El dueño de Sargadelos anuncia la vuelta a la actividad este miércoles, pero sin las reformas que exige Inspección de Trabajo

El propietario de Sargadelos, Segismundo García, anuncia que reanudará la actividad en la planta de Cervo (Lugo) este miércoles día 3, “si no surgen inconvenientes”. En un comunicado remitido a los medios y recogido por Europa Press, apunta que esto será así “aunque la empresa siga pendiente de cubrir la plaza de CEO”.

La decisión se produce después de que ayer lunes el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lanzase un aviso al empresario: la normalidad debía recuperarse “inmediatamente” o, de lo contrario, el Gobierno gallego, como autoridad laboral, tomaría medidas.

García mantuvo la fábrica cerrada durante cuatro días el pasado mes de abril. Fue después de la que Inspección de Trabajo detectase 36 deficiencias y le impusiese una multa de 5.000 euros. Se confirmó entonces que dos empleadas habían contraído silicosis. La reacción del propietario de Sargadelos fue cerrar las instalaciones e impedir el acceso de la plantilla. Tras un acuerdo con la Xunta, reanudó la actividad, pero el pasado viernes, 28 de noviembre, después de una nueva inspección, anunció un ERTE hasta mediados del mes de diciembre para 86 trabajadores y también que dejaba sus funciones ejecutivas en la empresa. La plantilla aún no ha cobrado la nómina de noviembre.

Segismundo García recalca en su comunicado que “la propiedad de una empresa es de su dueño (o de sus accionistas)”. Indica que el miércoles retoma la actividad, pero admite que las reformas que se le exigen para cumplir con las normas de seguridad laboral están “sin hacer” y dice que no entra en sus planes acometerlas “a corto plazo”.

“La autoridad laboral, los políticos y los sindicalistas es cierto que en estos tiempos de cambio y confusión ('tiempos líquidos'), ejercen un desmedido poder”, critica el empresario, que ha cargado reiteradamente contra la autoridad laboral por avisar de las deficiencias y los riesgos para la salud de la plantilla en Sargadelos. “Ellos no arriesgan su patrimonio ni su salud en la gestión”, añade.

El empresario, al que los sindicatos -en concreto, el representante de CCOO, José Antonio Zan- acusan de actuar como “un niño pequeño”, trata de justificar la paralización de la actividad con que la visita de la Inspección causó “alarma”, “sobre todo a la vista de la puesta en escena que realizaron los comisarios acudiendo con un atuendo que hacía sospechar grave riesgo para los trabajadores”.

Según su razonamiento, si la Xunta insta a retomar la actividad es porque “alguien miente o exagera”. “Las últimas declaraciones amenazantes del señor presidente de la Xunta no contribuyen a pacificar la situación”, agrega. Los avisos del presidente gallego son, en su opinión, “más propios de un liberado sindical”.

De los sindicatos indica no tiene nada más que decir que criticar “su pésimo desempeño de la actividad empresarial cuando la han ejercido”. Reitera su satisfacción por que Sargadelos carezca de representación sindical desde hace años --después de su llegada como administrador único--: “Nos hemos librado de tal lacra”.

“Si la Xunta garantiza la salubridad de nuestras instalaciones abriremos la planta de producción de Cervo”, señala, antes de avisar de que “las requisitorias y reformas que exige la inspección de Lugo están sin hacer y no entra en los planes de esta compañía acometerlas a corto plazo”.