Gymage rectifica y elimina la cafetería ilegal que había instalado en su herbolario
La reacción de los responsables de Gymage Lounge Resort al artículo publicado este martes por Somos Malasaña, no se ha hecho esperar y en 24 horas han eliminado la cafetería que, sin licencia, habían instalado en el herbolario abierto en la esquina de Corredera Baja de San Pablo con la calle Luna. Desde primera hora de esta mañana, en dicho espacio no había rastro ni de sillas, ni de mesas, ni de barra, ni de cafeteras ni tan siquiera de la rotulación de cafetería que cualquiera podía ver el día anterior. Tal y como publicamos, sobre buena parte de las actividades que se ofertan en el antiguo edificio de los Cines Luna pende una orden municipal de cese y cierre desde hace un año.
Carlos Enguídanos, uno de los socios de Gymage, anunciaba ayer a este periódico su decisión de acabar de inmediato con la actividad de bar-cafetería que venía operando en el herbolario de este edificio contenedor de distintas propuestas relacionadas con el deporte, la salud, el cuidado personal y también el ocio y la restauración. Enguídanos dijo desconocer el malestar que en vecinos y otros empresarios de hostelería de la zona provocaba la actividad de cafetería que abrió bajo la “ambigua” fórmula de barra de degustación, por lo que ha tomado la rápida decisión de abandonarla.
“No éramos conscientes del problema de las barras de degustación. Tenemos muchas ganas de colaborar con el barrio, de abrirnos a los vecinos y de hacer cosas en común. La actividad de Gymage ayuda a revitalizar la zona y lo que menos queremos es enemistarnos con nadie”, afirma este empresario que aterrizó en el edificio de los Cines Luna abriendo un gimnasio cuando éste, propiedad de los herederos del productor Emiliano Piedra -quien lo construyera en los años 80- llevaba varios años cerrado.
Preguntado por el resto de actividades que se desarrollan en Gymage Lounge Resort sin la licencia adecuada, según el Ayuntamiento, Enguídanos argumenta que están trabajando con el departamento administrativo correspondiente para cumplir con todos los requisitos que se les han exigido. Según Enguídanos, lo novedoso de su espacio, donde se da cabida a múltiples y muy diferentes propuestas, ha hecho complicado encontrar un marco común donde encajarlas y que los trámites para validar cada una de ellas sean largos y farragosos.
A esto, siempre según Enguídanos, habría que añadir un incorrecto asesoramiento por parte de una Entidad Colaboradora en la Gestión de Licencias Urbanísticas (ECLU) que les habría hecho perder mucho tiempo a la hora de lograr su objetivo: ceñirse a la legalidad vigente y, en palabras de otro de los socios de Gymage, Carmine d'Anna, “aportar nuestro granito de arena al bienestar de la ciudad y del barrio”.
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