Los neandertales pintaron en la cueva de Maltravieso de Cáceres el arte rupestre más antiguo del mundo
Una serie de nuevas dataciones, que retrasan hasta cerca de los 66.000 años la antigüedad de las pinturas de las cuevas Maltravieso (Cáceres), Ardales (Málaga) y La Pasiega (Cantabria), atribuyen ahora su autoría a los neandertales y las convierten en las más antiguas conocidas hasta el momento en el mundo.
Un equipo multidisciplinar de catorce expertos, asociados a distintas instituciones científicas como el Instituto Max Planck (Alemania), el Centro Nacional para la Investigación Científica (Francia), las universidades británicas de Southampton y de Durham, además de la de Lisboa (Portugal) y las españolas de Alcalá, Barcelona, Isabel I (Burgos), y Cádiz, entre otras, ha dado a conocer este importante descubrimiento en el último número de la revista americana “Science”.
Las conclusiones de la investigación determinan que una mano pintada en negativo en Maltravieso fue realizada al menos hace 66.700 años, y que una formación de calcita fue cubierta de pintura hace al menos 65.500 años en la gruta de Ardales.
Además, revelan que un signo lineal con forma de escalera de la caverna de La Pasiega cuenta con cerca de 64.800 años.
De forma simultánea, dos de estos mismos investigadores publican, junto a otros autores, un segundo artículo en “Science Advances”, que ofrece una antigüedad de entre 115.000 y 120.000 años para el yacimiento de la cueva de los Aviones (Murcia), donde se encontraron conchas pintadas y perforadas que, en opinión de los especialistas, estarían vinculadas con decoraciones corporales empleadas por los neandertales (Homo neanderthalensis).
Un descubrimiento que, según mantiene en declaraciones a Efe el investigador de la Universidad de Barcelona y del ICREA, Joao Zilhão, confirma que “los neandertales utilizaban mezclas de pigmentos sofisticadas y practicaban la ornamentación del cuerpo, incluso mucho antes de que tales conductas se hayan podido documentar entre los primeros hombres modernos de África”.
El descubrimiento cambia la historia
Ambos artículos constituyen una relevante aportación al actual debate científico sobre el reconocimiento de las primeras capacidades simbólicas y artísticas de la humanidad, que hasta hace poco la mayoría de los expertos sólo reconocían a nuestra especie: el Homo sapiens.
Las nuevas dataciones de las cuevas de Ardales, Maltravieso y La Pasiega, que certifican una antigüedad remota hasta ahora insospechada para los orígenes de la actividad artística en el género humano, han sido posibles gracias al método de Uranio-Torio (U-Th), que mide el tiempo tomando como base la desintegración radiactiva del uranio de las costras de calcita asociadas a las pinturas.
Las muestras fueron procesadas por los investigadores Alistair Pike y Chris Standish, de la Universidad de Southampton, y Dirk Hoffmann, del Instituto Max Planck, quienes tomaron para sus mediciones unos pocos miligramos de depósitos de calcita existente bajo y sobre las pinturas, consistentes en distintos motivos en color rojo.
20.000 años antes
Otro de los autores del artículo, el profesor de la Universidad Isabel I de Burgos Marcos García, explica que las fechas obtenidas en esta investigación “son anteriores al menos en 20.000 años a la llegada de los primeros humanos modernos a Europa y certifican su autoría por parte de grupos humanos neandertales”.
En los últimos años, varios descubrimientos ya venían proponiendo que algunos grupos humanos anteriores al H.sapiens se decoraban el cuerpo con tonos ocres y abalorios y realizaban pequeños signos, principalmente líneas, sobre huesos y piedras. Unas capacidades que, como comenta Marcos García, “tradicionalmente sólo venían siendo atribuidas a las primeras poblaciones de humanos modernos surgidas en África hace 200.000 años y que llegaron a Europa hace unos 40.000”.
Marcos García considera ahora que las dos nuevas investigaciones dadas a conocer hoy en “Science” implican “un replanteamiento de los modelos vigentes sobre el origen del pensamiento simbólico y la expansión de las primeras capacidades artísticas de los humanos”.
No obstante, Joao Zilhão va aún más allá al mantener que “los neandertales en nada se diferenciaban, desde el punto de vista cognitivo y del pensamiento simbólico, de las primeras poblaciones africanas de hombres anatómicamente modernos” y que “estas características definidoras de nuestra especie aparecieron en las etapas iniciales de la evolución humana, hace más de medio millón de años”.