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Elkarrekin Podemos-IU, PNV y PSE-EE “condenan” entre la polémica y sin EH Bildu, Vox y PP el ataque a la sede morada de Cartagena

Sede de Podemos en Cartagena

Iker Rioja Andueza

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A instancias de Elkarrekin Podemos-IU, esta coalición, PNV y PSE-EE han presentado esta martes en el Parlamento Vasco un texto de “condena” del ataque ocurrido el pasado 2 de abril en Cartagena (Murcia) contra la sede de la formación morada y, en general, contra la violencia de la extrema derecha o cualquiera con motivaciones políticas. La resolución, sin embargo, nunca adquirirá el rango de declaración institucional por falta de unanimidad. Vox ni siquiera ha participado en las conversaciones para su definición, PP+Cs no quiso entrar en un posible pacto con EH Bildu, según las fuentes consultadas, y la izquierda abertzale ha revelado que el texto original, a su juicio, era más contundente contra el “fascismo” mientras que la versión final “amplía y desvía el foco” hacia los ataques en general.

Se da la circunstancia de que, hasta la fecha, iniciativas similares habían contado con el concurso de PNV, PSE-EE, Elkarrekin Podemos-IU y también de EH Bildu. Así ocurrió con el pacto para minimizar la capacidad de presentar iniciativas o en el recorte de tiempos para la recién llegada parlamentaria de Vox tras las elecciones de julio del año pasado o cuando se optó por no dar la réplica a la ultraderecha en algunas iniciativas simbólicas. Pero en este caso ha habido un matiz terminológico que ha entrado en juego. De la primera a la última versión del texto, según ha trascendido, se ha modificado también la palabra “rechazo” por la de “condena”. En este contexto, el partido morado ha metido en el mismo saco a EH Bildu, PP y Vox en sus redes sociales.

En Radio Euskadi, Arnaldo Otegi ha mostrado su desazón por que “un ataque a una sede de Podemos en Cartagena” se haya convertido en “arma arrojadiza” contra la izquierda abertzale y ha hablado de “un cierto interés político”. En un comunicado posterior, el grupo parlamentario de EH Bildu -que ha remarcado que estos hechos se produjeron hace ya dos semanas- ha apuntado directamente a la “intervención de PNV y PSE-EE” en los cambios respecto al formato inicial planteado por Elkarrekin Podemos-IU. “EH Bildu -ha querido zanjar Otegi- está en contra de los ataques a todas las sedes de partidos políticos”.

En cuanto a PP+Cs, sus portavoces han explicado que no toca “forzar el procedimiento” ya que este debate “debe residenciarse en la Asamblea de Murcia” mientras que el Parlamento Vasco debería pronunciarse sobre incidentes que se produzcan aquí. “Nosotros hemos condenado, condenamos y condenaremos todos y cada uno de los ataques perpetrados en toda España contra las sedes de los partidos políticos”, explican fuentes de la alianza entre ‘populares’ y naranjas. Otras voces parlamentarias, en cambio, destacan las reticencias de PP+Cs por un posible acuerdo que incluyera a EH Bildu. Ni siquiera el ‘no’ final de la izquierda abertzale ha posibilitado el entendimiento.

¿Y Vox? “Los firmantes hacen un ejercicio de cinismo político extremo al acusar sin pruebas a determinadas formaciones políticas”, ha criticado su única parlamentaria, Amaia Martínez Grisaleña, que ha asegurado que hay “otras violencias” que padece su partido que no están siendo condenadas con la misma intensidad. Vox, según su portavoz, “no se reconoce en el término extrema derecha” y, dándole la vuelta a la tortilla, Martínez Grisaleña ha considerado que la formación extrema, en este caso desde la izquierda, es Podemos. Le ha señalado por “alimentar la violencia contra otras formaciones políticas. Hace del enfrentamiento su principal herramienta de acción política”.

En medio de la polémica, PNV y PSE-EE -partidos de Gobierno en Euskadi- se han limitado a leer el texto junto con Elkarrekin Podemos-IU y a defender su utilidad. Joseba Díez Antxustegi, parlamentario nacionalista, ha indicado que su formación actúa igual cuando lo atacado es un 'batzoki', una casa del pueblo socialista o cualquier sede. Eneko Andueza, portavoz socialista, ha incidido en la necesaria “repulsa” y “condena” a las “agresiones injustificables contra la libertad y la pluralidad”.

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