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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz
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Joan Simonet, el nuevo conseller de Agricultura de Balears que sacó los tractores contra Armengol

El presidente de ASAJA-Baleares, Joan Simonet (c) junto al presidente de Unió de Pagesos de Mallorca, Sebastià Ordines (d) participan en una concentración de agricultores y ganaderos en la plaza de Cort de Palma. Fotografía de 2020.

Nicolás Ribas

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La configuración del nuevo Govern balear, presidido por la popular Marga Prohens, va tomando forma. El gabinete del Ejecutivo autonómico, que estará formado por diez consellerias -una menos que la pasada legislatura-, cuenta entre sus novedades con la supresión de las consellerias de Medio Ambiente e Igualdad, aunque las competencias de estas áreas han pasado a integrarse en otros departamentos.

Joan Simonet Pons (Alaró, Mallorca, 1973), ingeniero agrónomo de profesión, ha sido designado conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural. Mientras que en la pasada legislatura las competencias de medio ambiente y territorio estaban coordinadas en una conselleria -que dirigía Miquel Mir-, el Ejecutivo de Prohens ha preferido desgajarlas: las segundas quedarán integradas en la conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad, cartera que ocupará Marta Vidal.

Anteriormente, Simonet ha sido concejal de Urbanismo del Ajuntament de Alaró (1999-2003) y alcalde del municipio (2007-2015). Entre 2003 y 2007 fue gerente de la empresa pública Servicio de Mejora Agraria (Semilla) del Govern de Jaume Matas y director gerente del Fondo de Garantía Agraria y Pesquera (Fogaiba) del Ejecutivo de José Ramón Bauzá (2011-2015), con quien tuvo fuertes discrepancias políticas debido a que el expresidente del Govern se propuso acabar con el modelo de inmersión lingüística a través de la polémica ley TIL. El decreto que regulaba la norma fue declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB) después de los recursos que presentaron CCOO, UGT y STEI.

“En el pleno de Alaró voté contra el TIL, y no fui a la asamblea de alcaldes a su favor”, explicó Simonet en una entrevista en Diario de Mallorca. “Al ver que gente del PP de toda la vida iría a la manifestación, supe que íbamos mal”, aseguró. En la misma entrevista, Simonet declaró que Bauzá le apartó debido a su oposición al TIL. “Bauzá no podía soportar que yo discrepara con él, y aprovechó la primera oportunidad para sacarme de las listas”, afirmó.

Tuvo fuertes discrepancias políticas con José Ramón Bauzá debido a que el expresidente del Govern se propuso acabar con el modelo de inmersión lingüística a través de la polémica ley TIL

En las elecciones municipales de 2015, después de sus diferencias con la cúpula del partido, se presentó con una lista municipalista, Junts per Alaró, que fue la fuerza más votada. Sin embargo, un pacto del PSOE con Més sirvió a los progresistas para gobernar la localidad y Simonet abandonó la política local en septiembre de ese mismo año, después de ser nombrado gerente de la entidad agraria Asaja Balears.

Desde Asaja, Simonet hizo una importante oposición durante la primera legislatura de la socialista Francina Armengol como presidenta del Govern, especialmente contra las políticas agrarias y medioambientales de Vicenç Vidal (Més per Mallorca). Entre las principales cuestiones que causaron un enfrentamiento entre el Govern y Asaja, hay que destacar la declaración de cinco zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y la Ley Agraria. “Todas las organizaciones agrarias se han entendido perfectamente con nuestra conselleria”, explican fuentes de la anterior Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación que dirigía Mae de la Concha, en referencia a la segunda legislatura de Armengol.

Protesta con tractores contra el Govern progresista

“El acuerdo (...) carece de motivación y resulta manifiestamente arbitrario, toda vez que la propuesta de declaración y ampliación de ZEPA carece de evidencias científicas que la justifiquen”, afirmó Simonet, que anunciaba que la entidad agraria balear presentaba alegaciones contra el acuerdo del Consell de Govern, de 17 de marzo de 2017, por el que se iniciaba el procedimiento para incluir la calificación como ZEPA de casi 12.000 hectáreas (más de 10.000, según Asaja, catalogadas como suelo rústico de aprovechamiento agrícola, ganadero, silvícola y cinegético).

