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La realidad de la “recuperación” del empleo joven: más trabajadores temporales y menos sueldo

Una clase de como buscar empleo en una edición de la feria de empleo para los jóvenes que tuvo lugar en Bilbao.

Laura Olías

Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, ha subrayado esta semana que “España lidera la creación de empleo joven en Europa” y que genera “más del doble” de trabajos que Alemania. El margen de mejora, no obstante, es amplio: según los últimos datos completos de Eurostat, España se sitúa como el segundo país con mayor tasa de paro juvenil en Europa, con un 36,6%. Alemania está en la cola, con un 6,3%. En UGT han echado la vista atrás una década, hasta 2008, para restar optimismo al Gobierno: tras la gran caída de asalariados menores de 30 años durante la crisis, el aumento registrado desde 2014 se alimenta sobre todo de empleos temporales.

En un estudio sobre empleo juvenil, el sindicato recuerda que además de las cifras absolutas sobre el descenso del paro que celebra el Gobierno, hay que atender a otros datos para valorar la calidad del mercado laboral español para los jóvenes (aquellos entre los 16 y 30 años).

Las cifras anuales de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran que todavía en 2017 hubo de media más desempleados que en 2008. Aunque el número de parados ha descendido en gran medida tras el máximo alcanzado de 2012 –con 1.770.400 jóvenes en esta situación–, en 2017 había aún 1.063.100 jóvenes desempleados. La cifra es superior, aunque por poco, a la del inicio de una década anterior: 1.012.100.

Además, desde UGT llaman la atención sobre un punto: “El descenso del desempleo no viene de la mano del aumento de más puestos de trabajo”. Desde 2014, asciende el número de jóvenes que trabajan para un empleador (que no son autónomos) tras el desplome continuado en los años más duros de la crisis. 2014 supuso un punto de inflexión: a partir de entonces, la cifra total de asalariados menores de 30 años ha ido en aumento. Sin embargo, entre la caída del número de jóvenes desempleados y el ascenso de los asalariados en estos últimos cuatro años hay mucha diferencia: -491.500 respecto a 199.600.

El empleo indefinido pierde peso

Por otro lado, 2014 supuso un cambio de tendencia en otro sentido. Antes de ese año, el número de asalariados jóvenes con contratos indefinidos era superior al de aquellos con puestos temporales. Ese año, la estructura cambia: el grueso de asalariados lo componen, sobre todo, personas con contratos temporales, considerados más inestables.

Si comparamos la tasa de temporalidad (número de asalariados con contrato temporal respecto del total) observamos que ha crecido casi en 10 puntos desde 2008: entonces estaba situada en un 48,5%, mientras que en 2017 ascendió hasta el 57,5%. “Los asalariados de más edad con contratos temporales no llegan al 30% en ninguna de las series temporales analizadas”, recuerda el estudio de UGT.

Desde el sindicato llaman la atención sobre “la precariedad” que implica este predominio de la temporalidad y piden que se amplíen las políticas activas de empleo, basadas sobre todo en las ayudas a empresas en la contratación indefinida, “que no parecen eficaces”. Eduardo Magaldi, responsable de Juventud de UGT, critica que la reforma laboral de 2012 ha contribuido a la precarización del empleo de los jóvenes y sugiere que el Gobierno emplee los fondos europeos de la Garantía Juvenil en mediadores que orienten a los jóvenes en la búsqueda de empleo y en fomentar el contrato relevo.

En materia salarial, los jóvenes también han salido perdiendo en estos años: el salario medio de un joven en 2015 (último dato de la Encuesta anual de estructura salarial) se situó en 13.637,49 euros, un 11% menos que en 2008. Desde UGT insisten en la necesidad “cambiar el modelo productivo e invertir en aquellos sectores que suponen un yacimiento del empleo. Para el Gobierno y las empresas somos manos de obra barata y así no podemos competir”.

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