La conselleira de Medio Ambiente dice que desconocía la existencia de bidones radiactivos sumergidos hace más de 30 años frente a Galicia
Son unos 220.000 bidones cargados de residuos radiactivos que se sumergieron en la fosa atlántica, en zonas que están a unos 700 kilómetros de Galicia, entre 1949 y 1982. La cuestión no permaneció oculta: una campaña en la que colaboraron Greenpeace y barcos de marineros gallegos recién iniciados los 80 del siglo pasado dio paso a una paralización de esas descargas. La conselleira de Medio Ambiente de la Xunta, Ángeles Vázquez, sin embargo, no estaba al tanto de la presencia de estos recipientes con restos radiactivos. En un mensaje en la red social X ha manifestado que “no es de recibo” tener que enterarse “por la prensa de un asunto tan sensible como la presencia de material potencialmente peligroso” frente a la costa gallega.
Vázquez se hace eco de una información sobre sus propias quejas por no haber recibido información por parte del Gobierno central de una expedición realizada desde Francia y con medios franceses. Esa expedición identificó esta semana, en la zona en la que constaba que se habían sumergido bidones, en torno a 1.000 de esos recipientes. La conselleira hizo primero declaraciones a los medios en las que lamentó no tener “ningún tipo de dato”. Después escribió en su cuenta de X que desconocía “la presencia” de ese material a unos 700 kilómetros de Galicia y que el Gobierno central “solo prometió información a raíz de que la Xunta pidiese información”.
La cuestión ha estado en estos años varias veces en diferentes medios de comunicación. Una travesía realizada dentro de las protestas cuando la fosa atlántica se usaba todavía como vertedero, la del Xurelo, en septiembre de 1981, incluyó directamente a bordo a un grupo de periodistas que se encargaron de publicar informaciones al respecto. Y varios medios continuaron dándole cobertura, también muchos años después, cuando se cumplieron 35 años desde que esas aguas dejaron de usarse para vertidos nucleares.
Los residuos que están sumergidos en la fosa atlántica proceden de Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Francia y, en menor medida, Suiza, Suecia, Alemania e Italia.
También declaró su “sorpresa” Rosa Quintana, diputada del PP en el Congreso y quien fue Conselleira do Mar de la Xunta durante 12 años. “Nos gustaría haber conocido esta noticia, cuanto menos, impactante a través del Gobierno de España y no por unas entrevistas hechas a unos investigadores franceses sobre lo que está sucediendo en aguas españolas”, dijo. Los diputados de la formación que dirige Alberto Núñez Feijóo han preguntado al Gobierno qué sabé y cuánto se ha implicado con esta expedición francesa y qué medidas se han tomado para “hacer un control sobre los resultados que se obtengan de la misma”.
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