De palacio a destino exclusivo: Cáceres abre las puertas del lujo cultural

Cáceres está este mes de celebración. Fue en 1536 cuando Francisco de Godoy Aldana, conquistador cacereño y alcalde de Lima, mandó construir el palacio que lleva su nombre tras regresar de América. Hoy, casi cinco siglos después, la monumental residencia revive gracias a una minuciosa rehabilitación que ha supuesto más de 14 millones de euros de inversión y que, según los datos de la Junta de Extremadura, ha generado inicialmente 37 empleos directos, con previsión de alcanzar el medio centenar en los próximos meses.

La intervención arquitectónica, dirigida por BSV Arquitectos, ha devuelto el esplendor renacentista del edificio y transformado su jardín en un nuevo pulmón urbano diseñado por el paisajista Álvaro de la Rosa, con especies autóctonas y americanas regadas por el agua que brota del subsuelo cacereño. Se ha derribado el muro que lo aislaba del barrio monumental, devolviendo a la ciudadanía un espacio verde y abierto. El impacto ha llegado también a las calles y plazas aledañas, reactivando el tejido social y económico del entorno. Aunque no todo son elogios: entre los vecinos también se escuchan voces críticas ante la llegada de un establecimiento de lujo al corazón de la ciudad.

Gastronomía: un homenaje al mestizaje

La cocina del Hilton Palacio de Godoy convierte cada mesa en un viaje entre dos continentes. Su restaurante, Mamay Aldana, rinde homenaje a la madre de Francisco de Godoy y a todas las madres como símbolo de unión familiar. Está dirigido por el chef Antonio Manuel Céspedes Rodríguez, con experiencia en las cocinas de Martín Berasategui y en el hotel Bless de Ibiza.

Su propuesta entrelaza los sabores de Extremadura —quesos, carnes, aceites y vinos— con guiños a la tradición peruana, en un menú que recuerda las rutas transatlánticas y el mestizaje cultural que marcaron a ambos pueblos. El bar Virú, inspirado en las haciendas peruanas, completa la oferta con cócteles y tapas en un ambiente que mezcla memoria y contemporaneidad.

Identidad que se toca y se siente

El interior del palacio es también un homenaje a la artesanía extremeña. El visitante es recibido con la emblemática gorra montehermoseña, símbolo regional, y encuentra maceteros de Torrejoncillo, textiles elaborados a mano y cabeceros artísticos diseñados por la cacereña Marta Moreno. Cada rincón dialoga con piezas que evocan la tradición peruana, generando una fusión estética de ambos lados del Atlántico.

Las 73 habitaciones y las zonas comunes funcionan como pequeñas galerías. Obras contemporáneas conviven con la arquitectura original, reforzando ese vínculo cultural que se renueva entre Cáceres y Perú.

‘Casa de la Madre’: el alma social del palacio

Más allá de la estética, la rehabilitación ha querido mantener vivo el espíritu de lo que fue: la ‘Casa de la Madre’, centro de vida social y familiar durante siglos. Ese corazón acogedor ahora se comparte con viajeros de todo el mundo, convertido en un espacio de encuentro y hospitalidad que no renuncia a sus raíces.

Historia compartida y presente vivo

El vínculo con el país andino atraviesa toda la historia del Palacio de Godoy. Francisco de Godoy, tras participar en la conquista junto a Francisco Pizarro y ejercer como alcalde de Lima, regresó a Cáceres para levantar esta residencia con las riquezas obtenidas en América. Su historia se refleja hoy en un mestizaje cultural que sigue vivo: familias extremeñas dejaron huella en la sociedad peruana y, siglos después, el diálogo se renueva con proyectos culturales y programas de intercambio entre ambos territorios.

Un punto de inflexión para el turismo de lujo

Con su incorporación a la cadena Hilton, la ciudad espera atraer visitantes internacionales de alto poder adquisitivo, especialmente del mercado estadounidense, un público que ya busca en Extremadura experiencias exclusivas en enclaves patrimoniales.

El hotel, gestionado por Panoram Hotel Management, cuenta además con spa, gimnasio, piscina cubierta, azotea panorámica y espacios abiertos al público, como su restaurante y cafetería. Las primeras reservas se sitúan por encima de los 140 euros por noche y ya han colgado el cartel de completo en algunas fechas señaladas.

Un puente entre Europa y América

La apertura del Hilton Palacio de Godoy es mucho más que un hito arquitectónico o turístico. Es la puerta de entrada a una historia común y el escenario de una nueva vida para un edificio emblemático que permanecía cerrado. Un exclusivo puente vivo entre Europa y América que consolida a Cáceres como una ciudad abierta, mestiza y hospitalaria, capaz de mirar a su pasado sin renunciar a proyectarse hacia el futuro.