El Rincón del Buen Decir: Antes de la resaca, la borrachera

Rioja2

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El verano se prepara para recibir con los brazos abiertos las fiestas de centenares de pueblos. Los que más y los que menos cargan las reservas con el zurracapote que mencionamos hace unas semanas en nuestro Rincón. La pereza del invierno se quita a golpe de cubata y el calorcito anima a calmar la sed con bebidas que muchas veces nos traen fuertes dolores de cabeza mañaneros.

Y es que la resaca no perdona si se te va un poco la mano con las copas de la noche. A menudo, los acontecimientos especiales como las fiestas o determinados eventos hacen que mucha gente abuse en exceso del alcohol. Lejos de animar a beber, desde Rioja2 queremos dar a conocer a nuestros lectores los diversos nombres que puede recibir ese estado de embriaguez en el que la lengua parece un zapato y ves en una escoba a la mujer de tus sueños.

Porque las borracheras han existido siempre, pero cierto es que a medida que pasan las generaciones, se van creando nombres que advierten a los amigos de que “Fulanito” está un poco... “contentillo”. Porque todos hemos coincidido alguna vez con un colega que ha dicho la famosa frase: ¡Vaya pedo que me pillé ayer! Y porque queremos ver cómo determinados términos han adquirido la connotación de 'borrachera', sin ni siquiera querer acercarse a su significado habitual.

EBRIO O SOBRIO

La palabra culta por excelencia que utilizarán los agentes de Tráfico, tras realizar la prueba de alcoholemia y que ésta dé positivo será ebrio, una palabra que proviene del latín ebrius; si sale campante de dicha prueba a usted le dirán que está sobrio, también proveniente del latín.

Mucho menos cultos son términos como pedo o pedal, utilizados como sinónimo de borrachera y no con su significado habitual en el campo de los ruidos corporales. La variante “llevar un pedo como un piano” puede servirnos perfectamente para visionar el estado de la persona en cuestión. Y ya que hablamos de estas ventosidades, decir “vaya mierda que llevas” otorga el significado de borrachera a la palabra malsonante.

Frutos secos como la castaña también se eligen a la hora de hablar de una borrachera desorbitada, “vaya castaña que se pilló anoche”; vegetales como la berza nos sirven también para ilustrar tal estado de embriaguez; el pescado es también un plato que gusta en esto de beber, no sabemos si a la plancha o en salsa verde, pero cuando te pasas un poco con el alcohol hay gente que te dice que vas “como una merluza”; y si lo que nos va son los platos calentitos y líquidos podemos decir que nuestro “compi” lleva una buena sopa.

PUNTILLO

Cuando los efectos del alcohol han hecho de las suyas, pero los ojos todavía enfocan el bordillo de la acera decimos que ya “vamos chispa” o que estamos “con el puntillo”. “Ir un poco perjudicado” también hace referencia a que vamos en camino de pillar una buena melopea, 'composición poética, también conocida como melopeya, propia de los salones del siglo XIX que se recitaba al compás de música de violín o piano, sin llegar a ser cantada', y que ha perdido este significado para pasar a definir una tremenda borrachera.

Dumbo vio elefantes rosas en un estado de semiinconsciencia, durante el cual subió a un árbol. Haciendo referencia a una parte del cuerpo del paquidermo no es extraño escuchar: “vaya trompa que llevas, amigo”. Y es que estos animales ilustran de maravilla el vaivén de los borrachos. Un bichillo minúsculo como el piojo también nos sirve, en esta ocasión, como sinónimo para el tema que tratamos, ya que cuando la persona en cuestión comienza a ponerse un poco “pesadito” y chinche con la gente, le decimos que va “como un piojillo”.

Un verbo que empieza a cobrar importancia en los ámbitos festivos y nocturnos es “tajarse”, es decir, beber sin control hasta que los ojos miren uno hacia Cuenca y el otro a San Sebastián. Y claro, una vez en este estado decimos “menuda tajada lleva”, palabra aceptada por el Diccionario de la Real Academia (DRAE).

También aceptada en el DRAE es la palabra “mamada”, que hace referencia a la forma de alimentarse de los mamíferos, pero que no deja a nadie indiferente cuando escuchamos “está mamao perdido” o la frase “esta noche voy a mamarme” tomando la botella en cuestión cual biberón que nos otorga tan exquisito brebaje.

Salirse por peteneras es una locución verbal arraigada en nuestro léxico habitual, y que significa 'hacer o decir algo fuera de propósito'. La palabra petenera nos sirve para utilizarla cuando un individuo lleva tal borrachera que 'hace o dice cosas fuera de propósito', variando un poco el significado anterior.

COGORZA

De una palabra latina como confortiare 'confortar' proviene cohorzar, 'celebrar un banquete fúnebre', y de aquí nuestra actual cogorza, palabra archiconocida en el mundo de los borrachos.

Para ir terminando, encontramos la palabra curda, recogida en el DRAE, y proveniente según éste del francés dialectal curda 'calabaza'. Sin embargo, los argentinos aseguran que este término, que pertenece al vocabulario lunfardo utilizado en Buenos Aires, está tomado de la antigua lengua gitana.

Finalmente, podremos decirle a alguien que lleva un gran ciego o colocón, sin embargo ambas palabras definen mejor a un personaje afectado por drogas como el cannabis o los estupefacientes que a un individuo que se ha “pasado” ligeramente con el consumo de copas una noche de fiesta.

Desde Rioja2 queremos pedir a todos nuestros lectores que si por casualidad, alguna vez llegáis a estar pedo, sopa, trompa, como un piojillo o mamados perdidos...No cojáis el coche, dejad que remita la melopea o, por lo menos, dormid en el coche hasta que se os pase la moña, curda, mierda, cogorza o tajada.

Estos son sólo algunos de los muchos términos que nos sirven en la actualidad como sinónimos de embriaguez, si vosotros, lectores, conocéis otras palabras diferentes para designar tal estado de consciencia, no dudéis en enviarnos un comentario y dejar vuestras opiniones.

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