La oposición planta cara a la homofobia de la derecha polaca vestida de bandera LGTBI
La que iba a ser la ceremonia de juramento del cargo del presidente polaco Andrzej Duda, del partido ultraderechista Ley y Justicia, ha acabado tornándose una jornada de protesta frente a la homofobia. Varios miembros de la oposición han plantado cara al discurso discriminatorio del partido en el poder vestidos con los colores representativos del arcoíris y la bandera LGTBI. Con mascarillas multicolores y la constitución del país en la mano, los parlamentarios han denunciado las constantes violaciones a la protección legal de los ciudadanos polacos del colectivo LGTBI.
“El presidente de la República de Polonia debe proteger el bienestar de todos los ciudadanos”, ha tuiteado la activista y actual diputada del parlamento Magda Biejat mientras posaba junto al resto de compañeras y compañeros de la oposición.
La reivindicación llega tras conocerse la detención de tres activistas polacos que colocaron banderas arcoíris en varios monumentos históricos de la ciudad de Varsovia. La acusación a la que se enfrentan, profanación de monumentos y ofensa a la sensibilidad religiosa, casa con el discurso de Duda, que ya ha calado en gran parte de la sociedad. El 51% de los votos recogidos por su partido en las pasadas elecciones van a permitir al jefe del ejecutivo ultraderechista seguir alimentando un odio que ha llevado a catalogar al movimiento LGTBI como una ideología “más destructiva para el ser humano” que el comunismo.
Pese al rapapolvo europeo, Polonia continúa castigando al colectivo de la bandera multicolor y Duda ha llegado, incluso, a firmar una “Declaración de la Familia” por la que se compromete a impedir que las parejas homosexuales puedan casarse o adoptar o que en las escuelas se aborden temas de educación sexual y afectiva. La Unión Europea ha garantizado el reparto del fondo de ayuda para frenar la crisis provocada por la pandemia, pero la organización alberga dudas sobre la legalidad de dicha discriminación y podría replantearse los términos del reparto.
Frente al discurso de que “una Polonia sin LGTB es más bonita”, la oposición del Parlamento se viste de colores brillantes y clama por una igualdad social que permita al país dejar de ser el peor de la UE en términos de derechos para esta comunidad.
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