Las apuestas se sitúan entre las adicciones más comunes de los jóvenes extremeños
Las apuestas se sitúan entre las adicciones más comunes de jóvenes extremeños de entre 18 y 21 años, por detrás de drogas como el cannabis y la cocaína, según ha revelado el Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx), en su campaña de sensibilización e información bajo el lema “Apostamos por la Juventud”.
A la presentación han asistido la presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEX), Olga Tostado Calvo, y el responsable del área socio económica del CJEX, Ismael Pérez Franco, quien ha aportado datos concretos acerca de la situación de la juventud de la región ante la problemática de los juegos de apuestas.
El objetivo principal de la campaña es reivindicar tres aspectos, como son la exigencia de transparencia de datos, que ninguna actividad vinculada con la juventud pueda estar patrocinada por casas de apuestas e instar a la Junta de Extremadura a no financiar entidades que a su vez también estén financiadas por casas de apuestas.
Una casa de apuestas por cada 8.057 personas
Desde el 2014 hasta el 2019, según datos de la Junta, las casas de apuestas han aumentado en la región un 843 por ciento y hay una casa de apuestas cada 8.057 personas, mientras que hay un centro de salud por cada 9.500 habitantes.
Los núcleos rurales los más afectados
Según Pérez Franco, las casas de apuestas también han visto en los pueblos extremeños una oportunidad de negocio, este es el caso de la localidad cacereña de Montehermoso, en la que hay dos casas de apuestas (una por cada 2800 habitantes), mientras que la localidad cuenta con un único centro de salud para 5.731 personas.
También sucede algo similar con Moraleja (Cáceres), donde hay una casa de apuestas por cada 3.396 personas y un centro de salud cada 6.792 habitantes, situación similar que se da en otros núcleos rurales como Navalconcejo, Campanario o Navalvillar de Pela.
Según el CJEX, la proliferación de las casas de apuestas en Extremadura se deben a tres características que afectan a la juventud, como es la precariedad, la centrificación urbana, ya que las casasde apuestas se suelen situar en los centros urbanos, y el retroceso del consumo de proximidad.
Ha recordado que como mostraba un sondeo realizado por el Consejo de la Juventud de Cáceres, el perfil de jugadores más común era el de jóvenes entre 21 y 23 años y que los inscritos en el registro autonómico de limitaciones de acceso al juego, los llamados “auto prohibidos” son 2.705.
Falta de personal para controlar el acceso a menores
El CJEX ha denunciado la falta de personal de las casas de apuestas para controlar el acceso a menores, puesto que las personas encargadas a este fin, también tienen que hacer labores de restauración.
Las consecuencias a corto plazo están siendo graves, como ha señalado la presidenta del CJEX, con una bajada de la edad de comienzo del consumo de apuestas a 14 años, pues pese a que los menores de edad no pueden acceder a las casa de apuestas, la realidad es que lo hacen“ y asegura que ”los locales de apuestas se han convertido en espacios de socialización juvenil“.
Además, ha recalcado que la parte de la legislación actual de Extremadura que prohibía que las casas de apuestas se establecieran cerca de los centros educativos no era de carácter retroactivo, lo que provocó que las casas de apuestas aprovecharan para establecerse en esas zonas antes de su aprobación.
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