Tres años después, las UCI de los hospitales vascos no tienen ningún paciente crítico con COVID-19

Ahora que la información epidemiológica de la COVID-19 ha quedado fuera de foco en un día a día sin restricciones, los datos de este lunes del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) recogen un hito sin precedentes en los tres años largos que viene durando la pandemia, que formalmente no se ha desactivado en el mundo. No hay ningún paciente crítico ingresado por los efectos del coronavirus en las UCI de los hospitales vascos. Después de los picos del confinamiento, las sucesivas oleadas del virus llevaron a la tensión a la Sanidad pública con hasta 200 camas ocupadas solamente para esta patología.

Eso sí, en paralelo se ha registrado un ligero incremento de hospitalizados en planta por esta enfermedad. De 47 hace un mes se ha subido a 70. Con todo, son cifras muy alejadas de los cerca del millar que llegaron a precisar atención hospitalaria en el peor momento desde el confinamiento, la oleada de ómicron en la Navidad de 2021. La media diaria de ingresos es actualmente de 9, según los datos de la última semana.

El último informe de Osakidetza -que en apenas un mes ha rectificado y hará estas entregas mensuales y no quincenales, como había prometido- muestra que los fallecidos son ya 8.543. Ha habido 13 decesos de personas que habían contraído el Sars-Cov-2 en las últimas dos semanas, aunque se estima que en seis casos el virus no fue la causa principal y única. La letalidad también ha experimentado una fuerte caída en lo que va de 2023. En cuanto a la incidencia, la transmisión oficial es de 26 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, dentro de los umbrales admisibles. Eso sí, la media esconde un desequilibrio entre el dato de Álava, que es más alto (42 puntos) y el de Gipuzkoa (que apenas llega a 16).