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Monasterio agita la antipolítica y la xenofobia en horario de máxima audiencia

La candidata de Vox a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, minutos antes del primer debate electoral

Laura Galaup

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La candidata de Vox, Rocío Monasterio, ha exportado al debate electoral los mensajes xenófobos y populistas que lleva repitiendo en todos los actos electorales desde que la formación de extrema derecha presentó su lista autonómica en el barrio de Vallecas. Monasterio tardó solo quince segundos en cargar contra los menores extranjeros no acompañados (MENA). En su primera intervención, la arquitecta ha aludido al cartel electoral con datos manipulados que su partido colocó este martes en la estación de la Puerta del Sol. La candidata de Vox ya no se bajó de ahí. Equiparó durante dos horas y media inmigración y delincuencia. Doble ración de xenofobia y antipolítica.

Su principal apuesta económica pasa por reducir los diputados de la Asamblea de Madrid, bajar todos los impuestos y acabar con las restricciones para hacer frente a la pandemia. En su intervención más estrambótica llegó a decir que tuvo que explicarle a la candidata de Más Madrid, Mónica García, “qué es la Covid” durante una junta de portavoces en el parlamento regional. La candidata de Más Madrid, anestesista del hospital 12 de octubre, la miró perpleja.

Monasterio ha tratado de introducir algunos de los diez puntos de los que consta el programa electoral difundido hasta ahora por la formación de extrema derecha: reducir a la mitad el número de diputados de la Asamblea de Madrid y “suprimir el despilfarro político”, seguridad en los barrios, eliminar el toque de queda y bajar impuestos. 

Monasterio se ha encargado de repetir en sus intervenciones que Vox apuesta por reducir el número de diputados, de consejerías y de chiringuitos. Los candidatos de otros partidos han replicado a estas medidas propuestas por la formación de extrema derecha, que tiene doce escaños en el parlamento regional, y que llegó a la Asamblea bajo una promesa que ya ha desaparecido de su programa y del discurso de la candidata de Vox: suprimir las autonomías.

El candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, le ha pedido a Vox que “proponga” más medidas “que reducir el número de diputados en la asamblea legislativa”. “Es una cosa muy sencillota”, ha aseverado el representante del partido liberal. Por su parte, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, le ha recordado a Monasterio el paso del presidente de su partido, Santiago Abascal, por la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social. “Para chiringuito el que le puso Esperanza Aguirre al señor Abascal”, ha recordado Iglesias.

Abascal estuvo al frente de la fundación pública un año, en el que se embolsó 82.000 euros de las arcas públicas. Su labor al frente de este organismo no fue muy satisfactoria ya que no consiguió ninguno de los patrocinios ni las donaciones previstas pese a que recibió subvenciones de la Comunidad de Madrid para lograrlo. Según los cálculos realizados por elDiario.es, el compañero de partido de Monasterio cobró alrededor de 730.000 euros en sueldos públicos entre mediados de 1999 y finales de 2013, sumando las retribuciones fijadas que obtuvo tanto en puestos a dedo como en cargos institucionales, al ser escogido como concejal, diputado provincial y autonómico.

A pesar de la trayectoria profesional de su jefe de filas, Monasterio ha optado por alardear de su experiencia laboral alejada de las instituciones públicas, hasta que llegó a la Asamblea de Madrid. “Soy la única candidata que ha trabajado 20 años en la empresa privada”, ha presumido este miércoles ante las cámaras de Telemadrid, para asegurar un instante después que “ninguno de los que hay aquí [en el debate] han cotizado 20 años en la Seguridad Social”. Una afirmación desmentida por Bal, quien le ha recordado que él es abogado del Estado, que Ángel Gabilondo es profesor universitario y Mónica García es sanitaria. Pablo Iglesias también ha trabajado como docente en la Universidad Complutense. 

En su estrategia argumental, Vox no ha querido alejarse sino que ha explotado el mensaje xenófobo difundido con un polémico cartel en la estación de Cercanías en la Puerta del Sol, en el que confrontan con datos manipulados la pensión de una anciana y el coste por plaza de un menor extranjero no acompañado (MENA). Monasterio ha mencionado casi una decena de veces la palabra MENA en el debate y ha aprovechado una de sus intervenciones para sacar el cartel que colocaron este martes en la céntrica parada del transporte público madrileño. La Fiscalía de Madrid ha abierto una investigación para determinar si la campaña de Vox constituye un delito de odio. 

El candidato autonómico del PSOE ha criticado el mensaje lanzado por la formación de Abascal. “No hay valores ni sensibilidad humana para hacer eso”, ha destacado Gabilondo. Por su parte, el de Ciudadanos también ha replicado a Monasterio cuando ha enseñado el cartel. “¿Ustedes van a llevar las políticas sociales?”, ha preguntado Bal. Ante las críticas de sus oponentes, la líder de Vox se ha limitado a plantear que “parece que es delito de odio decir la verdad en España”.

Al contrario de lo que plantea Vox, ningún menor migrante tutelado por la Comunidad de Madrid recibe una ayuda directa de 4.700 euros, como da a entender campaña de la candidatura de Monasterio. La cifra aportada por el partido de extrema derecha se refiere al coste por plaza de uno de los centros de acogida de menores tutelados en la Comunidad de Madrid gestionado por la Fundación Diagrama, que incluye todos los gastos relacionados con el recurso, desde sus trabajadores hasta el mantenimiento.

Monasterio ha hecho varias referencias a este asunto para agitar uno de los ejes alrededor del que gira su campaña: una presunta inseguridad en los barrios obreros. Para articular su discurso ha destacado que si los migrantes son menores “lo que tienen que hacer es volver con sus familias”: “No podemos promover el efecto llamada”. “Si no son niños y delinquen, deben estar en la cárcel”, ha sentenciado. 

A lo largo del debate, la candidata de la formación de extrema derecha se ha erigido como “la clave para evitar que entre la izquierda en Madrid”. Desde el inicio de la campaña, que arrancó el domingo en un acto en Móstoles, Vox busca alejarse y distanciarse del Partido Popular, y especialmente del perfil de Isabel Díaz Ayuso, que según las encuestas le está arrebatando a buena parte de su electorado. Para ello la formación de extrema derecha asegura que los populares han mantenido en Madrid “todas y cada una de las políticas de la izquierda”. Monasterio ha cargado contra las medidas impuestas por la Comunidad para contener la expansión del virus. Copiándole el lema de campaña a Ayuso, ha asegurado que el 4 de mayo los madrileños tendrán que escoger entre “toque de queda o libertad”.

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