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Entrevista Representante de la asociación de escuelas infantiles privadas Giarbi

Eder Zaldivar: “Todo lo que suena a privado es demonizado, pero las escuelas infantiles no somos un negocio”

Eder Zaldivar, representante de la asociación Giarbi de escuelas privadas infantiles

Maialen Ferreira

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En la actualidad, en Euskadi, el 32% de los centros de educación infantil de 0 a 3 años son escuelas privadas que forman parte de la asociación Giarbi. Hay un total de 77 repartidas por todo el territorio que cuentan con 4.200 alumnos frente a los centros públicos que forman parte del Consorcio de Haurreskolak, que incluye las Haurreskolak y las escuelas municipales y que, en estos momentos, cuentan con 4.064 alumnos. Cabe destacar que estas últimas solo dan clase a menores de 0 a 2 años, puesto que en el sistema educativo vasco el ciclo está fragmentado.

El pasado septiembre el Consejo de Gobierno aprobó las ayudas económicas correspondientes al curso 2021-2022 que destinaban 24.595.000 euros a los centros infantiles privados que hay en Euskadi. Según señalaron desde el Gobierno vasco, la finalidad de estas ayudas era “contribuir al mantenimiento de estos centros educativos, disminuir y homogeneizar las cuotas de las familias usuarias de sus servicios y mejorar la calidad de la atención educativa”.

Eder Zaldivar representa a la asociación Giarbi, compuesta por algunas de estas escuelas infantiles, que según recalca “no son negocios” a pesar de las críticas recibidas por parte de algunos sindicatos que denuncian que las subvenciones otorgadas por el Gobierno vasco favorecen “la privatización salvaje” de estas escuelas. “Las ayudas que recibimos suponen 1.658 euros por alumno. Sin embargo, el presupuesto de Consorcio de Haurreskolak es de 60 millones de euros y la ayuda que reciben es de casi 15.000 euros por alumno. Esto es 10 veces más que la que nos conceden a nosotros. Por eso nos sorprende que digan que nos lucramos, porque somos emprendedores vocacionales”, defiende Zaldivar al comparar las subvenciones que recibe la educación pública con las que recibe la privada por parte del Gobierno vasco.

¿Cómo ha afectado el descenso de la natalidad a las escuelas infantiles?

Nos ha afectado mucho. Desde el año 2008 la natalidad ha ido disminuyendo de forma progresiva y el número de alumnos tanto en escuelas públicas como privadas ha ido disminuyendo. Nuestros centros ahora mismo acogen alrededor de 4.200 alumnos. Eso se ve reflejado también en la disminución de las ayudas que nos otorgan en cada curso. En el año 2013 la ayuda rondaba los 33 millones de euros y este año ha sido de 24,5 millones de euros. No solo nos afecta la caída de la natalidad, también nos ha quitado alumnado el hecho de que se ampliaran las bajas de maternidad y paternidad, que a pesar de ser un avance muy importante, nos ha hecho daño en el aula de 0 a 1 años.

Algunos sindicatos critican que la falta de alumnos ha ocasionado el cierre de aulas en centros públicos. Una situación que, según critican "fomenta la segregación". ¿Qué opinión tienen en Giarbi al respecto?

Es un problema que tienen todos los centros, no solo los públicos. Nosotros también hemos perdido aulas y no siempre se abren todas, depende de cada centro y la capacidad que tiene. Lo que ocurre es que en algunos municipios la caída de la natalidad ha sido más significativa y, por tanto, el impacto ha sido mayor. Por otro lado, creemos que hay centros de Haurreskolak que no recogían los criterios de natalidad, algunos han abierto muchas aulas y estaban por encima de la necesidad de plaza de esa zona. Entendemos que eso se debe a que quizás se abren más aulas de las que se necesitan. Igual en su día daban servicio a todo el alumnado disponible, pero con la caída de la natalidad se han quedado con aulas vacías, es algo lógico.

Las ayudas que reciben las escuelas infantiles sirven, pero no son suficientes

Otra de las críticas de los sindicatos es que las subvenciones del Gobierno vasco favorecen una "privatización salvaje" de las escuelas infantiles. ¿Cómo ve esta situación?

Nos sorprende bastante. Creo que no hay una visión completa de lo que es el ciclo 0-3 y lo que son nuestros centros autorizados. Nosotros tenemos prácticamente el mismo alumnado que tiene el Consorcio de Haurreskolak, pero de la ayuda anual del año pasado, que fue de 24,5 millones de euros, nuestros centros solo recibieron 7 millones. El resto de ayudas van a los centros concertados que tienen aula de 2 años. Las ayudas que recibimos suponen 1.658 euros por alumno. Sin embargo, el presupuesto de Consorcio de Haurreskolak es de 60 millones de euros y tienen 4.064 alumnos con una ayuda de casi 15.000 euros por alumno. Esto es 10 veces más que la que nos conceden a nosotros. Por eso nos sorprende que digan que nos lucramos, porque somos emprendedores vocacionales que creamos más de 1.000 empleos en Euskadi. Las ayudas que recibimos nos sirven para seguir adelante y cubrir costes pero no son suficientes, por eso nos parece injusto que nos califiquen así. Hay una frase que nos define muy bien, que es: “Somos profesionales vocacionales, nuestras organizaciones no son grandes empresas, pero sí grandes trabajos”. Somos necesarios, somos complementarios y no somos competidores de nadie. No merecemos que se nos demonice de esa manera y que se nos meta en el saco de que somos un negocio.

Los pocos beneficios que se obtienen en las escuelas infantiles son para reinvertir, no van al bolsillo

¿Por qué cree que, como usted dice, que se les relaciona con un negocio?

Porque la intención es generar cierta alarma y repercusión mediática. Si se analiza bien el ciclo de 0-3 en Euskadi, se ve que es un ciclo fragmentado que recibe un importe de ayudas de 24,5 millones de euros y que solamente son 7 para el aula de 0 a 3 y el resto es para el aula de 2 años de los centros concertados. Creo que es un tema que no se ha profundizado, si se hiciera y se conociera a nuestro sector de primera mano se pensaría diferente. El problema es que todo lo que suena a privado, es demonizado, pero las escuelas infantiles no somos un negocio. Los pocos beneficios que se obtienen son para reinvertir, no van al bolsillo.

También se critica el hecho de que las instalaciones en las escuelas públicas sean tan distintas a las de las privadas y concertadas, que incluso contienen hasta piscina o pistas deportivas. ¿Qué opina al respecto?

Nosotros estamos hablando del ciclo 0-3, no del resto de ciclos educativos. Nosotros cumplimos con los requisitos mínimos para ser escuelas infantiles que incluyen el número de las aulas que debe haber, el tamaño de cada aula, la ratio o el número de alumnos, entre otras cuestiones, como los requisitos lingüísticos o económicos que debe contar cada centro. Todo eso tiene recibir el visto bueno del Departamento de Educación y de cada Ayuntamiento del municipio en el que se ubique el centro. Los requisitos son los mismos tanto para los centros públicos como para los privados y concertados.

¿Entonces no existen mejoras en cuanto a instalaciones en los centros privados que componen Giarbi en comparación con los centros públicos?

Hay unos requisitos mínimos que cumplir, pero es verdad que cada centro es un mundo y cada uno tiene sus propias características. Algunos centros tienen patio exterior, pero otros al estar en una zona urbana lo tienen más complicado y tienen patio interior. Depende de cada municipio. ¿Qué instalaciones son mejores? Los requisitos son los mismos para todos, a partir de ahí cada centro tendrá unas instalaciones u otras, y eso, depende de lo grande que sea y dónde esté tendrá un coste.

¿En las escuelas infantiles que forman parte de Giarbi hay algún tipo de prioridad a la hora de acceder a los centros, como por ejemplo el hecho de que sea familiar de un exalumno o que pertenezca a una cooperativa?

No hay requisitos de entrada, pero cada centro puede decidir si aplica descuentos, por ejemplo, si son exalumnos o si son familias numerosas. Eso queda a criterio de cada centro.

Si las escuelas infantiles van a ser gratuitas entiendo que el presupuesto destinado a 0-3 va a ser superior al que ha sido durante estos años

Según avanzó el Departamento de Educación del Gobierno vasco el pasado diciembre, las escuelas infantiles de 0 a 2 años serán gratuitas en Euskadi en 2023. ¿Qué implica esto para las escuelas que forman parte de Giarbi?

Todavía no sabemos nada. No conocemos la letra pequeña, porque todavía el Departamento de Educación no nos ha dicho nada de forma oficial. Estamos a la espera de que se nos informe.

¿Pero afectaría de alguna manera el hecho de que las escuelas infantiles sean gratuitas?

Depende. Si es gratuito, entiendo que debe tener una repercusión en los presupuestos. Todo lo que no se abone a través de cuotas debería complementarse, porque las cuotas al final lo que hacen es complementar las ayudas que nos dan. Las cuotas se han reducido en los últimos años porque las ayudas han sido mayores, pero si estas se reducen eso puede repercutir en las cuotas. Si van a ser gratuitas entiendo que el presupuesto destinado a 0-3 va a ser superior al que ha sido durante estos años.

¿Cómo están afrontando la pandemia las escuelas infantiles?

Aplicamos los protocolos que indican el Departamento de Educación y Osakidetza. En nuestros centros todavía son más estrictos porque trabajamos con alumnos que no utilizan mascarilla. Todo el material y los EPIs que tenemos son pagados por los centros. No hemos recibido ninguna ayuda por la COVID-19 en los dos últimos años y eso que fuimos los primeros después del confinamiento en abrir para acabar el curso en junio de 2020 porque así nos lo pedían las familias. Creemos que hemos hecho un buen trabajo, pero nos ha afectado el sobrecoste tremendo y el hecho de que haya familias que a raíz de la pandemia hayan dejado de matricular a sus hijos en escuelas infantiles tanto públicas como privadas.

¿Cuál es la situación actual de las aulas y el profesorado en cuanto a contagios de COVID-19 se refiere?

No lo sabemos. Cada centro tiene su control. Desde el Departamento de Educación, en un primer momento, nos pidieron que fuésemos rellenando unos datos para registrar cuántos alumnos estaban confinados, pero más tarde dijeron que en el ciclo 0-3 no hacía falta. Entonces, se dejaron de completar. Estoy seguro de que este mes de enero ha sido un mes complicado en las escuelas infantiles, tanto públicas como privadas.

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