Diluvio interior en las instalaciones recién estrenadas de los servicios sociales para familias en Tetuán y Hortaleza

Este lunes 29 de mayo, por la tarde, las familias asistentes a un taller en el espacio de Casa grande, ubicado en la Casa de las Familias (CAF) de Tetuán, vivieron con asombro cómo la sala en la que estaban empezaba a inundarse. “Empezó a crecer el agua de repente, todo lo que estaba en el suelo se mojaba y las alfombras blanditas donde los niños estaban quedaron encharcadísimas. Salía el agua de la pared, nunca había visto algo así”. La situación se solventó con tranquilidad y rapidez, según nuestra interlocutora –“incluso seguimos la actividad en otra sala”– pero produjo inquietud además de sorpresa entre los participantes. “Hay muchos enchufes a ras de suelo, una zona con ordenadores con cables, los niños están descalzos jugando”, explica.

En el mismo día, en la CAF de Hortaleza vivieron un diluvio interior similar, que afectó a más espacios que el suceso de Tetuán. Mientras los profesionales estaban atendiendo las citas de familias los pasillos empezaron a inundarse y enseguida empezó a entrar en los despachos también. “Era tal el agua que caía del techo que daba igual estar en la calle que dentro”, explica a este medio alguien que estaba en ese momento allí. Las consultas y los talleres tuvieron que suspenderse con el sonido de las alarmas de fondo y, según ha podido saber este medio, las citas perdidas tendrán que esperar semanas para ser recuperadas porque las aceras están llenas.

La Casa de las Familias de Tetuán (calle de San Enrique 16, en instalaciones del mercado que hay en esta calle) fue la primera de las de su género en Madrid. Se inauguró en 2022 como avanzadilla de un servicio público que tiene su origen en los Acuerdos de la Villa (donde aún se las nombraba Centros Integrales de Apoyo a las Familias), y que buscaba unificar en un solo lugar los servicios municipales del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social (Centros de Apoyo a la Familia,  Centros de Atención a la Infancia,  Puntos de Encuentro Familiar y Casas Grandes, para menores de tres años). Una apuesta de Pepe Aniorte, delegado del Área de Ciudadanos (aunque recientemente se ha dado de baja del partido) para aprovechar sinergias y recursos.

De esta manera, en Tetuán se trasladaron las dependencias de servicios sociales que hasta el momento estaban en la cercana calle de María Zayas o la Casa Grande, procedente de la calle Numancia. El desembarco de los servicios sociales orientados a las familias no estuvo exento de polémica pues en 2019 el Ayuntamiento de Ahora Madrid había aprobado acondicionar los 1580 metros cuadrados anexos al mercado para que los usaran las asociaciones y entidades sin ánimo de lucro del distrito. Es más, las obras estaban casi terminadas cuando el Ayuntamiento entrante decidió cambiar el destino del edificio, lo que obligó a acometer nuevas obras y dejó sin espacio a numerosas entidades sociales de Tetuán.

El Centro de Apoyo a las Familias de Hortaleza, en la calle Matapozuelos (Canillas), comparte también instalaciones con la Casa Grande que antes estaba en Ciudad Lineal y el Enredadero, un espacio municipal enfocado a los adolescentes. El edificio lleva abierto más o menos un año y su historia es similar a su homóloga de Tetuán. El antiguo colegio Rubén Darío fue reformado durante la legislatura de Ahora Madrid para albergar la Casa de las Asociaciones de Hortaleza, pero, al entrar la nueva corporación, el destino del inmueble cambió: rumbo al Área de Familias.

Los hechos tienen perplejos a los vecinos. “Me llama la atención que suceda esto en una obra que se ha hecho hace nada y que seguramente habrá costado un dineral. Los lunes están los niños un poco más mayores, pero me lo imagino con bebés por el suelo, con cualquier chispita el niño se te electrocuta. Aunque, en realidad, tampoco es nuevo, mi centro de salud (el de Villaamil) se cerró por una fuga de aguas fecales y cuando lo iban a inaugurar otra vez ha vuelto a haber goteras”, explica nuestra usuaria interlocutora del CAF de Tetuán.

En Hortaleza, también vienen a la cabeza otros ejemplos cercanos de dejadez institucional en la instalación recién remodelada. “El CAF está en una gran explanada de cemento y plantaron unos árboles en la puerta para que hubiera un mínimo de sombra, pero para cuando hubo trabajadores para empezar a funcionar, como no pusieron riego automático, los árboles se habían secado y así siguen”, explican a este medio.

Las lluvias de esta semana han causado desperfectos en distintas instalaciones, publicas y privadas, a pesar de que el chaparrón duró menos de una hora. La mayoría de desaguisados tuvieron lugar en San Blas, Barajas, Hortaleza y Fuencarral, según el cuerpo de bomberos. A pesar de todo, los 5,9 l/m2 caídos están lejos de los niveles que se consideran habitualmente de alerta (15 l/m2 marcan el aviso amarillo) por lo que  las infraestructuras recientes deberían estar preparadas para aguantarlo sin que brote el agua a chorros de sus paredes.