Cómo saber si tu hijo es hiperactivo

“Mi hijo es muy inquieto, no para, no presta atención”...Es una frase habitual entre los padres de niños menores de seis años, que tienden a estar en continuo movimiento. ¿Cómo distinguir a un niño agitado de uno hiperactivo? El alto grado de desconocimiento del trastorno, la sobreinformación y el uso indiscriminado del término hiperactivo impiden, en muchas ocasiones, su detección. La psicóloga de la Asociación Riojana de Padres de Niños con Déficit de Atención Temprana e Hiperactividad, Beatriz Blanco, nos da algunas claves al respecto.

¿Cómo reconocer a un niño hiperactivo?

Se distinguen en el grado de movimiento y en el grado en que este movimiento incapacita al niño en su vida diaria. En un gradiente de 0 a 10, donde 0 es nada de movimiento y 10 significa exceso de movimiento motor, un hiperactivo se encontraría en el gradiente de 6 a 10. Además, este movimiento motor le está limitando en la resolución de las tareas de su vida diaria. Esta hiperactividad se debe dar en todos los entornos donde se encuentre el niño (escolar-familiar) Otra diferencia entre un niño hiperactivo y un niño inquieto se encuentra en que el niño inquieto se mueve por un fin y el hiperactivo no. No obstante, para establecer el diagnóstico de hiperactividad los profesionales nos ayudamos del DSM-V y la CIE-10. (manuales y clasificaciones de enfermedades).

¿Es más complicado educar a un niño hiperactivo? ¿Son más desobedientes? ¿Cómo conseguir imponer disciplina?

Es importante indicar que con niñ@ con TDAH como con otros niñ@ no se puede generalizar, que cada niño es único y diferente, pero sí, es más difícil educar a un niño hiperactivo.

No considero que sea la palabra desobediente la que podríamos utilizar para denominar lo que ellos hacen. Ellos no atienden a las órdenes y realizan otra conducta en numerosas ocasiones, por su alteración en el funcionamiento ejecutivo. Por eso debemos darles estrategias para que puedan centrar su atención en las órdenes que se les dan.

Para que cumplan las normas se pueden introducir técnicas como la economía de fichas, es decir, premiar cada una de las conductas que queremos que haga. Además de esto, para que un niño con TDAH siga las normas, debes seguir dándole afecto, cariño y dedicar unos minutos de juego con él/ella cada día, aun cuando no cumpla las normas indicadas.

¿Es difícil gestionar la presencia de un niño hiperactivo en una familia y no desatender a los hermanos? ¿cómo debe ser la relación con sus hermanos?

Sí, es más difícil educar a un niñ@ con TDAH, ya que requiere de más atención por parte de los padres. Para que el hermano de un niñ@ con TDAH no sienta que le estás desatendiendo, es importante que comprenda en primer lugar qué le pasa a su hermano y lo que estáis haciendo cómo padres para ayudarle. Además, podéis hacerle partícipe, dándole un rol o una función, donde ayude también a su hermano y premiarle por ello. Paralelo a esto, es importante marcar tiempos con cada uno de los hijos. Ejemplo: Con Carlos voy a estar todos los días de 17 a 18h y con Paula de 18 a 19h.

¿Son niños problemáticos? ¿les cuesta adaptarse y relacionarse?

Algunos de los niños con TDAH son problemáticos. Cabe indicar, que como he dicho anteriormente, no se puede generalizar. Las características del niño con TDAH como la falta de control de los impulsos, la dificultad atencional y el exceso de movimiento hacen que en numerosas ocasiones lleven a cabo conductas (no esperar su turno, no respetar normas, decir cosas inoportunas…etc) que les dificulten sus relaciones sociales.

¿Tienen problemas en el colegio? ¿tienen un rendimiento escolar bajo?

Si, tienen un rendimiento escolar más bajo de lo esperado (Ejemplo: niño que puede obtener un 7 de nota y saca un 5 por las características del TDAH).

¿Cuál es el tratamiento más adecuado? ¿Es recomendable recurrir a fármacos además de la terapia?

El tratamiento más adecuado es multidisciplinar, incluyendo intervención psicológica, pedagógica y farmacológica.

¿Cómo son estos niños de adultos? ¿Llevan una vida normal?

Los síntomas que vemos muy visibles en la niñez se vuelven más interno y menos visibles en la edad adulta. Si adquieren las estrategias que compensan sus características del TDAH y se aceptan a sí mismos pueden llevar una vida normal.