El principal sindicato de la Ertzaintza se movilizará contra el nuevo consejero Erkoreka desde enero y de manera “indefinida”

El principal sindicato de la Ertzaintza (Erne) ha decidido retomar las movilizaciones contra el Departamento de Seguridad desde enero y de manera “indefinida”. “Se han acabado ya los 100 días de gracia de Josu Erkoreka”, asegura el secretario general, Roberto Seijo, sobre el nuevo consejero y también vicelehendakari, que asumió el cargo en septiembre. “Está haciendo buena a Estefanía Beltrán de Heredia. Vemos imposiciones y negaciones en 100 días y los ertzainas vamos a ser los únicos funcionarios que ven recortados sus salarios en el año 2020”, abunda el dirigente sindical, que augura que serán muchos los plenos del Parlamento en que recibirán a gritos a los responsables de Seguridad, como ocurrió en legislaturas anteriores.

En principio, la primera protesta convocada es para el 28 de enero ante la puerta de la Cámara y el lema elegido es “Este Gobierno putea y discrimina a la Ertzaintza”. Preguntado por los motivos, Seijo alude a que no atisban un convenio en el horizonte “hasta 2022”, que sigue pendiente de desarrollo pleno la denominada carrera profesional horizontal -un sistema de primas por formación, bajo absentismo y otros indicadores de productividad- y a que se están imponiendo calendarios de trabajo. “Beltrán de Heredia lo hizo una vez en ocho años y éstos van tres en pocos meses”, incide Seijo. Cita también el “incumplimiento” del plan de modernización de la Brigada Móvil (antidisturbios) pactado tras la muerte de un agente en un operativo en San Mamés y a que la cascada de jubilaciones sigue mermando la plantilla. “En el verano habrá 7.000 efectivos de 8.000”, apunta el líder de Erne. En la Policía, a diferenciada de en Educación y en Sanidad, no puede haber interinos. En todo caso, se han anunciado ya 751 plazas para ertzainas (700) y agentes locales (51), que ingresarían en los respectivos cuerpos en 2022.

Erne asegura que combinará las movilizaciones con la negociación y abre la puerta a que otros sindicatos se puedan sumar al cambio de estrategia. Sin embargo, se da la circunstancia de que 2021 es año sindical en la Ertzaintza, lo que seguramente condicionará tanto las relaciones de las centrales con el equipo de Erkoreka como también las que se den entre ellos. En 2017 Erne obtuvo el 38,7% de los votos y 50 delegados, Esan quedó segundo con 18 y un 27,75% y ELA -el único sindicato no corporativo ya- sumó el 12,71% de los apoyos y 9 representantes. Por detrás quedaron Euspel y Sipe.