Bernardo Atxaga: “Estoy dispuesto a hacer una cuestación para que no gane la extrema derecha”
No es la primera vez que José Irazu Garmendia (Asteasu, Gipuzkoa, 1951), más conocido como Bernardo Atxaga, acude al festival Gutun Zuria que se celebra en Azkuna Zentroa, en Bilbao. Llega tras inaugurar el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastían con El hijo del acordeonista, adaptación al cine de su novela homónima dirigida por Fernando Benués. Se trata de una película que cuenta la historia de dos antiguos militantes de ETA: David, que se está muriendo, y Joseba, su amigo de la infancia que acude a despedirse de él a California. En palabras del autor, el libro trata sobre “el efecto de la violencia, la represión y los golpes en el interior”, en las relaciones entre amigos, familiares, entre comerciantes y clientes, en las calles. Atxaga no cree en la palabra “perdón”. En su lugar, confía en que “una vez dicha la verdad todo el dolor puede empezar a cauterizarse”.
Durante la entrevista no quiere hablar de ciertos partidos políticos porque asegura que “cada vez que lo mencionamos le damos voz”. Aun así, incide en que “está seguro de que van a fracasar”. Es claro y conciso: “ a cualquier político que salga en televisión no le daría ningún voto”. Sobre las próximas elecciones, también es firme y espera que los jóvenes se mantengan alejados de las urnas.
¿En qué momento se encuentra la literatura vasca?
Si hace 40 años me haces esta pregunta, como había tres escritores y medio, pues era fácil porque dependía de la calidad de esos tres escritores y medio. Pero hoy en día escriben cientos de autores realmente. Así que es muy difícil decir cual es la situación. Yo creo que es una situación ligeramente mejor que para las literaturas de otros paises, porque esta comunidad, por la historia de la lengua y por la historia política, protege mucho a los escritores y a los artistas en esa lengua. Ser escritor en euskera en el País Vasco es quizá mejor que ser escritor en castellano en Córdoba.
¿Extraña algo de su vida anterior a la literatura?
En mi vida anterior a la literatura era adolescente, de modo que lo que extraño quizá sean los bailes.
El hijo del acordeonista. Usted ha dicho en alguna ocasión que “hay gente que se enfadaría” viendo está película. ¿No nos gusta hablar de lo que pasó?El hijo del acordeonista
Ocurre que -voy a inventar una palabra en castellano- hay 'enfadistas' profesionales. Hay gente que para ellos su profesión es estar continuamente enfadado. Por lo visto, viendo la televisión o viendo algunas películas han aprendido incluso a poner el gesto digno del que se enfada. Según mi experiencia, la mayor parte que se enfada constantemente, a parte de ser unos pesados, son gente infantil. Dicho eso, el que ante el 'Hijo del acordeonista' se enfade, que los habrá, quizá lo que más me preocupa es el otro estreno. Cuánta gente se emocionará al ver la película. Yo espero que sea mayor el número de la gente que se emociona que la que se enfade.
Hace unos días el presidente de México exigía que España le pidiera perdón por la conquista. El año pasado ETA dijo que lamentaba el daño causado y pedía perdón a parte de las víctimas. ¿Es importante pedir perdón?
Perdón, mucha gente lo ha dicho, es una palabra que viene del léxico de la Iglesia. Es un léxico que se relaciona con la religión católica. Siempre ha habido un concepto del pecado, pero yo prefiero ser más clásico, en el sentido de que de lo que hay que hablar es siempre de la verdad. Lo que me interesa es que la verdad aflore, que la verdad se pueda leer, se pueda ver, se pueda hablar. Yo confío mucho en que una vez dicha la verdad todo el dolor puede empezar a cauterizarse. Esos otros conceptos de perdón que se asocian a la religión, son puramente retóricos. Son palabras que no valen para nada. Todos hemos sabido que en la Guerra Civil española, se bombardea Gernika, mueren civiles....y lo bombardea gente que luego va a misa a diario o que se acoge a esa doctrina de la Iglesia. Vemos que ese tipo de actitudes es pura retórica. Necesitamos acciones, acciones como escribir, leer... Acciones que nos lleven a la verdad. Lo que importa es la naranja y no el papel seda que envuelve a la naranja.
