La movilidad en la era post-covid: más saludable, sostenible, eficiente y equitativa
Entre otros retos globales, la COVID ha puesto de manifiesto la necesidad de transformar las ciudades en espacios más habitables, eficientes y saludables para sus ciudadanos. Una metrópolis sostenible requiere un cambio de paradigma de su movilidad, que incluye los vehículos, las infraestructuras, la configuración urbanística o los hábitos.
Los espacios urbanos son fundamentales en el despliegue de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que adoptaron todos los Estados Miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.
Ciudades como Singapur, Londres, Nueva York o Múnich han optado por una estrategia de crecimiento racionalizado, y de esta manera encabezan el Índice sobre Ciudades Sostenibles, elaborado por ARCADIS en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT). En el cómputo Global del índice, Barcelona se sitúa entre las 30 ciudades más sostenibles del mundo.
Plan de Movilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB)
Desde hace años, pues, la metrópolis barcelonesa apuesta en firme por la sostenibilidad. Prueba de ello es el nuevo Plan Metropolitano de Movilidad Urbana (2019-2024), que la AMB ha elaborado como hoja de ruta estratégica y de actuación sobre movilidad en el ámbito metropolitana y que se ejecutará e impulsará en los próximos años.
El Plan pretende contribuir a la mejora de la calidad de vida en la metrópolis a través del impulso de actuaciones en el ámbito de la movilidad que promuevan la sostenibilidad y la salud, que garanticen el progreso económico y social de la ciudadanía y el territorio de los 36 municipios que conforman el AMB, y fomenten la cohesión social.
De esta manera, alineándose con los ODS de Naciones Unidas, el proyecto busca minimizar los efectos adversos en la salud, con por ejemplo, una reducción del 50 % de los accidentes de tráfico, del 10 % de la mortalidad relacionada a la exposición de niveles de inmisión de dióxido de nitrógeno (NO2) y con el incremento de otro 10 % de los desplazamientos a pie y en bicicleta.
Asimismo, pretende reducir impactos medioambientales con la disminución de un 7 % de las emisiones de CO2, el 35 % de les emisiones de dióxido de nitrógeno, el 30 % de las partículas en suspensión, y rebajar un 50 % a la población expuesta a una baja calidad del aire.
El incremento de la sostenibilidad pasa por la mejora de eficiencia del sistema de transporte. En este aspecto, además de promover el uso de los vehículos eléctricos, el Plan espera situar en un 98 % la puntualidad en los servicios ferroviarios de cercanías y aumentar en más de 10 % la velocidad comercial de la red de autobuses metropolitanos.
Con el fin de conseguir un sistema de movilidad justo y cohesionado, garantizará casi el 100 % de estaciones ferroviarias y el 60 % de paradas de autobuses adaptadas a personas de movilidad reducida.
¿Cómo se consigue una movilidad saludable, sostenible, eficiente y equitativa?
Según el Plan, la nueva movilidad post-covid-19 debe ser saludable, sostenible, eficiente y equitativa. De ahí que incluya 102 medidas recogidas en 6 ejes estratégicos.
El Modelo urbano y redes metropolitanas de movilidad integra aquellas medidas que fomentan un proyecto urbanístico sostenible, así como recoge las actuaciones en infraestructuras prioritarias, como son el incremento de los puntos de recarga para coches eléctricos o el fomento de la intermodalidad en el transporte público mediante el desarrollo de un plan de intercambiadores de autobuses metropolitanos y el impulso de aparcamientos de intercambio metropolitanos (P+R).
Las calles seguras, saludables y equitativas revalorizan el espacio público como espacio de convivencia. De ahí que, sin ir más lejos, se despliegue la Zona de Bajas Emisiones-rondas, y también se dinamice la incorporación de este tipo de zonas a nivel local.
El Transporte público integrador, eficiente y de calidad debería ser la opción escogida por los ciudadanos cuando se desplazan. Por ello, entre las distintas medidas, destaca el desarrollo de carriles bus-VAO en los principales accesos a Barcelona (B-23, C-31 nord i sud, C-245) y otros a nivel urbano, así como mejoras en la regulación de los semáforos que permitan el incremento de la velocidad comercial de los servicios.
El Gobierno eficiente y flexible de la movilidad metropolitana engloba aquellas medidas encaminadas a fortalecer las relaciones y la colaboración institucional entre administraciones y otros organismos.
La Gestión inteligente de la movilidad permite la adopción de nuevos paradigmas de movilidad mediante la tecnología. Como ejemplo del avance tecnológico se encuentra el desarrollo de una plataforma digital para la gestión de la distribución urbana de mercancías.
El Fomento de cambio de hábitos es importante si tenemos en cuenta las graves patologías asociadas al sedentarismo y a la falta de ejercicio físico. Por esta razón, a través de acciones y campañas de sensibilización, se pretende corregir las pautas existentes de movilidad insostenible.