Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo se alinea con la ultra Meloni y su discurso de la inmigración como problema
Israel anuncia una “nueva fase” de la guerra en Líbano y crece el temor a una escalada
Opinión - Junts, el bolsillo y la patria. Por Neus Tomàs

Para que se lo lleve otro... Un estudiante holandés vende todos sus datos personales por (¿sólo?) 350 euros

Tus datos son petróleo en manos de las multinacionales (Foto: g4ll4is | Flickr)

Hoja de Router

Total, si ya comparto casi todo en Facebook, en Twitter y en sabe Dios cuántos sitios más... ¿Qué más dará que alguien más tenga mis datos? Y si encima me llevo un buen pellizco, pues mejor que mejor. Para que se lo lleven otros, me lo llevo yo.

Algo así debió pensar el estudiante holandés Shawn Buckles, que montó una web con un sistema de subastas para llevar a cabo su particular experimento sobre la privacidad y el valor de los datos personales y, de paso, sacarse unas perrillas.

Básicamente puso toda su información a la venta, desde sus registros de localización hasta su historial médico, pasando por sus patrones de desplazamiento, su calendario, sus correos electrónicos, sus chats en redes sociales, sus preferencias de compra, el historial de navegación y hasta sus “pensamientos”.

En realidad parte de esos datos ya los compartimos a diario con multinacionales como Google (si tenemos un móvil con Android todavía más), Apple, Facebook (que ahora además es propietaria de Instagram y WhatsApp) y un interminable etcétera. Los datos personales se han convertido en una mercancía valiosísima (el 'oro negro' de internet) y son el medio de pago que utilizamos para acceder a decenas de servicios gratuitos. Como se suele decir, si no eres el cliente - porque no pagas -, empieza a pensar que tal vez seas el producto.

Pues bien, Buckles asumió que él - concretamente su información personal - era el producto y, partiendo de esa base, montó una subasta en la que el mejor postor ofreció 350 euros por todo el repertorio. “Estamos consintiendo con nuestro silencio un estado de vigilancia al publicar todos estos datos de forma libre y gratuita”, dijo el holandés a la revista Wired. Y para que nos demos cuenta ha montado esta teatrillo.

Si vais a renunciar a gran parte de vuestra privacidad, al menos trincad la pasta.

Etiquetas
stats