del año y hemos tenido un trimestre récord, con un crecimiento superior al 1,5% y con crecimientos interanuales por encima del 6%. Las previsiones hay que cogerlas con mucha cautela y hay que estar preparados para lo peor, siendo muy prudentes, y eso es lo que estamos haciendo desde el Gobierno”, ha señalado.

Calviño ha destacado además que todos los organismos nacionales e internacionales, públicos y privados, prevén crecimiento para España en 2023. Es más, ha resaltado que España será el país que más crezca el año próximo dentro de las grandes economías europeas.

Eso no quita, ha precisado, para que el momento actual sea “muy delicado” y ha añadido que si Alemania se frena, afectará al resto de países de la UE, aunque España, ha dicho, es de “los menos expuestos” al impacto de la guerra porque no tiene la dependencia energética que tienen los alemanes y otros países de Rusia.

Crecimiento en el tercer trimestre

Preguntada por los datos del PIB del tercer trimestre, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará este viernes, Calviño ha asegurado que “todos los indicadores” que tiene a su disposición apuntan a crecimiento económico en este periodo.

“El sector turístico ha tenido un 'boom' espectacular, pero también el sector industrial sigue bien y las exportaciones han ido muy fuertes”, ha detallado. Y ha añadido que se sigue creando empleo y que mes a mes “se refuerza la posición de España en este contexto tan difícil”.

De cara al conjunto de 2022, el Gobierno prevé un incremento de la actividad del 4,4%. El aumento interanual (respecto al mismo periodo del año anterior) de la actividad económica del 6,7% en el primer trimestre y del 6,8% en el segundo apuntan ya a una media en el año que prácticamente cubre esta nueva estimación.

Es decir, el Ejecutivo asume una ralentización de la economía en el tercer y el cuarto trimestre. Este frenazo de la economía española en la segunda parte del año se debe al golpe de la inflación, incluso pese a que este verano fue la primera temporada alta de turismo sin restricciones desde 2019. De hecho, está siendo mucho más preocupante en la industria que en los servicios. Pero podría no ser “una recesión técnica”.

Duro golpe de la inflación

En tasas intertrimestrales, el PIB cayó un 0,2% en el primer trimestre “por el impacto de la pandemia, los paros del transporte y el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania”, según el propio Ministerio de Asuntos Económicos. Y creció con fuerza en el segundo trimestre, un 1,5%, gracias a “la demanda nacional y las exportaciones”.

“Las medidas adoptadas para proteger a empresas, familias y colectivos vulnerables de la subida de los precios de la energía y otras materias primas y el avance en el despliegue del Plan de Recuperación explican este buen comportamiento”, inciden desde Economía. Hasta junio de esta año, el rebote de la economía de España se ha quedado a algo más de 2 puntos porcentuales de la recuperación completa del shock de la pandemia.

Es la única gran economía de la eurozona que no ha cerrado la herida de la COVID-19. Por un lado, porque la recesión fue mucho más profunda por el mayor peso de los servicios y, en concreto, del turismo en la actividad total. Por otro, porque precisamente por esto último, la recuperación ha sido más lenta y tenía reservado su momento más intenso para este 2022.

Y ahora, el daño de la inflación desbocada y persistente por la invasión rusa de Ucrania se reflejará inevitablemente en el PIB en el segundo semestre. Aún así, la economía de nuestro país se muestra como una de las más resistentes en la eurozona, según la previsión del Gobierno y de instituciones internacionales como el FMI o la OCDE.

La misma Calviño redujo seis décimas este lunes la previsión para 2023, hasta el 2,1%, mientras que la OCDE ve a Alemania en recesión el próximo año, con una estimación del -0,7% para su PIB.

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