Cinco escapadas para desconectar esta primavera
El buen tiempo que trae la primavera y el verano hace florecer de nuevo las ganas de viajar, de conocer sitios nuevos, de alojarse en lugares con encanto y de degustar la variada y rica gastronomía que esconde la geografía española. Aprovechar los fines de semana para vivir una escapada especial, descubrir algún lugar con encanto y relajarse lejos de la rutina.
Por suerte, España tiene infinidad de rincones en los que desconectar. Lugares para todos los gustos, de costa o de interior, plagados de patrimonio, cultura, y propuestas diferentes con los que dejarse llevar. Si buscas un plan distinto para tus próximos días de descanso, aquí tienes cinco destinos infalibles para aprovechar al máximo tu tiempo libre.
Carmona, un mirador a la campiña andaluza
Carmona, a media hora de Sevilla, puede presumir de cinco mil años de historia. Se asoma desde lo alto a los campos andaluces y en su interior destaca un cuidado conjunto arqueológico amurallado. Si hay algo que no debemos pasar por alto son sus alcázares, uno de origen cartaginés, del siglo III a.C., y otro posiblemente islámico, cuyas ruinas hoy día rodean el Parador de Carmona.
El propio Parador ofrece una espectacular panorámica de la campiña, con terrazas y un encantador patio interior rodeado de apacibles salas de estar. Además de las vistas que puedes disfrutar desde sus habitaciones, el restaurante es uno de los más bonitos que encontrarás en la red de Paradores, con unos espectaculares techos abovedados y comida tradicional donde no faltan los platos a base de perdiz y la repostería tradicional.
Mérida, un museo al aire libre
Mérida, capital de Extremadura, es una ciudad monumental como pocas. Su pasado romano, cuando fue Augusta Emérita, sigue muy vivo hoy en día gracias a su teatro, su anfiteatro, su puente, su circo, sus templos y los restos de alguna que otra vivienda que han salido a la luz. El Museo Nacional de Arte Romano es uno de los mejores del país y en su teatro cada verano se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
El Parador de Mérida es uno de sus alojamientos con mayor encanto, pues se sitúa en el que fuera el antiguo convento-hospital de Jesús Nazareno, que data del siglo XVIII. Cuenta con restos de construcciones romanas, partes de una antigua basílica visigoda y unos baños mudéjares, lo que ha dado lugar a un “Jardín de Antigüedades” musealizado para disfrute de sus huéspedes. En su restaurante podemos aprovechar para degustar algunos de los mejores productos de la región, como los vinos, el jamón, los quesos o el solomillo de retinto.
Baiona, puerta a las Rías Baixas
Baiona, al sur de las Rías Baixas, es un destino perfecto para pasar unos días de sol y playa en la costa gallega. Su centro histórico huele a mar y a historia y pasear por sus estrechas calles, así como por su amplio paseo marítimo, es un disfrute para el visitante. Pero si hay algo que llama la atención es sin duda la Fortaleza de Monterreal, hoy Parador de Baiona.
Su ubicación hace que el propio Parador sea uno de los mayores atractivos de Baiona: un edificio elegante, con salones señoriales, un enorme jarfín y habitaciones con vistas al mar. Además de un alojamiento excepcional ofrece dos restaurantes, la Torre del Príncipe y el Enxebre A Pinta. Perfectos para disfrutar de la rica gastronomía tradicional basada en pescados y mariscos, pero también carnes de ternera gallega, el pulpo a feira, los quesos, las empanadas o las zamburiñas no faltan en el menú.
Sigüenza, un viaje a la Edad Media
En el corazón de la provincia de Guadalajara, Sigüenza es una excelente representación de la Castilla más clásica, un destino repleto de historia en el que la Edad Media, el Renacimiento, la Ilustración, el Barroco y el Neoclasicismo se dan la mano. Es conocida por ser la ciudad del Doncel, cuyo sepulcro se encuentra en su espectacular catedral. Sus calles, la plaza mayor y la Casa del Doncel son visitas imprescindibles, pero sería imperdonable pasar por alto su castillo, hoy convertido en Parador. Si viajas desde Madrid puedes aprovechar el Tren Medieval para ir entrando en ambiente.
En lo alto, en una fortaleza del siglo XII construida sobre una alcazaba árabe, se encuentra hoy en día el Parador de Sigüenza. Un lugar que te hace viajar en el tiempo entre piedras, balcones de madera y una capilla románica del siglo XIII. Un precioso comedor abovedado es el escenario perfecto para degustar los platos más tradicionales de la región.
Benicarló: playa, sol y tranquilidad
En la Costa del Azahar, en la provincia de Castellón, Benicarló se deja remojar por las aguas de un tranquilo Mediterráneo. Su casco histórico medieval, plagado de casas señoriales, invita a pasear por sus calles hasta llegar a la iglesia de San Bartolomé, barroca y que bien merece la pena visitar. Pero para encontrar relax, nada como dirigirse al puerto deportivo o disfrutar de sus amplias playas.
Para que la experiencia junto al mar sea completa, el Parador de Benicarló se encuentra en un lugar privilegiado y desde sus jardines podrás oír el rumor de las olas. Como buen Parador, su restaurante se convierte en una de las mejores opciones para disfrutar de la gastronomía local, donde no falta la alcachofa con denominación de origen y los arroces, así como los pescados y mariscos de la lonja.