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Algunos trucos para el ahorro doméstico

Créditos instantáneos sin papeles

Muchas veces uno no consigue organizarse bien y llega justo a fin de mes, o simplemente tiene la impresión de que está gastando más de lo que debes en cosas que a veces pueden no ser imprescindibles. Es más común de lo que nos queremos imaginar: tirar de tarjeta de crédito sin controlar bien los gastos ni nuestro saldo y llevarnos una sorpresa cuando vemos los números de nuestra cuenta. Ser riguroso con los gastos y conseguir ahorrar a menudo no es fácil (y al fin y al cabo trabajamos para disfrutar de nuestro tiempo libre y poder gastarnos ese dinero en lo que nos gusta, ¿no?), pero nunca sabemos si un imprevisto o un cúmulo de gastos que coinciden en un mismo mes nos pueden dejar en una situación económica delicada.

Cuando los gastos superan a los ingresos tenemos únicamente dos opciones: o arreglárnoslas para reducir gastos prescindibles y gestionar mejor nuestros recursos; o solicitar un préstamo con el que poder respirar un poco más tranquilos. Para gastos concretos que no tengan mucho alcance recomendamos solicitar dinero al momento que nos permitan gestionar nuestra economía personal con algo más de comodidad.

Existen diversos métodos, herramientas y aplicaciones que nos pueden ayudar a ser algo más previsores y a aprender a administrar mejor la economía doméstica. Todos tenemos sueños, proyectos y aspiraciones a las que queremos llegar, y con un poco de esfuerzo y disciplina en nuestro día a día, y comprometernos con esta pequeña empresa personal podemos llegar a ahorrar sin apenas darnos cuenta.

  1. Excel es la opción clásica para organizar fácilmente nuestros gastos y gestionarlos de la manera más personalizada posible. La ya mítica hoja de cálculos característica de este programa nos permite llevar a cabo una infinidad de operaciones que, aplicadas a la economía doméstica, nos pueden ser muy útiles para ahorrar. Existe una gran cantidad de blogs y tutoriales que nos vendrán muy bien para sacar plantillas y trucos por si estamos un poco verdes en el tema, ¡así que no hay excusa!
  2. Otra alternativa para llevar al día nuestras cuentas y no descuidarnos con los gastos es Fintonic (aplicación desarrollada en España, por cierto). Con una interfaz visualmente atractiva y sencilla podremos acceder fácilmente a todas nuestras cuentas, tarjetas y gastos organizados en 8 categorías (vivienda, vehículo, compras, salud, ocio, transporte…), y la app nos ofrecerá gráficos, análisis, comparativas, porcentajes y un historial de movimientos organizado según esas categorías para facilitarnos al máximo la comprensión de nuestra contabilidad personal.
  3. Controla tu economía es el nombre de la herramienta que la Agencia Catalana del Consumo puso en marcha para que cualquier ciudadano pudiera tener la capacidad de ahorrar de manera cómoda, sencilla y gratuita. Al igual que ocurre con Fintonic, el programa clasifica nuestros gastos en grandes conceptos como vivienda, ocio, suministros, etc. que a su vez se desglosan en epígrafes más específicos para que no se nos escape nada. Además, incluye dos apartados: una primera con la previsión de lo que pensamos que podemos ingresar y gastar, y una segunda con lo que verdaderamente ingresamos y gastamos. Conocer esa desviación positiva o negativa es lo que nos dará las claves para comprender nuestra capacidad real de ahorro y tomar medidas.
  4. Una de las opciones que más éxito tienen en todo el mundo es el método Kakebo. Es un libro de cuentas originario de Japón (allí es algo tan común que resulta cotidiano), y en los últimos años se ha extendido por todo el mundo. En muy sencillo y tiene como clave la constancia y la honestidad: es algo así como una agenda en la que vamos apuntando nuestros gastos diarios en las distintas categorías (supervivencia/ocio/vicios/transporte). Al terminar el mes se hace balance sumando los resultados semanales. Así podremos ver en qué gastamos más y menos y modificar hábitos de consumo. Nos da la vista de pájaro necesaria para analizar dónde se va exactamente nuestro dinero, y para poder corregir alguna desviación que nos preocupe.
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