El mapa de las 'zonas minadas' de Malasaña por las cacas de perro
El problema de los excrementos caninos abandonados en las calles por dueños de perros desaprensivos es una constante en Madrid, que no se frena pese a que cada año el Ayuntamiento ofrece siete millones de bolsas gratuitas destinadas a recoger las cacas de estos animales.
Las deyecciones caninas sin recoger son minoría respecto a las que se depositan cada día en las calles de la capital, pero eso no implica que no sean abundantes en ciertas zonas. La situación ha llegado a tal punto que el Ayuntamiento de Madrid ha trazado un mapa que señala las calles y plazas con más excrementos de perro y se ha dispuesto a intentar atajar el problema de raíz con multas.
En Malasaña, las zonas minadas por los dueños de estos animales que no recogen sus excrementos son, principalmente, las plazas del Dos de Mayo y Comendadoras, además de calles generalmente escondidas y poco transitadas o peatonales, como La Nao, Loreto y Chicote, Cruz Verde, Minas, Escorial, Manzana, Ruiz o, desde hace pocos meses, el solar de Barceló.
En estos lugares las cacas de perro se acumulan incesantemente en las aceras, situación por la cual el Consistorio ha anunciado un plan especial de multas económicas o trabajos de limpieza para los propietarios de estas mascotas que ensucian las calles de su propio barrio.
Multas y trabajos de limpieza para los dueños de los perros
Multas y trabajos de limpieza para los dueños de los perros
En el caso de que la policía (uniformada o camuflada a través de agentes de paisano) detecte un incumplimiento en la obligación de recogida y limpieza inmediata de las deyecciones de perros u otros animales, el dueño del animal se expone a una sanción económica que va desde los 751 euros hasta los 1.500.
El Ayuntamiento es consciente de lo elevado de esta cifra, por lo que permite su sustitución por trabajos de limpieza a cargo del sancionado. Este deberá pedirla expresamente, después de lo cual un tutor municipal le indicará cuál es la labor de limpieza asignada que debe cubrir y le indicará dónde recoger los utensilios (casco, escoba, recogedor, bolsas...) para llevarla a cabo. Al finalizarla, este tutor efectuará una encuesta para valorar si la labor de limpieza se ha cumplido y finalmente se evita la sanción (ver aquí diagrama completo de este procedimiento).
Entre el 16 de enero y el 7 abril, antes de la puesta en marcha de esta campaña especial los servicios municipales tramitaron 12 denuncias por no recoger las cacas de perros u otros animales en la vía pública. Se espera que con la puesta en marcha del plan las sanciones se incrementen notablemente.
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