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“El corrupto ha hecho en España lo que ha querido”

El juez Elpidio José Silva, en su despacho.

Aitor Guenaga

Bilbao —

El juez Elpidio José Silva (Granada, 1959), suspendido en su trabajo como magistrado tras encarcelar en dos ocasiones al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, reflexiona en esta entrevista sobre la corrupción y quienes la hacen posible. Tranquilo ante su futuro -“no creo que me pase como a Garzón”, aunque en este país cualquier cosa puede pasar“, admite-, arremete contra el Consejo General del Pode Judicial y contra Mariano Rajoy. Pero sobre todo carga contra los corruptos. ”La corrupción genera pobreza“, sostiene. Responde pausado, pero contundente mientras desayuna en Bilbao, tras haber dado la víspera una charla invitado por Izquierda Unida en Euskadi para presentar su último libro.

Pregunta. “España no es un país para jueces”, dice usted en su libro 'La Justicia desahuciada“. En su caso parece que, sobre todo, para los magistrados que encarcelan banqueros.

Respuesta. Un juez de instrucción tiene que tener la posibilidad, cuando investiga temas complicados y sobre todo cuando los imputados son poderosos, de poder trabajar con los medios suficientes, con las reservas suficientes, que no sea atacado por una Prensa que esté de alguna manera confabulada con los corruptos, sin que los corruptos tengan la posibilidad de manipular al Ministerio Fiscal o tener bajo su cabeza un órgano represor y manipulador como el Consejo General del Poder Judicial que puede obstruir o modular permanentemente al Poder Judicial. En esas condiciones, en España no hay Justicia y no es un país para trabajar como juez.

P. Tras investigar lo sucedido en Caja Madrid, hasta ser apartado como juez, usted habla de lo ocurrido allí como un “crimen corporativo”.

R. Hay indicios que se deben investigar, sí, hay sospechas fundadas y pruebas de que puede haber un crimen organizado corporativo y continuado. Efectivamente.

P. De hecho, está trabajando en un nuevo libro en el que va a profundizar sobre ese asunto. ¿Qué es lo que no quieren que se sepa y quiénes son esas personas que quieren echar tierra sobre el caso Caja Madrid?

R. No nos referimos solo a Miguel Blesa o a parte del consejo directivo de Caja Madrid, del comité financiero, del comité de riesgos y de algunos directores generales. No se trata solo de esos porque el tamaño de lo que se ha organizado va mucho más allá. Lo que no se quiere saber es que mediante esa gestión desleal y ese fraude empresarial se han podido llevar por delante la tercera entidad financiera del país, provocando un rescate bancario que no sabemos a día de hoy hasta donde llega. Tenemos, además, el rescate de la deuda empresarial y se ha planteado ya un tercer rescate de Iberdrola, anunciado por Ignacio Sánchez Galán, que hace referencia al déficit de tarifa en relación con la titulización de déficit de tarifa eléctrica. Todos estos rescates están conectados con el primer rescate bancario. Y esto llevaría al país a una situación catastrófica.

P. Usted ha asegurado que España estuvo en quiebra durante siete días y con un Gobierno que “no se enteraba de nada”.

R. Hubo una semana trágica donde la Dirección General del Tesoro estuvo en una situación muy difícil con un país en quiebra técnica que entraba en suspensión de pagos porque a España, con una prima de riesgo disparada, no le prestaban dinero.

P. Pues el presidente Mariano Rajoy no lo ve así. De hecho, se sube a la tribunal del Congreso y muestra su hoja de servicios por haber evitado el rescate total de España durante su primer año de legislatura.

R. Los españoles ya nos hemos acostumbrado, desgraciadamente, a que determinados políticos lo único que saben hacer es mentir. Los españoles lo tienen descontado. Esto forma parte de la tragedia de la clase política española. Mientras Sarkozy salía a principios de 2009 diciendo que Francia se enfrentaba a una de las situaciones más díficiles de su historia, aquí Zapatero decía que no pasaba nada, que España estaba bien y que teníamos uno de los sistemas financieros más fuertes del mundo. Mi opinión es que en el caso de Zapatero era por ignorancia. En el caso de Rajoy es porque miente. Rajoy juega solamente a los intereses de un 0,1% de la población. Sabe perfectamente que el fin de la recesión no es el fin de la crisis, que es la desmoralización social, los más de 6 millones de parados, un 30% de economía sumergida, con una insuficiencia de política tributaria escandalosa y con una situación de que no hay luz al final del túnel en estos momentos. Eso es crisis, si a eso él no le llama crisis, es que vive en otra dimensión, que es la del 0,1% de la población.

P. En ese contexto que describe, ¿noticias como las que hemos conocido recientemente relacionadas con el exbanquero Rodrigo Rato, qué le parecen? Visto sobre todo hasta dónde ha llegado el expolio de lo público.

