Análisis Dead Rising 3 Apocalypse Edition, la locura zombi llega a PC

Queda claro que a día de hoy, bastantes meses después de su llegada a las tiendas, las consolas de nueva generación no cuentan con demasiados títulos exclusivos de peso, y menos aún en el caso de Xbox One si tenemos en cuenta que dos de sus grandes apuestas para acompañar su lanzamiento, Ryse: Son of Rome y Dead Rising 3, van camino del PC a fin de ofrecer una experiencia más nutrida y completa en compatibles al incluir mejoras gráficas y todos los contenidos adicionales lanzados hasta la fecha.

El primero de los dos en aterrizar en nuestros ordenadores es el título de zombis de Capcom bajo el sobrenombre de Dead Rising 3: Apocalypse Edition. La idea de la editora es explotar todas las posibilidades de esta propuesta tan disparatada aprovechando el hardware del PC, por lo que el espectáculo con cientos de no muertos en pantalla está garantizado siempre que contemos con el equipo suficiente como para gestionar tales exigencias.

Salvo la inclusión de todos los DLCs y las mejoras en términos gráficos, adaptación al sistema de control y una modesta evolución de la IA zombie, todo sigue igual en Dead Rising 3, convirtiéndose en una propuesta ideal para todo aquel que no lo haya probado en la consola next gen de Microsoft.

Repetimos, la historia, trama y personajes de este juego no ha cambiado desde su lanzamiento en noviembre. Por lo tanto nos volverá a situar en la piel de Nick Ramos, un habilidoso mecánico que se ve atrapado en mitad de un apocalipsis zombi en la ficticia ciudad de Los Perdidos, la cual como su propio nombre indica ha quedado perdida del amparo de dios, la ley, la justicia y cualquier atisbo de cordura. Los zombis y varios tipos no demasiado sanos mentalmente controlan las calles, mientras que el ejército se ha replegado al exterior de la ciudad y prepara la ‘solución final’; una poderosa bomba que arrasará con todo rastro de vida orgánica.

Es por ello que Nick y sus amigos se ven obligados no sólo a sobrevivir, si no a salir por patas de la ciudad, lo cual no será para nada fácil dado que no se puede dar un paso sin encontrarte con decenas de zombis. Y cuando decimos decenas nos quedamos cortos, dado que pueden llegar a ser cientos, cada uno de ellos tan tonto como el resto de zombis que le rodean, aunque bien es cierto que los polis no-muertos pueden llegar a recordar que su pistola vale para algo, al igual que les ocurre a los que un día ejercieron de bomberos con sus tremendas hachas. Ah, y no nos olvidemos de los jefes finales, tipos con no muy buenas pulgas que buscarán ponernos las cosas algo más difíciles al requerir del empleo de más inteligencia y menos fuerza bruta para machacarlos.

¿Y qué podemos hacer ante tal situación? Bien, es en este punto donde Dead Rising 3 da lo mejor de sí mismo. Cuenta con un esquema sandbox, por lo que tendremos libertad casi total para ir de un lado a otro realizando misiones secundarias, coleccionando un buen puñado de trofeos y desbloqueando mapas para fabricar nuevas armas y vehículos que serán la espina dorsal de nuestro arsenal. Porque como se ve que pegar tiros y romper crismas con bates de béisbol está ya más que visto, aquí podremos dar rienda suelta a nuestros sueños más gamberros creando armas totalmente disparatadas, como osos de peluche gigantes con metralletas que disparan a todo zombi que se acerque, martillos con motosierras para golpear y trinchar a partes iguales, bombas arrojadizas sumamente dañinas e incluso espadas de fuego. Sí sí, ni el mismísimo Q de 007 hasta las trancas de LSD.

