¿Qué tipo de plaza queremos en los Jardines del Arquitecto Ribera?
Cuando en septiembre de 2013 los comerciantes de Barceló abandonen los Jardines del Arquitecto Ribera -que ahora ocupan de manera temporal- para instalarse en el nuevo mercado que se está construyendo, el barrio recuperará una plaza pública ahora arrebatada. El tipo de plaza que será es lo que aún está por ver.
Un grupo de vecinos, preocupados por esta cuestión, ha creado un foro de debate al respecto.
Hoy se reúnen con el arquitecto municipal para exponerle sus inquietudes y plantearle una serie de propuestas que, según creen, deberían tenerse en cuenta a la hora de dar la forma definitiva al nuevo espacio.
En junio del pasado año fue cuando se creó el germen de este foro vecinal sobre los Jardines del Arquitecto Ribera a instancias del AMPA del cercano colegio público Isabel la Católica. En la actualidad, la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad (ACIBU), la Asociación de Vecinos de Chueca, la Comisión de Urbanismo del 15-M y Cruz Roja también participan en él.
En realidad, la nueva fisonomía de los Jardines del Arquitecto Ribera ya se expuso detalladamente sobre planos por parte del estudio de arquitectura Nieto y Sobejano, responsables del proyecto del nuevo centro comercial de Barceló, así como de la nueva cara de su entorno, que contempla también un amplio paseo peatonal que incluirá la calle de la Beneficencia y pequeños tramos de Mejía Lequerica y Hortaleza hasta llegar a Alonso Martínez. Los citados arquitectos tenían previsto que este espacio tuviera un aspecto final muy similar al de la plaza de Santa Bárbara. Sin embargo, el hecho precisamente de que el Ayuntamiento haya detectado pequeños fallos en la usabilidad de algunos aspectos de la reciente remodelación de Santa Bárbara ha provocado que los responsables municipales busquen mejorar el proyecto original de Arquitecto Ribera y anden receptivos y a la búsqueda de modificaciones.
Diálogo constructivo
Danko Linder es vecino del barrio, arquitecto y eventual portavoz de este foro ciudadano, que se ha venido reuniendo una vez al mes. Lo primero que quiere aclarar es que la iniciativa pretende abrir un diálogo constructivo y que no surge en modo alguno con ánimo de buscar enfrentamientos con el Ayuntamiento, sino que parte de la creencia de que es posible que los ciudadanos contribuyan a una mayor calidad en el espacio público. La noticia de su existencia llegó a oídos del concejal de Centro, José Enrique Núñez, en una de las reuniones que éste mantiene de tanto en tanto con el CEIP Isabel la Católica para coordinar la próxima vuelta de este centro -en septiembre u octubre de este año- a su edificio original, abandonando el IES San Mateo en el que se hayan ahora provisionalmente. Núñez, según Linder, se mostró muy interesado desde el primer momento en incorporar a los vecinos a esa búsqueda de un mejor proyecto para Arquitecto Ribera que, de manera silenciosa, ya tenía en mente el Consistorio. “Hay voluntad política de mejorar el proyecto original de Nieto y Sobejano y eso es una estupenda noticia y una oportunidad única para que la ciudadanía se implique en la construcción de lo público. En esas estamos”, indica ilusionado Linder.
Aunque no haya habido en la historia reciente de la capital una experiencia parecida que tener como referente y el más próximo intento que se hizo de pulsar la opinión vecinal y de pedir propuestas para remodelar una plaza, la de la Luna, acabó por ignorar radicalmente lo que se planteó al Ayuntamiento, los miembros del foro se muestran optimistas sobre los frutos que puede dar el debate que están impulsando.
Acuerdo de mínimos
Lo que han conseguido por el momento los vecinos puede parecer poca cosa, pero Linder asegura que no es así. “Hemos logrado juntar a un grupo heterogéneo de personas y entidades, formar un núcleo estable de trabajo y alcanzar un acuerdo de mínimos sobre el que elaborar propuestas. Ahora tenemos año y medio por delante para debatir sobre el proyecto”.
“Nos gusta un modelo de plaza como la del Dos de Mayo o como Olavide en cuanto al amplio tipo de población que les da uso. Sin embargo, los Jardines del Arquitecto Ribera no se ajustan al modelo de plaza al que responden éstas, rodeadas de edificios residenciales y con actividad comercial en sus bajos. Tampoco es un tipo de plaza más de centro urbano como las de Luna o Callao, con más peso de la actividad comercial y del tráfico; ni un híbrido de las anteriores, como Santa Bárbara. Su propia identidad y calidades intrínsecas han de ser tenidas muy en cuenta a la hora de un diseño que queremos que sea equilibrado”.
“No deseamos una plaza pensada para el comercio y el negocio y tampoco queremos otra plaza dura, de las que se ha abusado estos años en Madrid. Pretendemos que se cree un espacio que sirva para el encuentro intergeneracional, con zonas de juegos para niños, pero también con opciones para sus padres y para las personas mayores; que tenga en cuenta el aspecto climatológico, para que pueda ser utilizada durante cualquier estación del año; que haya considerado el aspecto histórico -si su nombre empieza por 'Jardines', es algo que se tiene que tener muy en cuenta- y que huya de la monumentalidad -tradicionalmente tan del gusto de las autoridades- si ésta resta usabilidad al espacio”.
Mesa de expertos
Implicar en el proceso de debate a sociólogos, a personas del mundo académico y a ciudadanos activos en iniciativas similares desarrolladas en otros lugares es una prioridad de este foro vecinal. Según Linder, el objetivo es constituir una 'mesa de expertos' “que dote de una base sólida a nuestras propuestas y que compense nuestra poca experiencia en esta forma de construir la ciudad e, incluso, nuestra falta de formación específica para resolver todos los aspectos que debemos y queremos tomar en consideración”.
“Los vecinos solemos quejarnos mucho de las intervenciones que deciden realizar nuestros políticos en el espacio urbano, pero nos implicamos poco en la construcción del mismo. Creemos que ahora existe una verdadera oportunidad de incidir en la mejora de la zona de Barceló y en ello trabajamos desde la ciudadanía. Esperamos poder hacerlo mano a mano con la Administración, que parece mostrarse receptiva. Del resultado de este debate y del aprendizaje del proceso podría salir el germen que llevara a plantear nuevos usos de otras calles y espacios del barrio. Ideas hay”.
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