Rueda admite preocupación por la evolución de la economía gallega, que ensancha la brecha con la española

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, esquivó la semana pasada las preguntas de los grupos de la oposición sobre la situación económica de Galicia, que los expertos del Foro Económico avisaron de que se ralentiza y aumenta su brecha con España, acusándolos de usar cifras “mentirosas” y datos “tergiversados”. Este jueves, sin embargo, ha admitido que los datos gallegos le causan preocupación por la desaceleración que reflejan, en especial en el cierre de 2022.

Rueda aprovechó su respuesta a las preguntas sobre el asunto en su comparecencia tras la reunión semanal de su equipo de gobierno para utilizar los datos económicos en contra del Gobierno central, a pesar de que los economistas del Foro, que elaboran un indicador con la entidad Abanca, insisten en que el comportamiento gallego es peor que el del conjunto del Estado. Los datos de los organismos estadísticos oficiales sitúan el crecimiento del PIB gallego en el 2,5% interanual en el tercer trimestre, frente al avance del 4,4% de España.

Con estas cifras, Rueda criticó el “optimismo exacerbado” del Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez y señaló que “la realidad lo desmiente” con un “panorama general bastante complicado”. Como ejemplo de las medidas que su gobierno está aplicando para tratar de estimular la economía ha puesto las ayudas para autónomos, con pagos de entre 800 y 1.500 euros, o unas rebajas fiscales en los presupuestos de 2023 que benefician más a los ricos.

El salario mínimo

Rueda ha considerado positiva la subida del salario mínimo interprofesional, pero, en la misma línea que el líder de su partido y su predecesor en la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado “la manera de hacerlo”, puesto que no hubo acuerdo entre el Gobierno y la patronal tras negarse los representantes de los empresarios a sentarse a negociar. “Tomar decisiones sin contar con quien tiene que pagarlo no suele dar resultado”, dijo el presidente gallego, que insistió, al mismo tiempo, en que “no hay duda de la necesidad” de elevar ese nivel mínimo.