El sistema de creación de armas es realmente imaginativo, y las variantes son casi inabarcables. Eso sí, hay que tener en cuenta que las armas se gastan y rompen con su uso, así como que para fabricarlas previamente necesitaremos los planos y objetos necesarios. Por desgracia el sistema para adquirir objetos del entorno puede resultar confuso cuando se juntan dos o tres en un mismo sitio, más aún si nos rodean los zombis, por lo que a veces podemos llegar a perder la paciencia por ir a por esa jugosa motosierra que tanto nos tienta. Por otro lado la fabricación de vehículos tampoco desmerece un pelo, ofreciéndonos la posibilidad de crear obras de arte de la ingeniería moderna como motos-apisonadoras, excavadoras-tanque, bólidos diseñados para empalar no-muertos y otros tantos ejemplos. Además también podremos ‘disfrazar’ a nuestro protagonista con un buen puñado de prendas dignas de Halloween o de la más cutre de las despedidas de soltera, aunque puede que a él no le guste dadas sus quejas cuando le ponemos algo sumamente hortera.

Para rematar la faena, tal y como ya hemos comentado más arriba, esta Apocalypse Edition nos ofrece todos los contenidos descargables incluidos en el Pase de Temporada del juego original. Se trata de cuatro DLC llamados ‘Historias no contadas de Los Perididos’ que resultan ideales para expandir el modo campaña al situar como protagonistas a algunos de los secundarios más carismáticos para que podamos conocer un poco más de su historia. Por supuesto también se añaden nuevas armas, vehículos y vestimentas, llegando a alcanzar los 25GB de espacio en disco duro.

Tampoco podemos olvidarnos de su modo cooperativo on-line, toda una delicia al permitirnos llevar la masacre a un nuevo nivel jugando con cualquier amigo. De hecho se agradece que en Apocalypse Edition no escaseen los modos de juego, contando por ejemplo con diferentes configuraciones para la campaña individual si preferimos por ejemplo jugar sin prisas coleccionando todos los elementos del juego o bien centrarnos en la acción si lo que queremos es avanzar a buen ritmo mientras teñimos el asfalto de sangre. Incluso estará disponible el Modo Pesadilla, ideal para los que busquen todo un desafío dado que el tiempo será un factor determinante, los zombis serán más agresivos y sólo podremos guardar la partida en refugios seguros.

Sin embargo Dead Rising 3 Apocalypse Edition también cuenta con algún que otro punto flaco, empezando por unos requisitos de hardware bastante exigentes si queremos que el juego se vea medianamente bien. Esto puede entenderse si tenemos en cuenta la gran cantidad de zombis que se dan cita en pantalla, los cuales además reaccionan mejor a nuestras acciones que en la versión de Xbox One al contar con una especie de IA ‘colmena’. Sin embargo, pese a que cuenta con mejoras gráficas más que agradecidas como la eliminación de la restricción de resolución a 720p de One para lograr los 1080p con buena fluidez de imagen, lo cierto es que tampoco es el juego más puntero que hayamos visto nunca, y exige un hardware como si así lo fuera.

Perfeccionando la masacre.

En definitiva nos encontramos ante un título sumamente divertido y repleto de posibilidades, mucho más completo que su versión original y con un apartado gráfico más cuidado. Por desgracia, tal y como sucedía en Xbox One, continúa teniendo ciertas debilidades, como la poca originalidad de las misiones y la falta de evolución en términos jugables con respecto a sus predecesores.

Sea como sea, Dead Rising 3 Apocalypse Edition es una propuesta ideal para todo aquel que no cuente en casa con la consola next gen de Microsoft y busque diversión casi ilimitada. Apenas pasados unos minutos de partida podrás sorprenderte con tu cuenta de zombis masacrados, que puede llegar a superar los dos mil o tres mil y seguir creciendo a ritmos agigantados, lo que nos hace pensar en que los zombis, pese a ser realmente estúpidos, aún saben cómo reproducirse, y lo hacen como cucarachas en celo puestas de viagra.

Si eres de esos que de niños no se cansaban de aplastar hormigas con el dedo, con Dead Rising 3 te sentirás igual de poderoso en cuanto hayas conseguido avanzar un poquito por ese árbol de progresión que te permite optar a más vida y nuevas habilidades. Y ya no te digo nada cuando consigas fabricar un arma realmente monstruosa, de esas que, de ser un poquito más listos, provocarían la huida masiva de zombis en un radio de kilómetro y medio a la redonda.

Lo mejor:

Lo peor: