La OEA analiza su estrategia antidroga con el aumento del consumo en el foco

Los países de la Organización de los Estados Americanos estudian desde este miércoles y hasta el viernes en Buenos Aires el avance de sus estrategias en la lucha contra las drogas y la aplicación de métodos de prevención centrados en las personas, con la preocupación por el aumento en el consumo.

“En la actualidad no se pude hablar del problema de drogas sin subrayar el enfoque necesario de salud pública, de derechos humanos, de género y de desarrollo”, dijo durante el discurso de apertura de la reunión el asesor especial de la OEA, el argentino Gustavo Cinosi.

En la reunión de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), dependiente de la OEA, 33 estados miembro presentarán informes nacionales en los que se evaluará el plan de acción determinado por el foro político panamericano años atrás.

En concreto, la OEA busca que las políticas contra las drogas giren en torno a las personas “en vez de las sustancias”.

Por ello, Cinosi llamó a hablar sin tabúes de temas que considera sensibles como “algunos marcos regulatorios para el uso del cannabis y alternativas al encarcelamiento”.

Aunque el foro debatirá sobre los programas de prevención de consumo de drogas, lo hará también sobre las evidencias científicas para el uso de cannabinoides.

“Hemos pasado de 5 a 15 Estados miembro implementando o explorando alternativas al encarcelamiento gracias al apoyo de 70 tribunales especializados”, recalco Cinosi, representante de la OEA en ausencia del secretario general de la organización, Luis Almagro.

Cada reporte nacional “resulta vital como instrumento para ampliar y construir” las acciones futuras, aseguró.

La OEA reconoció que uno de los principales problemas de la actualidad, de la mano con el narcotráfico internacional, es el aumento de sustancias psicoactivas.

“La única droga que muestra disminuciones sistemáticas a lo largo del tiempo es el tabaco”, sostuvo Cinosi.

Asimismo, según los datos que maneja el ente, la mitad de los países que manejan datos sobre drogas muestran aumentos en el consumo de cocaína.

Sobre Estados Unidos, Cinosi destacó que consiguió reducir de manera drástica el consumo de cocaína en sus fronteras, a pesar de que subió el consumo en otros rubros y los estadounidenses aún atraviesan una grave crisis de opioides.

El cannabis, por su parte, “está aumentando en la mayoría de los países”.

Al encuentro acudió una representante del jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido presidente encargado de ese país por cerca de 60 países y que mantiene una pugna por el poder con el mandatario Nicolás Maduro, a quien acusa de usurpar el Gobierno en medio de una crisis humanitaria.

Varios países de la OEA, entre ellos Estados Unidos, acusan al Gobierno de Maduro de ser parte de actividades relacionadas con el narcotráfico.

Cinosi mantuvo que Venezuela es “trágico ejemplo de lo que sucede cuando el narcotráfico y las actividades criminales logran encaramarse en el poder”, en referencia al régimen actual y frente a la embajadora de Guaidó en Argentina, Elisa Trotta.

Argentina ejerce la presidencia de turno del CICAD este año y el canciller, Jorge Faurie; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, acudieron a la apertura.

Los tres miembros del Gobierno de Mauricio Macri destacaron los avances en materia de lucha contra las drogas desde que el actual presidente asumió el mando.

Ante los enviados de los demás países americanos, Faurie indicó que Argentina tiene un “compromiso” con dicha cuestión y que por ello trabajan “para la dimensión transnacional que tiene el tráfico de drogas y la afectación de la salud que recibe por ello la población”.

El titular de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de Argentina (Sedronar), Roberto Moro, consideró en declaraciones a Efe que la reunión que tendrá con sus colegas continentales servirá para profundizar los temas de la agenda común.

“El crimen transnacional es un problema serio en la región, el lavado de activos también”, indicó.

Como el representante de la OEA, Moro puntualizó que una de las claves es “tener buenas prácticas en los programas preventivos y terapéuticos”.

Pablo Ramón Ochoa