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COVID

Boris Johnson dijo en 2020 que los mayores tenían que “aceptar su destino” en pandemia, según el jefe científico del Gobierno

El primer ministro Boris Johnson entre sus asesores médicos Chris Witty (izquierda) y Patrick Vallance (derecha), en febrero de 2022.

María Ramírez

Oxford (Reino Unido) —

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En verano de 2020, cuando ya estaba claro el daño causado por el COVID, Boris Johnson estaba “obsesionado con que las personas mayores tenían que aceptar su destino” y dejar que los demás siguieran adelante con su vida sin restricciones, según documentó en su diario el entonces jefe científico del Gobierno, el médico Patrick Vallance.

El máximo responsable del seguimiento de la pandemia tuvo intercambios “locos” ese verano y ese otoño con el primer ministro, que tras la primera ola de contagios insistió en levantar las restricciones y que luego se vio forzado a instaurar los cierres más duros en Europa desde diciembre de 2020. Ese mes, Johnson le echó la culpa en privado a la derecha del Partido Conservador que le empujaba hacia la apertura a costa de la vida de las personas más vulnerables al virus. Vallance anotó las críticas al plan de restricciones y las explicaciones de Johnson: “Dice que su partido ‘cree que todo es patético y que el COVID es sólo la manera de la naturaleza de tratar con la gente mayor’ y que no cree ‘estar totalmente en desacuerdo con ellos’”.

Los mensajes y los testimonios son parte de la investigación de la comisión independiente sobre la gestión del Gobierno de la pandemia, cuya misión es establecer responsabilidades y sacar lecciones para futuro. Este martes se presentaron extractos del diario de Vallance, emails y WhatsApps intercambiados entre Johnson y sus asesores.

Más de 200.000 muertos

Reino Unido fue junto a España uno de los países que más sufrieron la pandemia en Europa. Según los datos acumulados desde marzo de 2020 y hasta septiembre de este año, al menos 231.000 personas han muerto en Reino Unido por COVID (se cuentan a las personas en cuyo certificado de defunción figura el virus como causa). El pico más alto de muertes registradas fue en enero de 2021. 

En un mensaje de WhatsApp en octubre de 2020 de Johnson a Lee Cain, entonces asesor gubernamental y que testificó este martes, el primer ministro cuestionó que los hospitales estuvieran abrumados como decían las autoridades sanitarias. En el mensaje, Johnson decía: “Debo decir que me he quedado un poco perplejo por los datos sobre las muertes por COVID. La edad mediana es 82 -81 para hombres, 85 para mujeres. Eso está por encima de la esperanza de vida. Así que pilla el COVID y vive más. Casi nadie por debajo de 60 acaba en el hospital (un 4%) y casi todos sobreviven. Ya no compro esto del personal sobrepasado del Servicio Nacional de Salud. Algunos creen que tenemos que volver a calibrar. Hay como mucho tres millones de personas de más de 80 años en este país”. 

Frente a estos mensajes, Cain intentó defender a Johnson y recordó que después su Gobierno aplicó restricciones muy duras, con cierres de bares, restaurantes y tiendas durante el primer semestre de 2021. También estaban prohibidas las reuniones sociales, una restricción que Johnson y su equipo se saltaron en varias ocasiones y el motivo por el cual el primer ministro tuvo que acabar dimitiendo en julio de 2022

“Creo que actuó demasiado tarde sobre todo en los últimos cierres, pero creo que tomó las decisiones responsables y moralmente correctas. Sólo fue más tarde de lo que debería haber sido”, declaró Cain ante el panel de la investigación. Pero también reconoció que lo que fueron errores en marzo de 2020 por la velocidad con la explosión inesperada de la pandemia no tenía justificación ese otoño, con el conocimiento que había del virus y sus daños. “Se pueden perdonar algunos de los errores del primer confinamiento porque las cosas sucedían a una velocidad increíble. Estábamos construyendo las vías del tren mientras el tren se movía”, explicó. En otoño, él mismo se preguntaba por qué estaban desatendiendo las lecciones de la primavera y repitiendo “exactamente los mismos errores”. También dijo que la prioridad del primer ministro era que el Daily Telegraph, uno de los periódicos conservadores más influyentes en el partido, no lo presentara como partidario de los confinamientos.

El “carrito”

Dominic Cummings, que fue asesor de Johnson hasta que el primer ministro lo despidió en noviembre de 2020 y es conocido como uno de los artífices del Brexit, testificó que durante los primeros meses de la pandemia él y otros colegas de Downing Street llamaban al primer ministro “trolley”, una palabra que significa “carrito de la compra” y que se utiliza también para definir a alguien inestable o excéntrico.

El ex asesor y ahora uno de los mayores críticos de Johnson criticó los bandazos y la falta de preparación del Gobierno al que él pertenecía. El 16 de marzo de 2020, el Ministerio de Sanidad no tenía ningún plan de actuación centralizado, según Cummings. 

En su testimonio, el ex asesor culpó también al comité científico, que, según él, decía en principio que el contagio del virus se podría “mitigar” en primavera de 2020 con medidas de contención más suaves que en otros países y que el mayor peligro para el Reino Unido podría ser la segunda oleada en otoño. 

Según Cummings, si el país hubiera puesto un sistema de prueba y rastreo en febrero de 2020, podía haber evitado los cierres, aunque ningún país del tamaño y las conexiones globales del Reino Unido consiguió hacer algo así. También reconoció que, en realidad, no era posible construir un sistema de tests de esas dimensiones “de la nada”.

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