Los chusqueros al poder

Estaba claro. Había que pensar preferentemente en el futuro de España –que acostumbra a ser de derechas- antes que en el del Partido Socialista. Era necesario desalojar de la secretaría general del PSOE a un irresponsable que se atrevió a no facilitar la investidura de Mariano Rajoy, cumpliendo el mandato de su propio partido. Y había que hacerlo, además, dePRISA y corriendo. Y los conspiradores han acabado consiguiendo sus propósitos, gracias a una revuelta palaciega que seguramente pasará a la historia como la rebelión de los “sargentos chusqueros”. Porque algo de chusquería parecía haber en quien se presentaba a las puertas de Ferraz como la “única autoridad” del PSOE, y le faltó poco para añadir aquello de “militar, por supuesto”.

Y eran chuscas las lindezas que el órgano periodístico de la rebelión dirigía a Pedro Sánchez en un editorial memorable, gracias al cual nos enteramos de las maldades que adornan al dimitido secretario general. Porque no estábamos en presencia de un  ser humano cualquiera. Estábamos hablando de un “insensato sin escrúpulos”; de quien sólo aspira a “atrincherarse en el cargo”; de quien “ha mentido sin escrúpulos a sus compañeros”; de quien actúa “en función de sus intereses personales”; y de quien carece de valores y de ideología. ¡Menudo monstruo nos hemos quitado de encima gracias a una rebelión necesaria como la que se ha producido!

Ahora queda por aclarar un pequeño detalle. Y es qué posición van a mantener los vencedores en relación con el futuro Gobierno de España; porque, oficialmente al menos, la posición del PSOE sigue siendo votar no a la investidura de Rajoy. Llegado el caso, y el presidente en funciones volviera a intentarlo, ¿se reafirmarían en el “no”? Y entonces cabría preguntarse: ¿Para esto se ha hecho la revuelta? Y en el supuesto de que rectificaran el mandato del partido y se decantaran por una abstención que facilitara la investidura, la pregunta se transformaría en respuesta. Y podríamos asegurar sin lugar a dudas: ¡Para esto se ha hecho la revuelta! Y ni pregunta ni respuesta dejan especialmente bien parados a los conspiradores.

Y queda por saber, igualmente, si el sorpasso de Podemos que reiteradamente evitó Pedro Sánchez a lo largo de su mandato no se lo van a servir en bandeja quienes ahora ostentan la máxima autoridad del partido, a la vista de cómo lo han cosido a puñaladas. Es lo que suelen tener las conspiraciones de los sargentos chusqueros: que no entran en sutilezas ni en detalles de tal calibre. Ni en preguntarse antes de actuar: ¿y qué pensará de esto la puta base?