“Respetar el descanso de los vecinos es defender el Patio”
“Respetar el descanso de los vecinos es defender el Patio”. Ése será el mensaje en torno al cual girarán los carteles que de inmediato se exhibirán en el exterior del centro social okupado de la calle del Acuerdo, cuya página web contempla desde ayer un apartado dedicado a esta necesidad del vecindario.
Cuando el Patio Maravillas va camino de celebrar su segundo aniversario, cosa que ocurrirá a principios de julio y para lo que se ha lanzado la campaña de adhesiones a su labor y por su pervivencia 'Tengo otra corazonada', un pacto de convivencia con los vecinos se antoja esencial para ambas partes.
Algunos habitantes de la calle del Acuerdo habían manifestado en múltiples ocasiones su malestar por lo que, según ellos, eran ruidos directos e indirectos generados por la presencia del Patio.
A raíz de la publicación en Somos Malasaña de la noticia del próximo aniversario del centro, el hilo de comentarios que ésta generó ha reavivado el intercambio de ideas entre vecinos y responsables del Patio en busca de soluciones al problema.
Diálogo ante todo
La buena disposición al diálogo por ambas partes es manifiesta y tras las palabras ya se han pasado a poner en práctica algunas acciones.
Lo de la inclusión en la web del Patio de una llamada al respeto del descanso de los habitantes del barrio fue una de las propuestas que, aportada por Mike, un vecino, se trató en la Asamblea del Patio del pasado martes y ya se ha hecho efectiva.
Del mismo modo, los carteles pidiendo silencio a la salida del Patio están al caer. Nos cuentan que primero se han elaborado unos sencillos, que se exhibirán en el exterior del edifcio cada vez que éste se cierre, para responder con presteza a la demanda vecinal. Para más adelante ya se preparan otros más creativos, divertidos y que, en consecuencia, recaben mayor atención.
Autocrítica
“Nos fastidia y preocupa que los vecinos puedan estar en contra de algo como el Patio. Por eso tenemos que buscar nuestros errores continuamente y corregirlos con vuestra ayuda”, indican los responsables de comunicación del centro social.
Estos mismos reconocen que en el pasado se cometieron excesos por parte de gente que ya ha sido expulsada del Patio, pero que ahora se cumplen rigurosamente unos horarios (de lunes a jueves el Patio apaga la música a las 23:30 horas y deja a la gente que se pueda terminar su caña hasta las 00:00, pero sin música; los viernes y sábados el cierre se prolonga media hora) y que, por ejemplo, los conciertos que organizan no tienen percusión y acaban como muy tarde a las 23 horas.
Por otra parte, recuerdan que la calle, desde mucho antes de la apertura del Patio, ha sido zona de botellón y que el hecho de que el tramo en el que se encuentran sea peatonal invita a muchas personas, ajenas al centro, a reunirse allí. “Los días que no abrimos también hay ruido e, incluso, la calle está peor porque la gente orina en los portales en vez de utilizar los baños del Patio”.
Al mismo tiempo, desde el Patio se quiere transmitir el mensaje de que, al igual que se estuvieron haciendo en un pasado reuniones periódicas con los vecinos para tratar de atajar las molestias que pudieran producirles, estarían dispuestos a retomarlas cuanto antes si fuera necesario, pero que desde ya están actuando contra el problema del ruido.
Debate en el periódico del barrio
A continuación, reproducimos algunos fragmentos de mensajes que vecinos de la calle nos han hecho llegar a través de los comentarios a la anterior noticia que publicamos sobre el Patio:
Sobre el ruido, Mike dice: “Muchos vecinos se lo hemos comentado y me alegro de que hayamos notado un cierto cambio. La pena es que haya sido cuando el conflicto ha llegado a muy grave y, en absoluto es suficiente todavía. No son lo suficientemente activos en el exterior y el edificio no está habilitado para ciertas actividades”
Marcos: “Sabemos que no sois los responsable directos de todo aquello que se produce fuera pero, si lo sois de forma indirecta en una gran medida”
Raúl: “Creo que el problema más persistente y difícil de solucionar es el ruido resultante de los botellones”
Sandra: “Los vecinos sólo pedimos a los responsables del edificio que tengan comprensión y traten este asunto con madurez, seriedad y compromiso”. “Si el edificio estuviera habilitado como es debido, no pasaría nada de esto”.
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