Medio centenar de funcionarios interinos se incorporará la próxima semana a las cárceles vascas

La consejera de Justicia del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, ha anunciado que la próxima semana podrían incorporarse a las prisiones vascas 55 nuevos funcionarios interinos, una medida transitoria hasta la convocatoria de la Oferta Pública de Empleo (OPE) prevista para 2024. Artolazabal, que este martes ha comparecido ante los medios de comunicación tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, ha informado de que este pasado lunes se publicó la resolución sobre la apertura de una bolsa de trabajo de 55 plazas para funcionarios de prisiones interinos.

La consejera ha explicado que se espera que estos trabajadores puedan incorporarse a los centros a sus centros de destino entre los días 16 y 20 de enero. En todo caso, Artolazabal ha reconocido que mientras no esté en marcha un concurso-oposición --cuya convocatoria se prevé para 2024-- “es complicado dar solución a las necesidades de personal” de las prisiones de Euskadi.

En su intervención, la consejera se ha referido a los incidentes registrados en las últimas semanas en la prisión de Martutene (Gipuzkoa), en la que ha reconocido que el mes de diciembre fue “intenso” en cuanto a este tipo de situaciones.

Uno de estos incidentes -según ha indicado- se produjo cuando dos internos “reaccionaron violentamente” cuando se les comunicó que iban a tener ciertas limitaciones por su “comportamiento agresivo incluso con el resto de los internos”. El otro caso fue una agresión de un interno a un funcionario, que sufrió heridas leves.

Artolazabal ha explicado que, por las propias características de estos espacios y de los presos, este tipo de incidentes “violentos” son “habituales” en las prisiones. De todas formas, ha subrayado que en estos casos se responde “con celeridad y con firmeza”.

Por ese motivo, ha lamentado que haya quien permanece “empeñado” en trasladar una imagen “caótica” y “catastrofista” de las prisiones de Euskadi, algo que --según ha destacado-- no se corresponde con la realidad, pese a que tanto el número de presos como la “complejidad” de los perfiles de los reclusos “está aumentando”.