Las obras de San José confirman los dos impactos de obús que recibió el templo en la Guerra Civil

Las obras de rehabilitación de la barroca iglesia de San José, en el número 43 de la calle Alcalá, han confirmado la leyenda que afirmaba que durante la Guerra Civil dos bombas, que no llegaron a explotar, impactaron contra una de sus cúpulas y dejaron dos grandes agujeros.

Los trabajos de restauración de la cubierta exterior han dejado al descubierto la huella de esos dos obuses. Según ha explicado el arquitecto del proyecto, Ignacio de la Vega, al levantar la pizarra de la cubierta dos haces de luz iluminaron la parte interior de la cúpula, tiznada desde un incendio.

En esta primera fase de la rehabilitación (para la que se dispone de presupuesto), los trabajos se realizarán en el exterior y se examinará la robustez y solidez de las costillas de madera que nervian al cúpula para valorar su estabilidad.

Las pinturas que decoran el interior (firmadas por Luis González de Velázquez), muy deterioradas y ennegrecidas, tendrán que esperar a más adelante para recuperar su belleza original, aunque unas restauradoras han reparado un fragmento que da una idea de cómo quedará la iglesia de San José cuando se recupere integralmente.

No es la única sorpresa que se han encontrado durante la rehabilitación. También se han encontrado los acabados de los paramentos originales de ladrillo que Pedro de Ribera proyectó para esta obra póstuma, que retrató el pintor Antonio Joli.

Declarada desde 1995 Bien de Interés Cultural (BIC), continúa ofreciendo servicios religiosos a sus múltiples feligreses a pesar de las obras. Todo ello es posible gracias a una lona antipolvo colocada a unos 20 metros del suelo, que separa la zona de trabajo de los 25 operarios de la zona de culto.

Ahora la Comunidad de Madrid estudia que, al igual que la iglesia de Santa Bárbara, la de San José se sume al programa Abierto por obras que, mediante visitas guiadas gratuitas, permita a cualquier persona observar de cerca estos y otros hallazgos.