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Cómo controlar la ansiedad por comer para acabar con el aumento de peso

Un hombre buscando en el frigorífico

Mercè Palau

8 de enero de 2024 05:00 h

“Estoy estresado, necesito algo para picar” o “tengo antojo de chocolate” son algunas de las frases que mejor reflejan cuando una persona acude a la comida para combatir la ansiedad. Conocida también como alimentación emocional, la ansiedad por comer implica usar la comida como un mecanismo para sentirnos mejor. En la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con el hambre física, sino con suprimir o aliviar emociones desagradables, e incluso lidiar con situaciones incómodas. 

Hambre emocional, ansiedad por comer y aumento de peso

La ansiedad por comer ocurre porque, cuando estamos estresados, las glándulas suprarrenales liberan cortisol, la hormona del estrés, lo que favorece la estimulación del apetito y las preferencias hacia alimentos grasos, salados y dulces, que parecen tener un efecto de retroalimentación que amortigua las respuestas y emociones relacionadas con el estrés.

De hecho, se trata de alimentos ‘reconfortantes’ ya que parece que contrarrestan el estrés. Pero en realidad, en la mayoría de los casos, se trata de impulsos que no están relacionados con un estómago vacío o niveles bajos de azúcar en sangre. De acuerdo con una revisión de estudios reciente, la sobrealimentación, la obesidad y los comportamientos poco saludables están asociados con la alimentación emocional. En respuesta al cortisol, el cerebro indica que comamos para prepararnos para una situación estresante. 

Una vez satisfechos los antojos, la ansiedad disminuye y las ganas de comer también, pero el ciclo se inicia de nuevo y la comida se convierte en una respuesta a la ansiedad. Esto se traduce, en la mayoría de los casos, en buscar una segunda ración que brinde un alivio temporal pero que dificulta el control saludable del peso.

El problema es que el alivio y consuelo que se obtiene al comer en respuesta a una necesidad emocional suele ser temporal y se convierte en una barrera para llevar a cabo los períodos dietéticos de restricción calórica y, por tanto, se dificulta la reducción de peso corporal a corto, medio y largo plazo.

Se calcula que, por cada kilo que perdemos, el apetito aumenta cinco veces más de lo que disminuye el metabolismo basal, por tanto, tenemos más hambre y más ansiedad por comer a medida que perdemos más peso.

Quemagrasas para romper el ciclo del estrés y el aumento de peso

Cuando se quiere perder peso puede ser interesante conseguir ayuda con suplementos adelgazantes como los quemadores de grasa. Aunque la mayoría de ellos tienen como efecto común su acción quemagrasas, cuya finalidad principal es favorecer la pérdida de peso, hay algunos que ofrecen otros beneficios adicionales, como los que actúan como potentes supresores del apetito para reducirlo y combatir el picoteo.

En este sentido, y fruto de la necesidad de desarrollar fórmulas avanzadas para ayudar a controlar el hambre y la ansiedad por comer, Detoxify explora estrategias para conseguir una relación más equilibrada con la comida. En este camino hacia una alimentación más saludable está Detoxify ProSlim-20, un quemagrasas destinado a ayudar a controlar el apetito y la ansiedad por comer en periodos de restricción calórica. Muy fácil de tomar, basta con diluir un sobre en un litro de agua y tomar preferentemente por la mañana.

Y lo hace a través de cinco vías distintas: elimina el hambre y la ansiedad por comer; sacia; aumenta la energía, acelera el metabolismo; y tiene efecto prebiótico, lo que ayuda a tener un vientre plano y ofrece un interesante efecto diurético. La suma de extracto patentado de Raíz de Algarrobo CSAT+ y Garcinia Cambogia Hidrosoluble es lo que favorece este efecto.

El primero ha atraído la atención de la comunidad científica por su importante efecto saciante gracias al alto contenido en galactomananos que contiene, lo que permite reducir el apetito y, en sinergia con la Garcinia, ejecutan un potente efecto supresor del apetito, lo que permite controlar el aporte calórico y limitar el aumento de peso. También ayuda a reducir los niveles de ansiedad y a potenciar la calma y la saciedad gracias a incrementar la producción endógena de serotonina en el organismo.

Otro compuesto importante es la L-Carnitina, que favorece un mejor trasvase de los ácidos grasos hacia las mitocondrias para optimizar el efecto quemagrasas y, junto al guaraná, acelerar el metabolismo. 

La ingesta de este quemagrasas debe complementarse con un plan de control de peso y una alimentación saludable así como con la práctica de ejercicio físico de forma regular ya que estos dos componentes son claves y fundamentales a la hora de reducir el estrés y controlar el peso.

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