Vergeles defiende el fin de las sujeciones físicas y químicas en los centros de mayores

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha señalado este viernes “la necesidad de emprender en la totalidad de los centros de mayores la liberación de sujeciones, sean físicas o químicas”, pues se trata de una cuestión de “derechos humanos y justicia social”.

El consejero ha realizado estas declaraciones en la inauguración de las I Jornadas Técnicas de Liberación de Sujeciones, en el Complejo Cultural San Francisco de Cáceres, en la que han participado profesionales que trabajan en el cuidado de las personas mayores, mayoritariamente enfermeras y técnicas en cuidados auxiliares de enfermería (TECAEX).

Esta cita con profesionales sanitarios se enmarca en el Plan de Liberación de Sujeciones puesto en marcha por la Consejería bajo el lema 'Deshaciendo nudos contra el mal trato' para la defensa de la dignidad y los derechos fundamentales de los usuarios. En este sentido, Vergeles ha destacado que Extremadura “se erige como pionera en el nuevo modelo de atención residencial”.

En su intervención, el consejero ha manifestado que “las personas de edad nos han dado una sociedad mejor que la que ellos tuvieron” y eso hace que “tengamos que asumir como premisa que hay que atenderlas, no por caridad o solidaridad, sino por justicia social”,

Por ello, ha invitado a “cambiar ese chip” y trabajar por los derechos humanos, y ha apostado por el cuidado integral para el que la Enfermería de los cuidados “esté mejor preparada que los médicos”. “Cuando esas personas de edad no puedan decidir por sí mismos, lo ideal es que hayan expresado su voluntad para que lo haga otra persona. Pero si no es así, deben hacerlo aquellas que más le conocieron y cuidaron, porque eso será garantía de que tendrá los cuidados que requiere y necesita”, ha añadido.

También ha defendido el acuerdo sobre el modelo residencial aprobado por el Consejo Territorial de Servicios Sociales y Atención a la Dependencia porque, más allá de que las residencias sean más pequeñas y se parezcan a los hogares, “fomenta los derechos humanos”.

Para Vergeles, este es un punto principal del acuerdo porque “es más fácil atar, química y físicamente, da menos problemas, pero hay que encontrar otra forma de serenar”. Para ello, ha añadido dirigiéndose a las asistentes, “tenemos la mejor tecnología: la comunicación, la atención, el cuidado, y en ese papel sois insustituibles”.