¿Cree que existe una guerra entre la industria del cine y la cultura y la derecha española?
Es igual que exista porque creo que por mucho que una derecha 'retrógada', una derecha cuya filosofía debe ser un poco como la que existía en algún desierto entre el siglo XI y XII, esta gente retrógrada ya puede decir misa, nunca mejor dicho, porque el cine y la cultura siempre saldrán adelante. El arte puede pasar por momentos críticos pero jamás muere, es inmortal. Eso se ve clarísimamente en la Alemania nazi cuando queman cuadros. También quemaron libros en euskera en Tolosa cuando entraron los nacionales, hicieron una hoguera con ellos y ahora se siguen publicando libros en euskera, se sigue haciendo cine. No hay que tener miedo, el arte es inmortal y el espíritu humano es inmortal. Esas son fuerzas vivas en tanto que las otras son... Hay ideologías que son como abscesos de pus. Se han quedado ahí incrustados y molestan y, a veces dan fiebre, pero no tienen futuro.
“El espíritu humano es inmortal”
¿Se está convirtiendo la política en un esperpento?
Ya debimos sospechar algo de cómo venían cuando vimos que en Estados Unidos llegaba a presidente un actor. La televisión tiene algo perverso. Lo perverso de la televisión es que deshace las distancias, es decir, una persona que está lejísimos la vemos a dos metros y eso da una impresión de cercanía y sabe el que habla que el otro lo va a ver en esa cercanía. De forma que puede hacer lo que los franceses llaman 'grimace'. Aspavientos. Puede poner cada de bueno, puede apelar a la confianza del otro, y eso es perverso porque eso es falso. Entonces cuando salen en televisión tal o cual político que está lejísimos de los problemas de la gente o lo que sea y claro, de repente cuenta un chiste y parece que está cercano. Hay que tener la suficiente educación; es rarísimo que en las escuelas no se enseñe a ver televisión. Es increíble. No lo puedo entender cuando es el elemento crucial de nuestra vida. Entonces, cuando ven televisión se confunden y probablemente acaban votando a sus enemigos naturales. Es así. Yo a cualquier político que salga en televisión no le daría ningún voto. Ahora, si luego veo que ha escrito algo o que va a hacer alguna cosa, entonces ya le daría la confianza. Pero antes no porque me ponga caritas en la televisión o toque la guitarra en la televisión. Hace muy mal en tocar la guitarra en la televisión, el que tiene que tocar la guitarra es, yo qué sé, Kiko Veneno.
¿Qué opina de que los toreros se lancen a la política?
Es lo de siempre. Se necesita gente que dé bien ante la cámara y cuanto más famosa sea la persona mejor da, porque la gente todavía cree que es más cercano, parece que lo conoce de verdad. Algo muy significativo es que a las estrellas de televisión la gente les llama por nombre de pila, es curiosísimo, como si fueran de su pueblo, su vecino. Si fuera realmente tu vecino sabrías de qué pie cojea, podrías ser crítico con él. Una persona que está ahí, que está lejísimos, pero que parece que está cerca. Pues ahora vendrá un torero y mañana meterán a una artista del trapecio y pasado convencerán a esa actriz esplendorosa. Insisto en la naranja, eso no es la naranja, es el papel de seda que lo envuelve. Hay que mirar la naranja. Pensiones, sistema de salud, trabajo, todo depende de la naranja y no del papel seda.
¿Qué teme de las próximas elecciones?
Temo a la derecha, a esa derecha que en un eufemismo digno de mejor causa llaman 'conservadores'. Como si la derecha que vemos en televisión, los canales de Madrid, que sólo hablan de Madrid para toda España, eso nos ha dado una terrible centralización...Pues parece como que esa derecha fuera lo mismo que los conservadores ingleses o escoceses. Quien crea eso puede creer cualquier cosa, puede creer en Objetos Voladores No Identificados porque realmente la derecha de aquí está muy cerca de la extrema derecha y siempre lo ha estado. Lleva muchos años estando cerca la extrema derecha. Entonces lo que no quiero es que gane una derecha. Casi estoy dispuesto a hacer una cuestación o algo para que no gane la extrema derecha que ya digo es lo mismo que la derecha.
¿Y qué espera?
Lo que espero es que muchos jóvenes no voten y se mantengan en guardia.