Urkullu diez años después del final de ETA: “El nombre de Euskadi ha estado demasiado vinculado a la violencia”

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha lamentado que el nombre de Euskadi ha estado “demasiado vinculado a la violencia” durante décadas por la existencia de ETA. En el primero de sus actos durante la jornada en la que se cumplen diez años del comunicado que supuso el final definitivo del terrorismo, el presidente vasco ha mostrado su “esperanza” en que se “supere” esa cuestión y que se empiece a conocer internacionalmente al país por su “verdadero ser”.

Urkullu ha arrancado la simbólica jornada de este miércoles con un acto en Bilbao con 40 jóvenes universitarios, a los que ha pedido que sean “protagonistas” de un nuevo tiempo de “convivencia”. “Os pido que seáis valientes y pioneros, militantes de la paz, la convivencia y los derechos humanos”. “Sabemos que es un reto a medio y largo plazo. Nuestra generación vivió de muy cerca la realidad de la violencia. Ahora la gran mayoría de la sociedad vasca no quiere una vuelta atrás. Eso es importante pero no es suficiente”, les ha animado a los jóvenes.

El lehendakari ha resumido sus sentimientos en 2011 como una combinación de “alivio”, “alegría” y “esperanza”. El alivio fue motivado por que “pensar que todo aquello se acababa” ofrecía “tranquilidad”. “Tenía a todas las víctimas presentes. A todos los que perdieron la vida y también a todos los que de algún modo u otro habían padecido sufrimientos”, ha explicado. A Urkullu le satisfizo que aquello no tenía ya vuelta atrás y que el final llegó sin ningún “pago” para los terroristas.

“Nuestro futuro debe tener memoria. No queremos empezar de cero. No queremos hacer borrón y cuenta nueva. Nos corresponde contribuir a una memoria inclusiva, una memoria que incorpore todas las vulneraciones de derechos humanos, los testimonios de todas las víctimas. Debemos, además, contribuir a construir una memoria crítica, una memoria ética, que nos interpele y que nos conduzca a compartir una conclusión: 'nunca más'”, ha aseverado. Y ha apostillado: “Asentar en valores y principios éticos este camino, fortalecer la convivencia futura, impedir que algo así pueda volver a ocurrir en nuestro pueblo, es el alto objetivo social que hoy nos convoca. Es una responsabilidad compartida, de todos y de todas”.