En opinión de la patronal agraria, el Govern no había justificado que hubiera especies de aves cuya conservación no estuviera ya garantizada por las ZEPA ya existentes. “La declaración de una zona como ZEPA únicamente puede sustentarse en criterios ornitológicos científicamente fundados y que demuestren con absoluta claridad la necesidad de declarar esa zona como de especial protección”, insistió Simonet.

La entidad agraria balear añadía que la memoria justificativa del Govern no iba acompañada de “ningún tipo de informe o estudio técnico” sobre el hábitat, la determinación de las poblaciones de aves o la presencia de sus nichos. El enfado de la patronal del sector fue escenificado el 18 de enero de 2019 mediante una protesta de una quincena de tractores que se manifestaron frente al Consolat de Mar, sede del Govern balear.

Sin embargo, el TSJIB dio la razón al Govern en relación al recurso de Asaja contra la declaración de las cinco ZEPA. El Alto Tribunal balear resaltó que la norma estaba “bien fundamentada” y que se impulsó “con el único objetivo de preservar la biodiversidad”. “No actuaron nunca en defensa de los intereses de los campesinos, sino siguiendo una estrategia política de desgaste contra el Govern”, dijo Vicenç Vidal, en referencia a Asaja y al PP. Por otro lado, Miquel Mir -que controlaba en ese momento la cartera de Medio Ambiente y Territorio-, defendió que la sentencia suponía una victoria para la biodiversidad y la conservación del mundo rural, “ante la visión apocalíptica de unos cuantos que solo quieren urbanizar el campo”.

La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca que dirigía Vicenç Vidal (2015-2019) argumentaba que la declaración de las nuevas ZEPA no solo no suponía ningún perjuicio para el sector, sino que posibilitaba que pudieran llegar más ayudas europeas a través del Plan de Desarrollo Rural (PDR). “La declaración de ZEPA en una zona agraria conlleva, de manera implícita, el reconocimiento de que las actividades agrícolas han sido beneficiosas para las aves. Por tanto, supone un compromiso explícito con el mantenimiento de las actividades agrícolas”, afirmó la Conselleria de Medio Ambiente y Agricultura en un comunicado.

En contra de la nueva ley agraria

El Parlament aprobó en enero de 2019 -únicamente con los votos de los partidos de la izquierda- la nueva Ley Agraria que sustituyó la primera promulgada por el gobierno conservador de José Ramón Bauzá -con Biel Company como conseller de Agricultura y siendo Joan Simonet director gerente del Fogaiba-. La Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca que controlaba Vicenç Vidal argumentaba que esta reforma priorizaba, respecto a la norma de Company, “la agricultura en detrimento del urbanismo”.

El espíritu de la ley es “garantizar la continuidad de la actividad agraria y la producción de alimentos (...) mejorando las rentas de los agricultores y protegiendo los recursos que necesitan para llevar a cabo su tarea”, aseguraba el Govern. Una de las principales novedades, defendía la Conselleria, es que se redefinió la función del agricultor, que ya no figura exclusivamente como productor de alimentos sino que también se reconoce su actividad como importante para la conservación del paisaje.

Entre otras cuestiones, la norma reconoce la importancia de las razas autóctonas y las variedades vegetales locales también como patrimonio genético de las Balears, motivo por el que se puso en marcha el catálogo de variedades locales, fomentando su siembra. También se prohibió sembrar organismos modificados genéticamente (transgénicos), atendiendo a la directiva europea.

Asaja Balears, sin embargo, consideraba que se habían “perdido derechos” con la reforma impulsada por Vidal, motivo por el que la patronal pidió a los partidos políticos “recuperarlos”, en el marco de la campaña electoral de 2019. Entre otros asuntos, pidieron la eliminación de aquellos artículos “que limitan o restringen el desarrollo y la competitividad de la actividad agraria, la venta directa, la transformación y las infraestructuras”.

Asimismo, la entidad agraria pidió la modificación del Plan Hidrológico de las Illes Balears para que se priorice “el uso de agua para las explotaciones agrarias y se desarrolle un plan de reutilización de aguas depuradas en el sector agrario”. Fuentes cercanas a Joan Simonet no han respondido a las preguntas de elDiario.es en relación a si el nuevo conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural mantendrá los planteamientos que defendía como gerente de la patronal Asaja Balears.

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