Adiós bombones y rosas: cuatro ideas muy traviesas para un San Valentín inolvidable
La festividad de San Valentín como homenaje al amor lleva celebrándose desde la Edad Media atendiendo a la leyenda del mártir que fue ejecutado un 14 de febrero por casar soldados con sus prometidas en un momento en el que esto estaba prohibido por el emperador. Desde entonces, la fiesta ha ido evolucionando hasta llegar a casi cualquier punto del globo y para celebrar que —al menos en España— no existen amores prohibidos, queremos proponer algunos planes que quizás sonrojarían al santo de Valentín, pero que sin duda harán que este año la festividad sea inolvidable.
Regalaos un buen tango
Hay pocas dudas de que el tango es uno de los bailes más sensuales que existen pero en este plan nos referimos a otro tipo de tango, concretamente al vibrador para parejas de Platanomelón, la marca líder en juguetería erótica y bienestar íntimo que busca acabar con los prejuicios, el desconocimiento y los tabúes relacionados con la sexualidad. Y para ello, nada mejor que este Tango que baila al ritmo de nueve modos de vibración, con mando a distancia y que permite estimular clítoris y zona G simultáneamente.
Hay muchas maneras de disfrutarlo pero nuestra propuesta pasa por ir calentando el ambiente jugando con los diferentes modos de vibración y, cuando deis con vuestro favorito, probadlo durante la penetración. La experiencia mejora con un lubricante a base de agua para que todo fluya de la mejor manera posible. Tenemos pocas dudas de que este trío os va a encantar. Y una vez concluido el baile, solo hay que lavarlo con agua y jabón neutro o con un producto específico para juguetes.
Evoluciona el misionero
Sabemos que la rutina y las preocupaciones son una especie de agujero negro que en muchas ocasiones también amenaza nuestra vida sexual así que, ¿qué mejor ocasión para empezar a ponerle remedio a esto que el día de San Valentín? Y para ponértelo aún más fácil, Platanomelón, en su empeño por mejorar la vida sexual de las personas, aumentar su autoestima sexual y mejorar la complicidad con la pareja, ofrece una serie de guías descargables de Kamasutra para todo tipo de relaciones —pene-vulva, pene-pene y vulva-vulva—.
Si tenéis dudas entre tantas opciones, podéis poner en práctica ese juego viral que consiste en escribir dos opciones en diferentes papeles y que la otra persona elija uno. Así podéis decidir postura, lugar y posibles juguetes que os hagan compañía. Nuestra recomendación es que tengáis cerca a Bongo, un vibrador para parejas muy versátil que puede añadir aún más diversión a una experiencia inolvidable.
Todo es cuestión de técnica
Otro de los planes que proponemos para un San Valentín más picante es probar con una nueva técnica que os permita jugar, divertiros y conoceros más mientras disfrutáis, vamos un combo absoluto. Nuestra propuesta para empezar es optar por una de las más sencillas; la llamada técnica del espejo que no consiste en tener sexo delante de un espejo —aunque es algo que también recomendamos— sino ir repitiendo los movimientos que haga tu pareja. Por ejemplo, acariciar en un punto concreto o alternar la velocidad. De esta forma, no solo se produce un juego muy interesante sino que también os ayudará a observar cuáles son las preferencias de la otra persona.
Da un paso más allá en los juegos
Aquí cuando hablamos de un paso más allá nos referimos literalmente a un paso más allá y llevar los juegos fuera del dormitorio. Se trata de emplear el huevo vibrador Oh —que viene con mando a distancia para cederle el poder a tu pareja— y darle el poder del mando a tu pareja. Este plan implica que la pareja esté a una cierta distancia, como máximo 15 metros, aunque es preferible que puedan verse para añadir un poco de morbo. Podéis hacer que la temperatura suba tomando algo en un bar, yendo al cine o en cualquier situación, incluso una cena con amigos.
Eso sí, recuerda que un gran poder conlleva una gran responsabilidad y, en este caso, una ración de diversión casi, casi ilimitada. Este pequeño y travieso juguete de uso vaginal cuenta con cuatro intensidades y siete modos de vibración para estimular la zona G y su mando tiene un alcance de hasta 15 metros. Insertarlo es facilísimo gracias a la suavidad de su material —silicona hipoalergénica de alta calidad— y aunque retirarlo es igual de fácil gracias a su cordón exterior sabemos que te va a costar despedirte de él. Para llevarlo mejor piensa que puede ser solo un hasta luego.