Las trabas para registrar a tu bebé si eres una pareja lesbiana
Cuando el pasado 3 de mayo Irene e Isabel fueron a inscribir a su hija Iris, nacida el día anterior, en el Hospital San Pedro, se encontraron con la desagradable sorpresa de que, por ser una pareja homosexual, no podían hacerlo y debían desplazarse al registro civil, donde sí que pudieron realizar el trámite.
Desde el Gobierno de La Rioja se subraya que fue “un error”, que “no se volverá a repetir”. Como han detallado a Rioja2, la persona encargada llamó al registro para asegurarse de cómo realizar el trámite y allí le aseguraron que tenían que desplazarse, pese a que su caso no es uno de los supuestos en los que el Hospital San Pedro requiere ir al registro civil, como sí lo son que uno de los progenitores sea menor de edad o que los dos sean extranjeros de distinta nacionalidad.
Además, como requisito se pide el parte de alumbramiento y el libro de familia, documentos que esta pareja tenía. De hecho, la actual Ley de Registro Civil dice que “constará como filiación matrimonial cuando la madre estuviere casada, y no separada legalmente o de hecho, con otra mujer” y que los hospitales “están obligados a comunicar la inscripción en 72 horas”.
Isabel considera que el hecho de no dejarles realizar el trámite en el mismo hospital, como a cualquier otra pareja, supone “un agravio comparativo” y una “discriminación de género”. “Hay una serie de derechos que hemos conseguido las personas homosexuales, para que ahora me diga una persona que no puedo tenerlos”. Desde el hospital, en el que la pareja presentó una queja, insisten en que fue un error puntual, pero lo cierto es que las parejas lesbianas tienen más trabas que las homosexuales para inscribir a sus hijos.
La obligación de estar casadas
De hecho, el primero es que a ellas se les exige estar casadas para poder hacerlo. La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales (FELGTB) aprovechó el Día de la Visibilidad Lésbica, celebrado el pasado 26 de abril, para reclamar un cambio en el registro civil, ya que ahora, si una pareja lesbiana que tiene un bebé no está casada, sólo la madre gestante figura como madre, mientras que la otra mujer tiene que adoptar al bebé para poder inscribirse como tal pasado un tiempo. Una situación que no ocurre con una pareja heterosexual, para la que no es necesario casarse cuando registran a su hijo o hija.
De hecho, el PSOE ha registrado una iniciativa en el Congreso y en el Senado donde reclama al Gobierno que el Registro Civil elimine el requisito por el que se obliga a las mujeres lesbianas estar casadas para poder inscribir juntas a sus hijos.
Otra de las trabas con las que se encuentran estas parejas es el gran número de documentación que tenían que presentar en el registro civil. Para empezar, Isabel e Irene tuvieron que ir las dos, cuando para una pareja heterosexual basta con que vaya uno de los progenitores. Además, hasta hace poco se les pedían numerosos documentos, desde el domicilio conyugal hasta un certificado del tratamiento de fertilidad.
Es decir, si una pareja heterosexual acude al registro no se le pide ninguna prueba de que el hombre es el padre de la criatura (puede que no lo sea biológicamente, pero haya decidido figurar como tal), pero a una pareja lesbiana sí. Es lo que le ocurrió a otra pareja de Logroño, cuya identidad prefieren no desvelar.
Hace dos años fueron madres y unos meses antes decidieron empezar con el papeleo, conocedoras de toda la documentación que se les requería. “Fueron meses de muchas reclamaciones y excusas”, explica una de ellas, quien denuncia que incluso estando casadas tuvieron problemas con los trámites y también se les pidió que fueran las dos.
Esta situación ya ha cambiado y ahora en el registro no piden un documento que acredite cómo fue concebido el bebé, pero los trámites que todavía se exigen muestran cómo todavía queda camino por recorrer para conseguir una igualdad real en cuanto a la orientación sexual.
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