El cierre al tráfico de no residentes se retrasa pero llegará a todo el distrito Centro
El Área de Prioridad Residencial (APR) prevista para Malasaña y Chueca llegará, pero no en los próximos meses, como se anunció inicialmente. La entrada en vigor estaba prevista para 2017. Finalmente, el Ayuntamiento de Madrid ha decidido estudiar primero el impacto de la medida de forma exhaustiva y definir muy bien el modelo antes de ejecutarla.
El modelo de APR se estudió el viernes, en una reunión a tres bandas con las concejalías de Medio Ambiente, Desarrollo Urbano Sostenible y la Junta de Centro. Allí se debatió la propuesta de crear un área única cerrada al tráfico externo en el distrito Centro por la que podrían circular los 150.000 residentes de la zona o hacerlo por partes. “Hay que estudiar muy bien el modelo porque áreas más pequeñas han dado problemas y no queremos que suceda lo mismo en una zona tan grande”, explica el concejal de Centro, Jorge García Castaño, a Somos Malasaña.
Implantar un área única también conllevaría un cambio en el contrato de gestión de las actuales, lo que conllevaría más burocracia y dilación en el tiempo, explican desde la Junta de Centro. En cualquier caso, lo que queda es definir “los aspectos técnicos, que no son pequeños”, comenta García Castaño. “Pero la decisión política es clara: de una manera o de otra se va a ir avanzando hacia un modelo que acabe con el tráfico de paso, sirva para ampliar aceras, mejorar movilidad ciclista y el transporte público”, explica el concejal de Ahora Madrid.
La semana pasada también se dio luz verde al inicio de los estudios con una potente herramienta de simulación del tráfico que acaba de adquirir el Ayuntamiento por un contrato de algo más de un millón de euros, avanza La Razón.
La citada herramienta permite introducir datos de los sistemas de medición de tráfico del Ayuntamiento en un sistema y calcular así qué ocurriría con los vehículos y su circulación con pequeñas o grandes variaciones de rutas en cada calle. Este potente sistema de modelización se usará también para los últimos retoques del Plan de Calidad del Aire que previsiblemente se presentará en el primer trimestre de 2017.
La fecha de implantación del APR, en el aire
La fecha de implantación del APR, en el aire
Donde el Ayuntamiento aún no se ha pillado los dedos es en poner fechas a la puesta en marcha del APR en todo el distrito Centro. De momento funciona en Ópera, Letras y Lavapiés, pero se ha de extender a Malasaña, Chueca y el resto de zonas en algún momento de esta legislatura. Esto pondría como fecha tope la primera mitad del año 2019.
A las asociaciones vecinales del distrito se les indicó hace unos días que el APR del centro no llegaría hasta al menos el final de 2017, según fuentes consultadas por Somos Malasaña. Aunque estas previsiones se hicieron antes de la reunión del viernes.
Lo que parece seguro es que a lo largo de 2017 quedará establecido el modelo de funcionamiento e incluso se pueden llegar a implantar los sistemas de control y cámaras del futuro APR en las zonas de Malasaña y Chueca. El Mundo asegura que los próximos presupuestos municipales -aún sin aprobar- incluirán una partida de 300.000 euros para la instalación en 2017 de . Sin esos dispositivos no podría iniciarse el cierre al tráfico de no residentes y según este dato podrán ser instalados el año que viene.
La nueva APR del distrito Centro estaría partida en dos por la Gran Vía, que podría servir para delimitar un área al norte (Malasaña y Chueca) y otra al sur (Sol y Palacio, Embajadores y Latina). El Ayuntamiento también quiere intervenir sobre la Gran Vía y la herramienta contratada por el área de Desarrollo Urbano Sostenible servirá para decidir cómo. El equipo de Manuela Carmena tiene como objetivo reducir un 6% el número de vehículos que circulan por la Gran Vía antes de 2019.
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