La TVG admite un gasto de 375.000 euros anuales en programación religiosa
Una respuesta concreta a una pregunta concreta. El director general de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, protagonizó este martes en el Parlamento un episodio que se convirtió en destacable por ser poco habitual en los últimos tiempos en el legislativo gallego. El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda en la comisión de control del ente público, Juan Fajardo, cuestionó al máximo responsable de la compañía por el impacto económico que tiene la programación religiosa nos sus presupuestos. Y Sánchez Izquierdo ofreció sus valoraciones al respecto, pero también respondió: “La programación religiosa en su conjunto” tiene un coste anual de 375.000 euros, “alrededor del 0,3% de nuestro presupuesto”.
Según el director general esas cantidades no están “muy alejadas de lo que hacen” las diversas televisiones públicas europeas, tampoco, considera, en lo que respecta a otra de las preguntas lanzadas por Fajardo, el tiempo que ocupan los temas religiosos en la parrilla de la TVG. Durante el año 2012 estos programas sumaron casi 72 horas de programación televisiva, prácticamente tres días enteros de los que 28 horas se corresponden con el programa A sentinela -dedicado a la religión católica-, 24 con la retransmisión de la misa dominical, 14 con el programa Nacer de nuevo -sobre la Iglesia evangélica- y alrededor de cinco horas y promedio con la emisión en directo de actos en la Catedral de Santiago.
Ya en 2013 a esa programación habrá que sumar una de las decisiones editoriales cuestionadas por el diputado de AGE, el traslado de un equipo de la TVG al Vaticano para seguir la elección del nuevo papa, el pasado marzo. En ese mes, admite Sánchez Izquierdo, los informativos de la Gallega le dedicaron 7 horas y 23 minutos a la designación de Francisco. “Queremos saber en base a que decisión se dedicó esa información al nuevo Papa”, cuestiona Fajardo, quien también cuestiona la necesidad y el costo de “trasladar un equipo al Vaticano” y no, por ejemplo, “a Monforte”, donde se celebró una manifestación contra la nueva área sanitaria y en defensa de la sanidad pública que no fue cubierta por la TVG.
“La Constitución dice que somos un estado aconfesional y resulta que los medios públicos dedican un enorme tiempo a una confesión en concreto”, censura Fajardo, que destaca además la ausencia de “espacios de debate” donde, por ejemplo, se dé cabida a las posiciones laicistas o, directamente, a las personas “ateas”. “No existe ninguna intención de silenciar” pero “el derecho de acceso no es ilimitado”, contesta Sánchez Izquierdo, quen asegura que las organizaciones “que incluyen el laicismo en su ideario” tienen “espacio cuando se producen acciones alternativas a los actos religiosos, siempre que tengan una respuesta social mínima para ser noticia”. La TVG, censura Fajardo, intenta “reforzar la idea de que hay que ser buenos samaritanos” y de que, por ejemplo, “eso de salir a la calle es pecado”. Quizás por eso, ironiza, “les pareció extraño que Venezuela escogiera un presidente con el 51% de los votos pero no que al Papa lo escogiera el espíritu santo”.
