Integración y hábitos saludables pueden ir de la mano
Hace unos días trataba de hacer probar a mi sobrina de cinco años las espinacas. No hubo manera. Al preguntarle qué pasaba en el comedor de su colegio cuando tocaba verdura, guardó un silencio que sólo podía hacer referencia a trifulcas con los encargados de los menús escolares. El asunto de las verduras sigue siendo peliagudo a pesar de la sucesión de generaciones.
Este episodio viene a cuento de lo que cuentan en la empresa Fresh Cut sobre sus intenciones: “Promover hábitos alimenticios saludables”. Eso parece un lugar común, pero la siguiente frase evidencia la realidad que ilustraba mi obstinada sobrina: “Buscamos hacer más atractivos estos grupos de alimentos. Y adaptarlos a las necesidades de la sociedad”. Es decir, hace falta publicidad. Fresh Cut es un emprendimiento social en el sentido de frenar la deriva hacia dietas claramente sobrecalóricas. La fundación Thao (dedicada a la prevención de la obesidad infantil) informó hace un mes que “el 28,3% de los niños de entre 3 y 12 años sufre sobrepeso”. Somos lo que comemos. Pero es algo más.
Esta sociedad nace de la unión entre unos profesionales de las frutas y verduras: Frutas Nieves y Galega de Economía Social (que pertenece a la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade). El 75% de la plantilla está compuesta de gente con alguna diversidad. Puesta en marcha justo ahora hace un año en el Parque Tecnológico Logístico Valladares de Vigo, se dedica a “la transformación, comercialización y envasado de productos alimenticios, la mayoría de ellos fruta y verduras frescas que se tratan para poder ser comercializados como productos de cuarta y quinta gama”, explican. Este año han entrado en el proyecto Momentum de BBVA y Esade.
Según un estudio del Ministerio de Agricultura, “la demanda de productos transformados, sobre todo a partir de mediados de los años noventa, muestra un relativo descenso en favor de los productos frescos, que presentan una mayor valoración por parte del consumidor”, así que como movimiento empresarial parece ir en buena dirección de mercado.
¿Cómo llevar a cabo esta doble idea? La parte de inserción laboral es simple: contratar a estos trabajadores y punto. ¿Y la parte de la alimentación saludable? Freshcut dice apostar por “la innovación”. La idea de crear Freshcut surgió la mediados de 2010, cuando Frutas Nieves propone la Ges establecer vías de colaboración en la gestión de la producción de los alimentos. Este doble filo social se fue desarrollando hasta arrancar con Fresh Cut.
Los productos que generan son los llamados de IV y V gama. A saber, los de IV, cuentan, son frutas y hortalizas que pasan por una “limpieza e higienización, se centrifugan, se pelan, se cortan y se envasan en bolsas y bandejas evitando las oxidaciones, proporcionando un alimento listo para consumir”. Aseguran ser la única empresa gallega dedicada a este proceso. Los de V son un paso más allá pues suponen “alimentos elaborados con productos frescos y de manera artesana que aguantan 60 días a temperatura ambiente sin ningún tipo de conservantes ni aditivos añadidos”. Un ejemplo: la compota de manzana.