El ministro Planas sale en defensa de los supermercados mientras en Europa más cadenas congelan precios
La inflación de la cesta de la compra se ha tomado un pequeño respiro, pero llenar la despensa aún es un 12% más caro que hace un año. En cambio, el IPC general está en el 3,2%. Una inflación de productos esenciales que es “demasiado alta”, según asume el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que, al mismo tiempo, vuelve a salir en defensa de fabricantes y supermercados porque “es consecuencia del aumento de los insumos”.
Una subida de precios que “no se le puede imputar ni a ustedes ni a la distribución”, ha asegurado Planas en la inauguración de unas jornadas de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), la patronal de los fabricantes.
“El alza de los precios de la alimentación no se le puede imputar a nadie porque es consecuencia del incremento de los insumos”, ha asegurado. “Las empresas han conseguido producir y mantener la distribución de alimentos de calidad y a precios razonables”.
En cambio, ha reconocido que este IPC de los alimentos “afecta a las familias y a los ciudadanos” y es una “preocupación del Gobierno”.
Un contexto donde, como ya apuntó la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se va a mantener la reducción del IVA. “Vamos a mantener esa rebaja fiscal para que progresivamente los precios vayan bajando. Estamos en una situación mejor que Francia o Alemania, pero aún es excesivamente alta y afecta a las familias”, ha indicado Planas.
En otros países, se mueve ficha
La inflación de los alimentos ha dejado atrás el 16% que alcanzó en febrero, sin embargo, sigue complicando hacer la compra a gran parte de la población. Una situación, compartida en Europa, que ha llevado a diferentes reacciones por parte de los distribuidores.
Hace casi un año que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, propuso una cesta de la compra a precios asequibles. Propuesta que no ha salido adelante en España, pero no así en otros países europeos.
En Francia, el Gobierno llegó a un acuerdo con gran parte de la distribución para que comercializaran una cesta de productos al “precio más bajo posible” y ahora en Reino Unido, algunas cadenas siguen esa tendencia. En España, de momento, se han hecho campañas puntuales -por ejemplo, por Eroski- pero sin concretarse en un movimiento masivo de la distribución para poner en marcha cestas similares.
En Reino Unido, Asda -el tercer mayor distribuidor- ha congelado el precio de 500 productos. Una medida que es temporal, porque solo mantiene hasta el mes de agosto, lo que deja entrever que prevé una relajación de los precios.
Otras cadenas, como Waitrose, ya habían puesto en marcha medidas similares. Eso sí, en Reino Unido la inflación de los alimentos está significativamente más alta, porque alcanza el 19%, mientras el índice general llega al 8,7%, según datos del mes de abril.
Las empresas se defienden
No es la primera vez que Planas sale en defensa de las empresas, porque este miércoles también aseguró que los márgenes de los distribuidores “no son abusivos ni llovidos del cielo”. Lo hizo después de que la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) -en la que están Mercadona, Dia o Lidl- publicara datos de rentabilidad, pero de 2021. En concreto, aseguró que su rentabilidad media es del 2,2%.
“Los empresarios se han sentido injustamente tratados en los últimos meses, al pasar de ser héroes en la pandemia a ser tildados de villanos por la crisis de la inflación. Considero que es muy injusto este diagnóstico, sin ninguna base económica y sin ningún tipo de rigor”, aseguró en la presentación de un informe, que incluye ese dato de rentabilidad, el presidente de Asedas, Josep Antoni Duran i Lleida, quien fue político y diputado con Convergència i Unió.
Este jueves, Ignacio Silva, presidente de FIAB -y de la aceitera Deoleo-, también ha defendido a la industria. “Además de una importante inflación de costes, muchas de nuestras compañías están teniendo que afrontar desde principios de año cargas impositivas derivadas de la nueva legislación medioambiental, como el impuesto al plástico, que también está teniendo un importante impacto en sus cuentas”, ha asegurado.
Y ha pedido que se priorice a los fabricantes si hay que establecer criterios por la sequía. En concreto, ha destacado la “importancia de que se establezcan políticas hídricas solidarias y equilibradas en las que se tengan en cuenta y prioricen sectores estratégicos” como la industria alimentaria.
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