Caldo de cultivo para futuros proyectos sociales
Comentaban hace unas fechas en un foro sobre autónomos que “nuestro sistema educativo se ha enfocado a formar empleados y asalariados pero no empresarios. Y no solo el sistema educativo, también la misma estructura familiar y social lleva a las personas a ser empleados y no emprendedores”. Y sobre eso abundaban. Que no hay cultura, no hay tradición para que los estudiantes de hoy miren como horizonte probable encontrar una idea y ponerla en marcha. Coincide con lo que muchas veces hablamos aquí en Inspira, cuando los emprendedores sociales hablan de cómo empezó su aventura: tras pasar por varias empresas, después de comprobar que no hay proyectos dedicados a lo que saben hacer... Y ahí comienzan todos esos problemas a la hora de saber cómo poner en pie la idea. No hay cultura general del emprendedor.
Esa cultura, para afianzarse y dar frutos tiene que nacer en fases tempranas. Desde las aulas. Para que los ciudadanos que luego quieran promover el comercio próximo en su comunidad, o el reciclaje de residuos o montar una red de productos agrícolas cultivados o críados en condiciones respetuosas ya no tengan en sus huesos el temor casi telúrico a montar un negocio. Emprendimiento en los colegios y los institutos.
En ese sentido, diversas administraciones autonómicas vienen dando pasos -a lo mejor la coyuntura de desempleo les ha abierto los ojos para acelerar el autoempleo pero en todo caso son programas que dan herramientas y habiliades-. Por ejemplo, en Extremadura (gobernada por el Partido Popular) han pueso en marcha un par de iniciativas “destinadas a fomentar el espíritu emprendedor en los centros educativos”. Han participado este curso, según recuentan en el Gobierno extremeño, 1.600 alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria o Bachillerato (existe también un desarrollo para Infantil). Se trata, básicamente de concursos para premiar ideas. Por un lado el Expertemprende busca proyectos con posibilidad de desarrollo en la misma Extremadura pensados por alumnado de Bachillerato y Formación Profesional. Las iniciativas sociales suelen brotar en ese ámbito más cercano ya que, no en vano, proponen cubrir necesidades en el entorno local.
El otro programa está, además, centrado en la materia de la que se nutre este espacio. Teenemprende -se enfoca a los estudiantes de Secundaria- es un concurso que premia a los mejores proyectos consistentes “en la creación simulada de una asociación juvenil y que promueve el emprendimiento social”.
En la vecina Andalucía (gobernada en coalición por el PSOE e Izquierda Unida), los centros educativos públicos también están incorporando este concepto de cultura emprendedora. En la justificación que dan en la Junta andaluza cuentan que quieren “promover los valores de la cultura emprendedora en todos los niveles educativos de Andalucía. En definitiva, pretende dinamizar la sociedad andaluza y apoyar las iniciativas emprendedoras, propiciando una mejora permanente del modelo de educación”.
La dinámica es similar a la experiencia extremeña en cuanto a ir introduciendo en los cursos ordinarios partes o experiencias encaminadas a que los estudiantes monten sus propias inquietudes y les den forma. Como foro de exposición, se montan una serie de ferias de emprendimiento donde se muestran (y venden) los productos de los proyectos. Educación calcula que han participado “más de 8.600 estudiantes procedentes de 303 centros educativos de primaria y secundaria de todas las provincias andaluzas”. También aseguran que se trabaja en el ámbito de la “economía social”. Se trata de crear de manera efectiva asociaciones o cooperativas. Luego exponer al público y usar los beneficios para “una ONG de su elección”.
En el ámbito privado, un clásico de los veranos, como es la Ruta Quetzal-BBVA ha metido el concepto de emprendimiento social. Los 227 ruteros han tenido que enfrentarse a la necesidad de devolver a la sociedad los beneficios que se obtienen de ella. De hecho, en su fase teórica los participantes tuvieron que diseñar un proyecto que resolviera un problema de su entorno. Un caldo de cultivo debate, dicen desde la organización para poner en común ideas de diferentes países vistos con los ojos de los ciudadanos que dirigirán los países en unas décadas. “Estos jóvenes son el mañana, y deben saber que está en sus manos y en las de todos lograr un futuro mejor para las personas”.
destinadas a fomentar el espíritu emprendedor en los centros educativos
destinadas a fomentar el espíritu emprendedor en los centros educativos
destinadas a fomentar el espíritu emprendedor en los centros educativos
destinadas a fomentar el espíritu emprendedor en los centros educativos