El área sanitaria Don Benito-Villanueva fomenta el uso prudente de antibióticos
El Hospital de Don Benito-Villanueva ha realizado actividades formativas y de difusión dirigidas a los profesionales de Atención Primaria para fomentar el uso prudente de antibióticos y frenar la tendencia creciente de resistencias a estos medicamentos.
El Ejecutivo extremeño ha resaltado que se trata de un colectivo que tiene un papel importantísimo en lo que se refiere al consejo médico para informar al paciente sobre el uso responsable de los medicamentos.
También es clave el papel de asesoramiento científico de los farmacéuticos de los equipos de Atención Primaria en cuanto a información del medicamento, evidencias de eficacia y educación a la población.
Se pretende así sensibilizar a los profesionales, instituciones, autoridades y población general del uso de antibióticos.
El Área de Salud de Don Benito-Villanueva también ha celebrado una mesa redonda, con asistencia de profesionales del hospital y de los centros sociosanitarios, en la que han colaborado los servicios de Medicina Interna, Microbiología y Farmacia.
Prudencia
El objeto de esta mesa es concienciar de que el uso prudente de antibióticos es responsabilidad de todos, incluidos los ciudadanos, las instituciones y las oficinas de farmacia, que tienen asignado el papel de consejo y asesoramiento a los usuarios.
Frenar la tendencia creciente de resistencias a antibióticos es un objetivo de los directivos y responsables de este área y de todos los profesionales de la misma.
España es uno de los 12 países europeos que cuenta con un Plan Nacional para reducir el riesgo de resistencias a los antibióticos.
Estas resistencias se desarrollan entre otras causas por el uso inapropiado de los mismos y se constituye como uno de los mayores problemas actuales de Salud Pública y Sanidad Animal.
Históricamente los antibióticos se han venido recetando para salvar vidas ante enfermedades de origen bacteriano, pero existen otras enfermedades víricas que no se curan con ellos, por lo que su uso inadecuado puede originar un rápido aumento de las resistencias de las bacterias al tratamiento y perder su eficacia.
La prolongación de la enfermedad, la mayor mortalidad y la aparición de brotes hospitalarios de difícil control, son algunas de las graves consecuencias de este problema.