R. La sociedad cuando ve que malos gestores públicos que acaban siendo malos gestores financieros, sin embargo no dejan de ser contratados, por cifras astronómicas, por determinadas corporaciones, la sociedad lo que se da cuenta es de que algo raro pasa. Yo cuando tengo una empresa pago mucho dinero por alguien bueno, no a alguien que lo ha hecho muy mal. No hacen falta expolíticos para gestionar empresas. Habría que empezar a plantearse si hay aquí alguna alerta que haya que investigar. Tenemos que saber para qué se contrata a estas personas. No digo que sea ilegal. Hay que prohibir a los políticos que cuando salen de su cargo puedan pasar a una corporación que esté dentro del círculo de intereses de lo que ha sido su gobierno. No solamente su ministerio, de su gobierno. Esto hay que prohibirlo por una periodo de 15, 20 o 10 años.

P. Donde sí ve luz en el túnel es en la respuesta que puede dar la sociedad, la ciudadanía. ¿Cree que el ciudadano puede dar la vuelta a la situación?

R. El poder siempre es ciudadano, porque la ciudadanía desempeña puestos de trabajo en la burocracia, en el Banco de España, en la CNMV,en la Dirección General del Tesoro, eso está lleno de funcionarios públicos y podían formar red para impedir y denunciar lo que ocurre. Yo tengo contacto con 600 empleados de entidades financieras que quieren llevar a cabo medidas, se van formando plataformas ciudadanas con las distintas areas afectadas en el ámbito judicial, informativo, de movilización de calle. Y esto va a empezar ahora. Quiero impulsar la Red Contra la Corrupción (RCC) que ponga en marcha mecanismos de promoción, de creación de este tipo de acciones en todos los ámbitos: legales, administrativas y a nivel de medios para que se desarrolle. Lo que ha pasado en España es que el corrupto ha hecho lo que ha querido. Y esto hay que pararlo. Se ha crujido al ciudadano, incluso diciendo que les debemos 30.000 millones de euros del pago del recibo de la luz. Cuando le digamos a Europa que tenemos un problema: nos tenéis que rescatar porque no sabemos hacer el recibo de la luz, no sé con que cara nos van a mirar.

P. Usted sostiene que si en un país no funciona el equilibrio de poderes, no hay democracia. ¿Hay en España equilibrio de poderes?

R. No, en España no hay más que concentración de poder, en muy pocos despachos. No creo ni que lleguen a 50. 50 despachos manejan el país bajo criterios más o menos anárquicos y de guerra dentro de esos grupos y de determinadas organizaciones políticas y ámbitos corporativos.

P. ¿La corrupción en España estaría entonces mucho más extendida de lo que la gente puede imaginar?

R. La corrupción aquí está mucho más extendida de lo que podemos aceptar. Creo que aunque nos la presentaran no lo creeríamos. España es un país que no condena a los malos gestores, no hay controles preventivos. ¿Qué pasa entonces? Que el inversor ve todo lo anterior y decide que a ese país no va con su dinero, porque lo cogen y se lo pulen, se queda sin nada de dinero. O va pero compra a bajo precio, a saldo, de forma que la rebaja de precio le compensa el nivel de riesgo. Y al final entramos en lo que yo denomino la prima de riesgo de inseguridad jurídica por la corrupción. Que no está valorada, pero existe. Y todo esto hace que el país valga menos, esté más empobrecido. La corrupción genera pobreza. ¿Y al final, quién va a invertir ahí? El corrupto, porque conoce las reglas para manipular.

P. ¿Si pudiera echar la moviola para atrás en el caso Caja Madrid, actuaría igual?

R. No me arrepiento de nada. Actuaría más rápido si cabe. A veces pienso que tendría que haberle embargado [a Blesa] todos sus bienes antes de ingresarle en prisión. Estuve lento, ese sí puede ser el error, pero no pudimos ir mas rápido. Pero el desenlace de todo esto tiene que tener relación con lo que yo estaba investigando. Eso es lo importante. Hay muchas personas relacionadas con el caso que aun no se conocen o corporaciones o grandes empresas. Habrá que buscarlas por Miami.

P. El CGPJ le ha apartado temporalmente de la carrera judicial. Sospecha de prevaricación. ¿Acabará usted como el juez Baltasar Garzón?

R. No creo que me pase como a Garzón. Todo lo que hicimos fue impecable. El Tribunal Supremo me ha dado ya la razón, en materia disciplinaria, diciendo que todo lo que se practicó en materia de pruebas por el instructor Calvo estaba mal hecho. Ha puesto en marcha la práctica de todas esas pruebas, lo que nos va a llevar a la absolución en el ámbito disciplinario. Y, por otra parte, sobre mi pesa una acusación que es digna de mofa y risa: si se me condenara con eso no sé adónde íbamos a ir a parar. Pero todo es posible, y de todas maneras todavía tiene que confirmarlo el Tribunal Supremo. La historia mía no tiene nada que ver, incluso a nivel procesal, con la del juez Garzón.

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