Las estatuas hablaron: “La libertad se aprende ejerciéndola”

En el pasado 4 de abril las estatuas de bronce del centro de Madrid, esas que casi se confunden con la gente, amanecieron portando mensajes poéticos con considerable carga política. La acción corrió a cargo de Acción Poética Retiro, que nació de la Asamblea Popular de Retiro (15M) bajo la inspiración de Acción Poética Latinoamericana.

En Malasaña lo hicieron Julia, la estudiante que apoya su espalda sobre la pared en la calle del Pez, y La Paseante, que está frente a la Escuela de Arte de la Palma, y que aparece nombrada equivocadamente en la página de Facebook de Acción Poética Retiro como La Bailarina.

La acción, reivindicada bajo la etiqueta #EstatuasqueHablan, hizo sostener a nuestra amiga de la Calle La Palma un conocido lema de la intelectual anarquista Emma Goldman: “Si no puedo bailar, no es mi revolución”. Julia, por su parte, hizo lo propio con las palabras de una vecina ilustre del barrio, Clara Campoamor, que consiguiera el voto femenino en 1931: “La libertad se aprende ejerciéndola”. En el pasado, tanto Julia como La Paseante, han sufrido el vandalismo y la mutilación. Nos gusta mucho más, desde luego, que participen de acciones poéticas.

*Un corto documental explica ‘Tras Julia’, nuestra vecina de bronce de la calle Pez